Todo se detuvo por un tiempo, pero tus ganas de estudiar se mantienen y vienen recargadas.
En época de pandemia descansan todos, menos tus ganas de seguir aprendiendo. Foto: Istock.com
La situación actual por la pandemia mundial del coronavirus ha puesto la lupa sobre todos nuestros hábitos pasados. La educación tradicional no escapó a que estudiantes y universidades estén replanteando cómo hacer para que los índices de deserción no suban y la virtualidad se abra como una de las mejores opciones.
Aunque es un momento de incertidumbre para padres, alumnos y entidades universitarias, desde ya se está trabajando para que las nuevas opciones que surjan sean las más responsables con todos los involucrados.
Según Harold Castilla, rector de la Uniminuto, “la educación superior es realmente una de las mejores maneras de apostarle al desarrollo personal y el desarrollo social, por lo tanto, no podemos pensar en abandonarla. Hay que reconocer que solamente a través del estudio podemos alcanzar niveles de desarrollo mayor”.
Según él, la educación virtual tiene muchas ventajas y su calidad es la misma que la presencial. Por supuesto, apoyados en buena conectividad, pactos entre gobierno y entidades públicas y privadas, así como la garantí del acceso a internet de poblaciones rurales.
Por su parte, Cesar Tulio Ossa, director de Educación Continua de la Universidad Javeriana, aseguró que lo virtual tiene unos compromisos más grandes que lo presencial, ya que en la primera la improvisación no está permitida y eso haría que los estudiantes se motivaran a entrar mucho más a la educación online.
“Creo que debemos ser muy creativos e innovadores y llevar el aula presencial a lo virtual, pero no con presentaciones ni PDF, si no que debemos evolucionar en un tema de ramificación, de preguntas, en la manera de presentar y de interactuar”.
Y agregó: “Para sorpresa de todos lo virtual está teniendo mucha acogida en este momento. Hemos tenido inscritos de otros países. Si uno hace ocho meses veía una situación muy compleja, ahora lo que estamos viendo es que tenemos interculturalidad en los cursos de educación continua, porque no solamente es la oferta en Colombia sino en otros lugares”
Ossa recalcó que hay un compromiso mucho más directo de los participantes en el sentido de que tienen que sentarse en su casa a trabajar, con una ventaja y es que lo pueden hacer en horas en que no tengan compromisos laborales, personales o familiares.