Un informe de Kaspersky Lab destacó que, de los 20 principales programas maliciosos, 16 son de este tipo.
Roman Unuchek, analista sénior de Malware en Kaspersky Lab
Kaspersky Lab dio a conocer los resultados de su informe Virología Móvil 2016, en el que destacó que las detecciones se triplicaron en comparación con 2015; con un total de 8.5 millones de instalaciones maliciosas identificadas. De igual forma trató la evolución de troyanos dirigidos a las transacciones bancarias móviles y un análisis del malware móvil en la Dark Web, con la colaboración de INTERPOL.
En un año se distribuyó la mitad de todo el malware detectado en los 11 años anteriores, y lideraron la lista los troyanos de publicidad móvil, pues de los 20 principales programas maliciosos, 16 son de este tipo.
También hubo casi 40 millones de intentos de ataques por malware a dispositivos móviles registrados, con más de 4 millones de usuarios de dispositivos Android protegidos, más de 260 mil detecciones de paquetes de instalación de troyanos ransomware (un aumento de casi 8.5 veces en comparación al año anterior); más de 153 mil usuarios únicos atacados por ransomware (1.6 veces más que en 2015); y más de 128 mil troyanos dirigidos a las transacciones bancarias móviles (casi 1.6 veces más que en 2015).
“En el 2016, continuó el crecimiento del número de troyanos publicitarios. A lo largo del año, fue la principal amenaza y no vemos signos de que esta tendencia cambie”, comentó Roman Unuchek, analista sénior de Malware en Kaspersky Lab.
Estos troyanos son capaces de obtener control privilegiado, o acceso root, para permitir que el malware no sólo muestre anuncios publicitarios de manera hostil en el dispositivo infectado, sino que también instale de manera secreta otras aplicaciones. Estos troyanos incluso pueden comprar aplicaciones en la tienda Google Play.
Por último, según funcionarios especializados del Complejo Mundial de INTERPOL para la Innovación, la Dark Web sigue siendo un medio atractivo para la realización de negocios y actividades ilícitas. Dado su anonimato, sus precios bajos y su estrategia orientada al cliente, proporciona a los criminales un medio para comunicarse e involucrarse en transacciones comerciales, comprando y vendiendo varios productos y servicios, entre ellos los kits de malware para móviles.