Es recomendable perderle el miedo a
ser notado por los demás.
Expertos dan recomendaciones para que usted también deje una
marca en quienes conoce.
En
menos de 30 segundos todas las personas con las que interactúa se forman una
opinión o imagen acerca de usted que, cierta o no, marcará el futuro de su
relación con ellas. Es más, esa primera impresión estará largo tiempo en sus
mentes y será muy difícil de modificar.
Así lo afirma Yolanda Sepúlveda, especialista en imagen pública y privada y conferencista del taller 'Como te ven te tratan', del grupo Seventeam, quien agrega que en este corto lapso la gente se da una idea del grado de sofisticación, el nivel de educación, el carácter y el humor que maneja.
"Los primeros minutos de una relación sí determinan y predisponen el futuro de la misma. Cuando vemos a una persona, nuestro subconsciente hace un análisis previo sin haber mediado una sola palabra, nos fijamos en su aspecto exterior, en cómo nos saluda, en su comportamiento, y esta primera impresión establece la forma en la que nos vamos a relacionar", sostiene también Lola García Gómez, diplomada en protocolo y relaciones institucionales, y directora de Soluciones eficaces, una empresa dedicada a la organización de eventos, protocolo y comunicación, en Madrid (España).
De
allí la importancia de cultivar una marca personal o personal branding que
marque la diferencia y se convierta en su 'generador de confianza' en las
relaciones personales y laborales.
"La principal ventaja de crear y proyectar una sólida marca personal es que se nos van a abrir muchas puertas sin tanto esfuerzo. En ocasiones, dirigimos el trabajo exteriormente y no comprendemos que debemos trabajar en nosotros mismos, que somos el producto y los gerentes de esa empresa que es nuestra propia vida", explica Rubén Reyes, gerente general de PuedoSer Consulting, una firma de consultoría especializada en el diseño de proyectos de gestión y desarrollo del talento humano.
Todos
tienen una, positiva o negativa. El que llega tarde a todas sus citas y la
gente empieza a hacer bromas: "a ese no lo esperes... Si llega, llega una
hora tarde...", es un ejemplo de marca personal, aunque no precisamente el
ideal para conseguir una buena impresión.
Para
que esta funcione a favor debe tener unos elementos ligeros o de forma, y otros
profundos o de fondo, que interactúan mutuamente, ya que no puede crearse una
marca fuerte sin trabajar en ambos sentidos: La apariencia, los modales, el
vestir, los símbolos de prosperidad; así como el cumplimiento de la palabra,
los valores, la honestidad, la confianza, reflejan al exterior la propia marca.
"Un
físico impecable con una mente vacía, sin personalidad, no sirve. Al contrario,
una mente prodigiosa con una apariencia descuidada o sucia, tampoco. Nuestro
cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de presentación
de las personas, que debe ir en concordancia con lo que decimos, con nuestra
forma de vestir o de comportarnos, aunque también con lo que no decimos: el
lenguaje no verbal", resume García.
Parte
importante del proceso es aprender a diferenciarse, un factor que para Reyes es
el más difícil de superar.
"Vivimos
en una cultura donde no nos gusta ser notados, nos da miedo el 'oso', expresar
nuestra personalidad. Esto ha hecho nuestra reputación de educados muy fuerte,
pero perdemos diferenciación. Cuesta trabajo cuestionar el propio estilo, pero
uno debe mirar a los ideales para alcanzar un mayor perfeccionamiento; por
ejemplo, muchas personas están solas y dicen que no hay parejas para tener la
relación esperada, pero no saben que al trabajar la propia marca se hacen
'magnéticos' y pueden conseguir más de lo que esperan", explica.
En
la parte laboral, la competencia global exige proyectar una imagen acorde con
lo que el mercado pide y aunque muchos tienen el conocimiento, la experiencia y
la inteligencia, temen salir, hablar en público o ven como pérdida de tiempo
asistir a los eventos sociales. Hay una mayor probabilidad de que conozcan su
talento si se deciden a proyectarse y darse a conocer, con todos los riesgos
que ello implica.
Cualquier
persona puede desarrollar su marca personal si tiene el poder de la decisión,
el interés de invertir en ella y el tiempo para transformarse. Lo más
importante es la congruencia entre lo que se dice, se piensa y se hace. Si
alguien cree que una marca personal era algo gratis, se equivoca; es un
poderoso acto de autoestima y como las cosas buenas cuestan... ¿Qué mejor
inversión que usted mismo.
Lo
bueno, lo malo y lo feo
Según
Lola García los aspectos que más agradan son los valores personales.
"Dejan ver lo mejor de cada uno, pero deben ir armonizados con un aspecto
externo adecuado".
Para
el conferencista Luis Eduardo Godman, psicólogo, humanista e investigador
holístico y creador del taller El poder del atractivo personal, la condición de
atractivo en una persona está basada en un porcentaje 80-20. Esto significa que
el 80 por ciento corresponde al interior y el 20 por ciento, al exterior.
"Desde esta perspectiva podemos entender que lo que llamamos atractivo
personal, carisma, actitud, el 'no sé qué', está precedido de cómo me vea y me
sienta por dentro", asegura.
Yolanda
Sepúlveda afirma que quienes generan una mala impresión, por lo general son
hombres y mujeres impositivos en su carácter, los que siempre están a la moda y
no tienen identidad; aquellos que usan una voz o muy delgada o muy autoritaria
y, en el tema del vestir, los que manejan colores fuertes, como la combinación
del rojo con el negro.
Todos
los expertos coinciden en que las cualidades que siempre se valoran y causan
buena impresión son ser educado, positivo, cortés, saber escuchar, aportar
valor a las personas con las que se relacionan y, por supuesto, tener una marca
personal bastante sólida.