Open Banking: una opción financiera para potenciar al canal.
El momento de cambio por el que atraviesa el sector financiero en Colombia puede abrir un mundo de posibilidades de acceso a créditos y bancarización para las pymes, una categoría en la que se encuentran muchos canales del sector tecnológico.
El modelo de servicios financieros que ha sido adoptado con éxito en Europa y otros países de la región está punto de explotar en Colombia, así lo muestra el reciente decreto que firmó el Ministerio de Hacienda para regular el open banking, el cual es prometedor para el desarrollo de un modelo descentralizado para la banca colombiana.
De acuerdo con Colombia Fintech, el Open Banking les permite a los usuarios compartir su información financiera con terceros, tales como aplicaciones financieras, fintechs y otros bancos, con el fin de mejorar su experiencia y acceder a productos y servicios más personalizados. En el caso de Colombia, esto significa que los consumidores podrán tener una visión más clara de sus finanzas y obtener mejores condiciones y opciones para sus productos financieros.
Según Carlos Marin, Country Manager de la Región Andina de Pomelo, los comercios y las pymes se benefician de este modelo, gracias a que la información entre diferentes actores financieros permitirá mayor acceso al crédito, más conexión entre comercios y pagadores y un mejor análisis de los riesgos, lo que a la larga contribuirá con una mayor inclusión financiera.
Para Daniel Bendeck, de la fintech Minka, creadora de una infraestructura para habilitar transferencias interbancarias en tiempo real, la banca abierta juega un papel fundamental en la dinamización de los comercios y las pymes en Colombia, especialmente en el ámbito de los pagos. Bendeck mencionó cuatro puntos claves del open banking:Procesamiento de pagos ligeros: El open facilita esquemas más sencillos, económicos y rápidos para procesar pagos. Un ejemplo clave son PIX en Brasil y Transfiya en Colombia, esquemas de pagos en tiempo real que permiten a los comercios dispersar pagos y recolectarlos a un costo hasta 10 veces menor que los sistemas actuales, con la ventaja de la inmediatez. Para una pyme, el capital de trabajo es esencial en su operación diaria. Los tiempos de procesamiento y pagos de proveedores pueden ser de más de 45-60 días, y se pueden incrementar en más de tres a cinco días que se demora una transacción interbancaria en completarse. A través de esquemas de tiempo real, una transacción interbancaria se demora menos de un segundo en completarse.
Portafolio de soluciones de pago: permite a los comercios y las pymes acceder a una amplia gama de servicios de pago innovadores y personalizados. A través de API abiertas, pueden integrar fácilmente diferentes opciones de pago en sus plataformas, como billeteras digitales, pagos móviles, transferencias bancarias directas, entre otros. Esto mejora la experiencia del checkout y puede aumentar los índices de conversión del comercio.
Mayor acceso a la financiación: facilita el acceso a datos financieros en tiempo real, lo que permite a los comercios y las pymes demostrar su solvencia y capacidad de pago de manera más precisa. Adicionalmente esto permite la entrada de nuevos jugadores al mercado de crédito con diferente percepción al riesgo.
Mejoras operativas: por último, el open banking posibilita la innovación de diferentes casos de uso: pagos recurrentes, iniciación de pagos, y herramientas que le facilitan tanto el recaudo como la dispersión de pagos a comercios y Pymes, reduciendo de nuevo costos, simplificando su operación y mitigando riesgos.
“El objetivo de las finanzas abiertas es que los actores del ecosistema financiero compitan a través de una mejor propuesta de valor (digitalización, innovación, mejores tasas y servicios de valor agregado) y logren que los consumidores tengan acceso a más y mejores servicios. Con lo anterior, diferentes instituciones van a estar presentes en los pueblos, ciudades y regiones en donde la mayor cantidad de población no bancarizada podrá acceder a productos y servicios financieros innovadores que los entiendan y les abran la puerta a un ecosistema que los ayudará a crecer y desarrollar sus proyectos”, destacó Bendeck.
Esto último representa una gran oportunidad para los más de 9000 resellers de tecnología con los que hoy cuenta Colombia, muchos de ellos ubicados en zonas apartadas de las principales ciudades del país.
Billeteras digitales: un mercado donde todos quieren participar
Sobre este tema, el Country Manager de la Región Andina de Pomelo, aseguró que en línea con las ventajas que trae el Open Banking, la masificación de las billeteras digitales podría tener una fuerte aceleración con la iniciativa de Sistema de Pagos Inmediatos que el Banco de la República en Colombia se encuentra desarrollando en este momento. De lograr implementarlo de manera adecuada, el acceso a infraestructura abierta para el procesamiento de pagos a bajo costo seguro apalancarán el crecimiento de estas billeteras. Y ya lo estamos viendo con la aparición de nuevos monederos.
Tal es el caso de la Fintech caleña, Monetta, que anunció el lanzamiento de su billetera digital multidivisa, la cual funciona con su propio método de pago llamado monettas, que son la manera de transaccionar dentro de la aplicación. Con su saldo en monettas, los usuarios pueden ahorrar en dólares, comprar productos en Estados Unidos de los catálogos disponibles en la tienda o cambiarlas a pesos colombianos en el momento que deseen. Asimismo, ha establecido alianzas estratégicas con destacadas empresas referentes de diferentes industrias como Banco Coopcentral, Polygon, Kushki, Metamap y Amazon Web Services garantizando así la seguridad, confiabilidad y escalabilidad de su plataforma.
“En Monetta estamos convencidos que la tecnología es un facilitador y un potenciador de las posibilidades de las personas, nuestra misión es impactar la vida de los colombianos y la manera en que hacen sus transaccione en y desde Latinoamérica con el mundo entero. La oportunidad de lograrlo es muy grande, considerando que, en Estados Unidos, un país con un aproximado de 330 millones de habitantes, operan más de 6.000 bancos. Mientras que, en América Latina y El Caribe, que sumados llegan a los 660 millones de habitantes, no hay más de 500 bancos”, aseguró Mario Torres, Presidente Ejecutivo de Monetta Holding Group.
Por su parte, Bendeck aseguró que las billeteras digitales en el país ya cuentan con un porcentaje importante de penetración con más de 30 millones de cuentas abiertas, esta cifra indica que más del 75% de los colombianos tienen una billetera digital, una participación que se disparó durante los últimos años potenciado por la pandemia y las compras en comercio electrónico.
“En Colombia existen más de 12 billeteras electrónicas, y muchas más en desarrollo, pero la gran parte de usuarios, es decir más del 83% están concentrados en las dos más conocidas que son Nequi y Daviplata. Por lo tanto, podemos decir que las billeteras ya se pueden considerar como masivas, desde el punto de vista de penetración, pero no desde el punto de vista de servicios y valor agregado”, expresó el representante de Minka.
Añadió, que las billeteras se han convertido en la alternativa predilecta de inclusión financiera para los colombianos. Abrir una cuenta en la que pueden recibir o enviar transacciones sin papeleo, sin tener que ir a una sucursal bancaria, y 100% digital. Pero aún falta penetración en los productos y servicios que ofrecen, el principal uso de las billeteras se centra en precargarlas para después transferir a otras entidades financieras a menor costo que una transferencia tradicional interbancaria.
¿Qué pasa con el efectivo?
Para Andrés Daza, Director de Prosegur Cash Colombia, tras haber hecho rigurosas investigaciones sobre el comportamiento del mercado en cuanto al manejo de pagos y sus diferentes canales, se encontró que a nivel Latinoamérica el efectivo sigue estando no solo posicionado como el medio de pago de mayor uso, cerca del 75% de los pagos a nivel regional se hacen en efectivo, sino que sigue en expansión y crecimiento constante por parte de los bancos centrales de toda la región.
“Es falso que el uso de efectivo esté disminuyendo, solo basta con ver las cifras estadísticas reales de usos de medios de pago donde el efectivo se mantiene por encima del 70% en los pagos diarios en el país, así como las estadísticas de producción de efectivo del Banco de la República que refleja que cada año crece más y más el efectivo en circulación”, dijo Daza.
Añadió, que el efectivo es un aliado poderoso sin necesidad de eliminarlo del escenario sino como una base fuerte en la transformación digital del mismo, pero esta transformación debe hacerse de manera escalonada y organizada. En sus palabras “la realidad es que la penetración del sistema financiero, así como el alcance del internet aún está muy lejos de las metas para lograr un mundo sin efectivo”.
Prosegur trabaja en el flujo del efectivo con Smart Coin un sistema que, a través del uso de tecnología, permite que las personas que ahorran en efectivo cambien monedas por billetes de forma automática. Está diseñado para usuarios que tengan cierto volumen de monedas y las quieran transformar en billetes de manera rápida a través de 12 máquinas que tiene la marca en Colombia, a las cuales próximamente se sumarán 75 nuevos puntos en gran parte del territorio nacional, con una inversión de más de 5.000 millones de pesos.
“Alrededor del 25 % de las monedas existentes en el país suelen quedarse guardadas en las alcancías de las personas, especialmente, las monedas de 1000 pesos. En Prosegur buscamos recircular este efectivo inactivo, enviando las monedas recolectadas a negocios que las necesitan. Aunque parezca un tema menor, los negocios en Colombia utilizan grandes cantidades de monedas. Por ejemplo, el Éxito requiere de 10 mil millones de pesos en monedas al mes solamente para dar cambio, lo que evita que se produzca más dinero”, destacó el director de Prosegur Cash Colombia.
Daza explicó que, desde su puesta en producción, a finales de 2014, este servicio ha logrado procesar más de 700.000 transacciones. El potencial total de mercado de monedas en Colombia supera los 3,3 billones de pesos, por lo tanto, ven un enorme espacio para implementar y ofrecer en más ciudades está innovadora solución, única en el mercado.
SmartCoin pasó de cambiar, en 2020 un total de 3.000 millones de pesos a 5.000 millones de pesos en 2021 y más de 6.400 millones de pesos en 2022. A partir del 2023 tienen proyectado un crecimiento ambicioso con un gran número de puntos de atención. Para 2025 esperan superar los 100.000 millones de pesos en cambios al año.