Un científico dice que es una forma de retornar las inversiones de recursos públicos a la sociedad.
El acceso libre a los datos es una alternativa para retornar a la sociedad la inversión de recursos públicos.
Hace falta un mecanismo de retorno hacia la sociedad de las inversiones con recursos públicos para la toma de datos. El fondo del mar en Colombia, por ejemplo, en su ancha inmensidad es desconocido para los colombianos. Aparentemente, no es por falta de tecnología o de talento humano, sino, primero, por falta de recursos, pero también por falta de voluntad.
Se necesita una política integral de los datos tomados en los mares y ríos –y el ambiente en general– en la cual se les dé una prioridad a la publicación y la socialización de estos.
Parte del desarrollo integral económico de los países se debe, en gran medida, al reconocimiento de los datos como un elemento importante para generar valor social y económico agregado. Los datos son el lienzo sobre el que una sociedad innova sobre sus recursos y necesidades.
Movimientos en este sentido ya existen en Colombia, como el portal Geovisor Sigma, actualmente implementado por instituciones como Invemar y el Sistema de Información en Biodiversidad (SIB) del Instituto Humboldt, en el cual se registran digitalmente los especímenes de la biodiversidad.
Se han detectado situaciones que deben superarse en Colombia, como la baja producción de datos públicos, desconfianza con respecto a compartirlos en bruto y la ausencia de una cultura de datos.
Identificado este problema como una pérdida pasiva del conocimiento y la inversión en CTeI, el foco temático en ‘Océanos y recursos hidrobiológicos’ (Misión Internacional de Sabios, 2019) propone incluir los ‘artículo de datos’ en cualquier inversión pública que los genere.
Estos artículos son, simplemente, el resumen que direccione al repositorio digital, independiente de la institución que los tome, donde van a estar archivados estos datos, en bruto y sin restricción ninguna.
Los datos abiertos rompen la brecha del conocimiento y generan democratización de la información, permitiendo su reutilización y dándole un valor agregado. Aunque existe reglamentación que fomenta la transparencia y el acceso a la información,como lo son la Ley 1712 de 2014 y el Conpes 3920 de 2018, en realidad hay mucha claridad sobre los estándares y la forma como se archive la información; menos aún, detalles de cómo se registran los datos en bruto.
Es necesario que una política de datos reglamente la liberación de estos para asegurar su disponibilidad y perdurabilidad en el futuro.