La masificación de los servicios legales es una tendencia que ya se evidencia en Colombia mediante aplicaciones y asesorías de bajo costo e incluso gratuitas.
Un estudio de la consultora Adam Smith dice que los bufetes colombianos son poco innovadores. Foto: Cristhian Fresen, gerente de Deleyes, Pedro Tobar, emprendedor y Luis Humberto Ustáriz, Abogado.
La tecnología está logrando lo impensable hace unos años. Para divorciarse, crear una empresa o hacer un testamento era necesario buscar una firma de abogados y pagar una fuerte suma de dinero o recurrir al consultorio jurídico de una universidad.
Hoy, gracias al universo del legal tech, la asesoría legal tiende a masificarse y es una solución para quienes no cuentan con la posibilidad de contratar un abogado o desean simplificar procesos sencillos. En Estados Unidos, Alemania y Reino Unido se han hecho esfuerzos para crear plataformas que ofrecen desde divorcios en línea hasta opciones en inteligencia artificial, que atienden labores que aún hoy hacen los abogados en condiciones normales: desde una acción de tutela o un testamento, hasta un acuerdo de confidencialidad.
Un estudio de la consultora de servicios legales Adam Smith revela que es muy poco el uso de la tecnología en los bufetes colombianos, así como son pocas las soluciones innovadoras. Sin embargo, para masificar los servicios legales y darle acceso al ciudadano de a pie, tal como se busca con ciertos productos financieros y pólizas de seguros, ya se empiezan a detectar algunos esfuerzos inspirados en casos como Legal Zoom en Estados Unidos y Legálitas, una compañía española que ofrece servicios jurídicos y de seguros para empresas y personas naturales.
Es el caso de Deleyes.com, una plataforma tecnológica que saldrá ‘al aire’ en septiembre próximo y que busca identificar necesidades legales, en principio, enfocadas a temas societarios y cuyos costos al usuario oscilarán entre $50.000 y $500.000, dependiendo de la complejidad del servicio.
“Piense en una persona que lleva años desarrollando su negocio, pero que desconoce los mecanismos legales que le permiten formalizar su empresa o acceder a los beneficios que ello supone. Y en el emprendedor que tiene una idea de negocio y quiere llevarla a la práctica asociándose con otros, pero no conoce los trámites, los pasos o los beneficios de hacerlo a través de una sociedad. Estas dos historias comparten necesidades que queremos cubrir ofreciendo un servicio estandarizado”, afirma Cristhian Fresen, gerente de la firma.
En Colombia, se presentan alrededor de 500.000 tutelas, más de un millón de derechos de petición y se constituyen cerca de 75.000 Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) al año. “Estamos convencidos de que estas cifras se incrementarán cuando todos los colombianos tengan fácil acceso a los servicios legales, encuentren precios razonables y asequibles y deleguen en nosotros sus gestiones legales desde cualquier lugar”, afirma.
Otra de las iniciativas digitales la lidera el emprendedor Pedro Tobar. Se trata de www.somoslegal.com, un emprendimiento de asistencia legal que a través de Facebook, permite que las personas puedan hacer la pregunta jurídica que necesiten resolver. En un lenguaje cotidiano, el usuario puede formular su pregunta a Marco Leal, un abogado virtual, creado a partir de un Bot, con capacidad para responder en tiempo real más de 10.000 preguntas y elaborar documentos, como por ejemplo un contrato laboral.
El sector financiero no se queda atrás. La firma Ustáriz Abogados, reconocida por su especialidad en esta área de práctica, espera presentar una plataforma que permita a las personas conocer los distintos tipos de Fondos de Inversión Colectiva (FIC), incluyendo perfiles de riesgo, políticas de inversión, límites y alternativas. Ustáriz también cuenta con Maestro Bursátil, una herramienta que permite que estudiantes, usuarios corporativos y público en general, puedan prepararse para certificarse como operadores en el mercado de valores y cuyos próximos pasos apuntan a integrar sus servicios en redes sociales. “Estamos trabajando con la BVC en la implementación del producto con 37 universidades y, de éstas, ya en tres instituciones se ha logrado que incluyan a Maestro Bursátil dentro del pénsum”, comenta Luis Humberto Ustáriz, socio de la firma.
La tecnología también es una aliada para que los inversionistas puedan tener información más precisa sobre el gobierno corporativo de emisores de valores de empresas de la Alianza del Pacífico. “Por ejemplo, desde un gran fondo de inversión institucional hasta una persona natural pueden tener acceso en su celular a información clave: quiénes son los miembros de la junta directiva, cuánto se ganan o, incluso, cómo administran los conflictos de interés”, comenta Andrés Bernal, socio de Elapedia, proyecto que lidera el Center for International Private Enterprise (Cipe), en alianza con Governance Consultants. La tarea apenas comienza.