Pronto veremos no solo cosas, sino humanos conectados.
Seguro ya ha escuchado acerca del internet de las cosas. Es una nueva tendencia que habla de que todos los objetos se están conectando a la red. Algunos de los ejemplos más claros son los relojes inteligentes, pero ya hay hasta cepillos conectados que envían datos para saber si nos estamos lavando bien los dientes, además de termostatos y automóviles.
La siguiente fase es que veamos seres humanos conectados. Los expertos de la empresa de seguridad informática Kaspersky lo llaman el internet de las personas.
Eugene Che, uno de los ejecutivos de esa empresa, decidió experimentar que se sentía estar conectado. Para ello, se implantó un chip con tecnología NFC en la mano.
El chip le permite a Eugene abrir puertas sin siquiera tocarlas. Le permite ingresar a páginas web sin necesidad de contraseñas. Incluso, le permite ingresar al metro sin necesidad de tarjetas o pagar servicios en su móvil sin tener que usar plásticos. El chip, además, está diseñado para recopilar información sobre sus signos vitales.
Él es uno más de un grupo reducido de personas que ha buscado mejorar sus capacidades físicas con ayuda de artilugios tecnológicos.
Eugene dice que se trata de una tecnología que, de seguro, traerá comodidad a la gente, pero le aterra que los datos de cualquier ser humano queden en manos de grandes empresas. Para él, la vida podría volverse predecible.El análisis de datos permitiría saber para dónde vamos e incluso cuál va a ser nuestro estado de salud en el futuro.
Las grandes compañías podrían, por ejemplo, vetar nuestro ingreso a ciertos lugares o empleos con base en esa información. O las agencias de publicidad podrían diseñar mecanismos para atacarnos con publicidad en cualquier lugar.
Y esto responde a que, para el experto, estamos viviendo una era llamada feudalismo digital. Hay unas cuantas empresas que obran como monarcas y hacen lo que quieren con nuestra información.
En una entrevista concedida durante el Congreso de Analistas de Seguridad de Kaspersky, nos contó de qué se trata:
"Al principio de los tiempos, nuestros ancestros vivían en una sociedad libre porque podías salir de la cueva y matar a alguien. Nadie te iba a decir nada porque no era una sociedad con concepto de legislación a menos de que hirieras a otra persona En el principio de los tiempos, y así fue el comienzo de internet.
Cuando internet acababa de aparecer, podías ir y hackear el sitio del Pentágono y no hubiera sido ilegal porque el concepto de legislación en internet no existía. Lo que pasó después en el mundo real fue que la sociedad llegó a la era del feudalismo donde básicamente unos cuantos monarcas controlaban enormes recursos y hacían lo que ellos querían.
Podías ser el rey de un país X y despertarte y decir: bueno, vamos a atacar Francia porque sí, no tenías que dar explicaciones. Eras un rey, ibas y atacabas Francia con todos los recursos que tenías.
Tal vez solo te gustaba el vino o algo así. Eso es básicamente lo que tenemos ahora, vivimos en una era de feudalismo digital porque tenemos muy pocas empresas con acceso a una cantidad enorme de recursos digitales y la usan para su propio beneficio. A veces dicen que es para mejorar el servicio. Solo digo que no nos están dando opciones y no nos piden nuestro permiso ni nuestra opinión y esto es lo que hacen los monarcas, solo dan órdernes"