“Llevamos tiempo con la web y hasta hemos contratado a alguien para que lleve el SEO, pero no está funcionando. Por más que lo intentamos las ventas no suben”.
Cuando trabajas en marketing digital, esta frase la oirás hasta la saciedad.
Clientes que piensan que solo con montar una web bonita y meter algunas palabras clave aquí y allá, van a vender online como locos.
Y a la hora de la verdad… bueno, ya te imaginas lo que pasa, ¿no?
Claro, es que una estrategia de posicionamiento SEO no es algo que se haga en dos días. Necesitas diseñar los pasos de la estrategia, establecer objetivos y definir KPIs que te ayuden a saber si los estás cumpliendo.
«Un momento, ¿cómo que «KPIs»? ¿Eso qué era?«
Uyyyyy, a alguien le hace falta una lección de repaso. 😉
Tranquilo. Tú toma asiento y prepara algo para coger apuntes, que en este post te vamos a explicar:
Qué son los KPIs exactamente.
La diferencia entre KPIs y métricas (y qué pasa si no la conoces).
Cuáles son los KPIs para el SEO más importantes.
Listos para medir en 3, 2, 1…
Antes de nada empecemos por la definición:
Los KPIs (siglas de Key Performance Indicator) son indicadores que te permiten saber si estás alcanzando los objetivos marcados dentro de una estrategia.
Dicho así lo mismo te has quedado igual.
Pero tranquilo, que con los ejemplos que veremos luego lo entenderás rapidísimo.
De momento quédate con esta idea: los KPIs te dicen si tu estrategia está funcionando o no.
En el caso de una estrategia SEO, hay determinados KPIs que nos dicen si estamos consiguiendo:
Tráfico cualificado.
Leads (clientes potenciales).
Ventas.
Y no, no hablamos de datos como el volumen de visitas mensuales.
Justo de eso te queríamos hablar…
👉 ¿Es lo mismo un KPI y una métrica?
Pues casi, pero no.
La diferencia entre ambos es muy sutil (de hecho mucha gente la pasa por alto), pero existe. Y antes de continuar con el post es importante que la tengas clara.
Para empezar, las métricas son valores numéricos crudos.
Cifras que, por sí solas, no nos aportan información demasiado relevante sobre la evolución de la estrategia.
Por ejemplo, supongamos que una empresa te contrata para que les ayudes a vender más mediante el SEO.
Al cabo de poco tiempo ves que tu trabajo empieza a dar frutos. Cada mes que pasa el tráfico orgánico de la web crece y crece. Eso es buena señal, ¿no?
Pues… no tiene por qué.
Quizá estés consiguiendo más tráfico, pero ¿eso se traduce en más ventas?
Para saberlo tenemos que fijarnos en otro dato: la tasa de conversión. Es decir, necesitamos un indicador que nos permita saber si estamos avanzando hacia el objetivo marcado (un KPI).
El tráfico orgánico no nos dice si estamos cumpliendo el objetivo (aumentar las ventas); la tasa de conversión en cambio, sí.
¿Ves la diferencia?
Si te hubieras quedado solo con la métrica del tráfico mensual, pensarías que tu estrategia va viento en popa, cuando la realidad es que tu cliente no estaría viendo resultados.
Y eso es un problema. 😉
Para que no te pase, presta mucha atención a los KPIs que te vamos a explicar.
✅ Los 7 KPIs esenciales en una estrategia de posicionamiento SEO
Una aclaración importante.
Todos los KPIs que hemos incluido en esta lista están relacionados con el SEO On Page.
El motivo es simple:
Las estrategias que se basan en el SEO On Page son mucho más estables y no se ven tan afectadas por los cambios del algoritmo de Google.
Por eso nuestro consejo es que te centres en optimizar estos factores y te olvides de los que tienen que ver con el SEO Off Page, como los enlaces externos (porque si intentas manipular estos últimos, corres el riesgo de que te caiga una penalización SEO).
Aclarado esto, vamos a ver esos indicadores.
👉 1. Palabras clave posicionadas
Simplificando mucho, podríamos decir que el objetivo del SEO es conseguir que una web aparezca en los resultados de Google para determinadas búsquedas o “palabras clave”.
Así que el primer aspecto a medir está bastante claro. 😉
Pero ojo.
No basta solo con saber cuántas palabras clave diferentes está rankeando una web; también es importante que te fijes en el tipo de keyword.
Es decir, en si son:
Transaccionales: las que busca una persona que quiere comprar (y por lo tanto las más interesantes para conseguir ventas).
Informativas: keywords que busca una persona que está buscando información, y que se atacan con posts del blog.
Navegacionales: cuando un usuario introduce en Google el nombre de la marca, con la intención expresa de llegar a su web.
Por ejemplo, si la web de tu cliente está rankeando muchas keywords informativas y pocas transaccionales, eso puede hacer que la tasa de conversión a corto plazo sea más baja (estás atrayendo a muchos usuarios que aún no están listos para comprar).
O en el caso de que sea un negocio local, es importante que se posicione por palabras clave geolocalizadas para hacer SEO local.
Eso sí, aquí nos estamos dejando un factor en el tintero…
👉 2. Posición media en los resultados de búsqueda
Vale, has conseguido que una web rankee 30, 40 o 50 palabras clave de su sector. Palabras que, además, tienen un montón de búsquedas mensuales.
Pero las visitas no suben.
¿El motivo?
Pues que en la mayoría de los casos, la web aparece en la segunda página de Google o incluso más abajo.
Esas que nadie mira casi nunca. 😉
De ahí que debas revisar de vez en cuando en qué posición aparece la web para las keywords que estás atacando (cuanto más cerca de la 1ª posición, mejor).
Para obtener este dato puedes utilizar Google Search Console.
👉 3. Click Through Rate (CTR)
El CTR es el porcentaje de personas que hacen clic en una web cuando aparece entre los resultados de búsqueda.
Y es que de nada te sirve alcanzar la primera página de Google si no consigues que los usuarios entren en la página.
Si quieres saber cómo disparar este KPI, tenemos un post completo sobre el CTR aquí.
👉 4. Tiempo de permanencia y páginas/sesión
Uno de los aspectos que Google tiene más en cuenta para valorar la experiencia de usuario de una web (la percepción que una persona tiene tras navegar por ella).
Si un usuario entra en una página desde los resultados de búsqueda y pasa mucho tiempo navegando por ella, el algoritmo entiende que el contenido de la página es relevante para esa búsqueda.
Y por lo tanto la posiciona más alto.
Además, también es importante medir cuántas URLs distintas ve un usuario en una única visita.
Por ejemplo, imagina que una persona llega a un post de tu blog. Se lo lee entero y al acabar pincha en un enlace para leer otro. Y luego otro, y otro, y otro…
Al final esa persona no solo ha pasado un buen rato en tu web, sino que además ha estado navegando por varias páginas. Eso es doblemente bueno. 😉
Pero ahora tenemos la otra cara de la moneda.
👉 5. Porcentaje de rebote
Ahora supongamos que esa persona que llegó a tu post lo leyó por encima, vio que no le interesaba mucho y se fue sin hacer clic en ningún otro enlace.
Eso es un “rebote”.
Y si eso ocurre a menudo (si el porcentaje de rebote aumenta), en este caso Google pensará que esa página no ofrece un contenido relevante. Así que la posicionará peor.
Ojo, es normal que todas las páginas tengan un cierto porcentaje de rebote.
Pero si ves que en una URL concreta esa tasa se dispara, eso podría significar que hay algún problema con el contenido de la página y que debes optimizarlo.
👉 6. Tasa de conversión
De este medidor te hablábamos más arriba, pero ya va siendo hora de que os presentemos en condiciones:
La tasa de conversión es el porcentaje de personas que llega a una web y realiza la acción que esperabas.
Esta acción puede ser:
Comprar tu curso online.
Solicitar un presupuesto para contratar tus servicios.
Descargarse un lead magnet y suscribirse a tu lista de email (conversión a lead).
Etc.
Como es lógico hay mil factores que influyen en esta tasa. Pero a nivel de SEO hay algunas cosas que podemos hacer para aumentarla.
Por ejemplo, optimizar todo lo posible la experiencia de usuario de la web.
Y claro está, asegurarnos de que estamos atrayendo tráfico cualificado.
👉 7. ROI
Llegamos a la parte que más les gusta a los clientes: el retorno de la inversión.
Es decir, el indicador que nos dice cómo de rentables están siendo las acciones que se están llevando a cabo.
Porque, ¿y si para conseguir que un cliente te compre un curso de 100 € has tenido que invertir 200 €?
Entonces las cuentas no salen.
Para que eso no te pase, te recomendamos que le eches un ojo a este post sobre el ROI, donde te explicamos a fondo cómo medir (y mejorar) este KPI tanto en SEO como en SEM.
Nota: si haces SEO juegas con ventaja. Según los datos de los clientes con los que trabajamos en nuestra agencia, tenemos comprobado que conseguir clientes con SEO es 66 veces más rentable que con Facebook Ads. Ahí es nada.
✅ Ya sé en qué KPIs tengo que fijarme, pero ¿qué hago para conseguir buenos resultados?
Esto no tiene mucho misterio.
La mejor forma de diseñar estrategias de posicionamiento útiles para tus clientes es saber mucho de SEO.
Tan fácil y tan difícil como eso.