En el entorno actual donde las empresas latinoamericanas —y en particular en Brasil— enfrentan una creciente presión para modernizar sus operaciones, los centros de datos ya no pueden seguir siendo meros “depósitos” de servidores: han de transformarse en infraestructuras estratégicas que habiliten agilidad, escala, sostenibilidad y cumplimiento. Como fundador de TODO EN UNO.NET, he visto durante más de tres décadas cómo la tecnología por sí sola no basta: debe usarse con propósito, con funcionalidad. En Brasil, el segmento de TI proyecta un crecimiento entorno al 13,3 % para 2025, lo que impulsa inversiones en servidores, IA y nube. Pero también provoca retos en consumo energético, talento, refrigeración, soberanía de datos y regulaciones cada vez más exigentes. En este blog conversaremos sobre qué mejoras estratégicas están transformando los centros de datos en Brasil, qué implican para las empresas de la región —incluyendo Colombia—, y cómo estas iniciativas pueden inspirar a las organizaciones a evolucionar hacia el modelo 2026-2030 de Consultoría Funcional Inteligente™.
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Desde mi experiencia, he identificado que los centros de datos tradicionales enfrentan tres grandes niveles de desafío: técnico (infraestructura, energía, refrigeración), operativo (personal), y estratégico (valor, cumplimiento, sostenibilidad). En Brasil, todos esos niveles están evolucionando al mismo tiempo. Por ejemplo, un artículo señala que el diseño de centros de datos para IA en Brasil debe considerar enfriamiento líquido, alta densidad de potencia y una integración entre sostenibilidad, escalabilidad y rendimiento. Veamos cada uno de estos vectores y cómo las mejoras estratégicas los abordan.
El primero es infraestructura y diseño físico. Muchos centros todavía funcionan con esquemas de baja densidad de potencia por rack, refrigeración por aire tradicional y poco espacio para crecimiento. Pero cuando la demanda se dirige hacia IA, procesamiento en tiempo real, edge computing, esos esquemas ya no resultan adecuados. En la región latinoamericana, se enfatiza que la eficiencia energética y la gestión térmica van a ser clave en los próximos cinco a diez años. En Brasil, mejorar el centro de datos implica adoptar enfriamiento avanzado (líquido o inmersión), modularidad, cableado de alta densidad, opciones de microcentros para edge, y ubicación estratégica cercana a hubs de conectividad (por ejemplo, Fortaleza con sus cables submarinos). Asimismo, la estrategia de política pública en Brasil reconoce la infraestructura de centros de datos como crítica para la soberanía digital. Eso conlleva que las empresas deben pensar no sólo en construir, sino en gobernar, auditar y alinear cumplimiento normativo.
El segundo vector es la sostenibilidad, el consumo de energía y agua, la huella ecológica, y la eficiencia operativa. Piense en una empresa del sector que opera un centro de datos mal diseñado: los costes energéticos pueden comerse una parte sustancial del presupuesto, la refrigeración puede fallar o volverse obsoleta, y los requisitos regulativos de emisiones pueden convertir lo que era un centro de costo en un pasivo. En Brasil, un informe reciente indica que el gobierno ofreció incentivos fiscales por R$ 5.200 millones (unos USD 969 millones) a centros de datos que operen con energía 100 % renovable y alcancen un índice de eficiencia hídrica de 0,05 L/kWh. Esto convierte la mejora estratégica en una combinación: optimización operativa + oportunidad fiscal + ventaja competitiva. Para nosotros en TODO EN UNO.NET, esto implica revisar desde la fase de diseño hasta la operación continua, incluyendo monitoreo de PUE (Power Usage Effectiveness), métricas HPE (Hydraulic Power Efficiency), reutilización del calor, e incluso integración con la generación distribuida (solar, eólica). En Colombia y otros países de LATAM la lección es clara: si no se incorpora la sostenibilidad, el centro de datos puede quedar rezagado o ser fuente de riesgo.
El tercer vector: talento y operación. No basta con tener la infraestructura, hay que operarla adecuadamente. En el blog de LACNIC se enfatizaba que el cuello de botella no era sólo construir el centro de datos, sino operarlo con personal calificado en refrigeración líquida, gestión de alta densidad, mantenimiento predictivo, automatización y seguridad. Esto implica para las empresas una estrategia de formación, cultura de datos, automatización de operaciones (a través de IA, analítica de datos, dashboards de operación), y un diseño organizativo que soporta una infraestructura crítica. Esto es donde la transformación digital y humana se unen: no basta la máquina, vale el equipo, los procesos, la conciencia de cumplimiento, y la mentalidad de mejora continua.
Ahora, ¿cuáles son los disparadores estratégicos que las organizaciones en Brasil —y por extensión en América Latina— están aprovechando? Aquí comparto algunos aprendizajes basados en proyectos reales que he liderado junto a empresas que pretendían modernizar sus centros de datos:
Adoptar una visión de “infraestructura como plataforma” y no solo instalación. Es decir, ver el centro de datos como servicio interno que habilita negocio, no solo como soporte técnico. Esto incluye definir niveles de servicio, consumo bajo demanda, escalabilidad automática, plataforma híbrida (on-premises + nube + edge) y gobernanza integrada. En Brasil, la proyección de mercado de servidores espera un CAGR de 7,1 % entre 2024-2030. Esto implica que la organización que ve al centro de datos como activo estratégico podrá capturar valor, mientras la organización que lo ve como costo se quedará atrasada.
Integrar la regulación, soberanía y cumplimiento desde el inicio. Brasil avanza hacia políticas públicas que consideran a los centros de datos como infraestructura crítica. Así que la mejora estratégica debe incorporarlo: auditorías, continuidad operacional, arquitectura de resiliencia (multipunto), protección de datos personales, certificaciones (por ejemplo ISO 27001/ISO 27701), y estructuras de gobierno. En proyectos que he asesorado, empezamos con un diagnóstico de brechas de cumplimiento antes de hablar de servidores o racks.
Enfoque en eficiencia energética y ambiental. Aunque la presión regulatoria puede incrementarse, la eficiencia también es una oportunidad de ahorro, generación de reputación, y alineación con ESG. Por ejemplo, aplicar sistemas de enfriamiento modular, reutilización de calor residual, paneles solares, sistemas de gestión de activos IoT, y monitorización en tiempo real de consumo de agua y electricidad. Este tipo de mejoras permiten que un centro de datos se transforme de ser un “ejercicio de mera infraestructura” a un “activo sostenible” que aporta diferenciación.
Diseño para nuevas cargas: IA, edge y latencia. Muchos centros de datos fueron diseñados para cargas tradicionales, pero ahora la realidad exige redes capaces de baja latencia, alta densidad de GPU/TPU, conectividad de fibra óptica y proximidad al usuario final. En Brasil, ya se apunta hacia edge computing y repatriación de cargas desde la nube pública. Para una empresa en Colombia o Latinoamérica, considerar esa realidad significa que el centro de datos debe tener una hoja de ruta para evolución hacia IA, conectividad 5G/6G, y modelos híbridos. Como consultor he visto organizaciones que no planificaron ese paso y quedaron con infraestructuras obsoletas en menos de cinco años.
Automatización de operaciones y analítica en tiempo real. Una mejora estratégica no es solo construir más racks, sino gestionarlos con inteligencia. Usar telemetría, IA para mantenimiento predictivo, dashboards operativos, alertas automáticas, integración con procesos de negocio (por ejemplo recuperación ante desastres, continuidad operacional). Esto reduce el “capital humano reactivo” y mueve a un modelo “humano + plataforma” donde el equipo de TI se centra en estrategia, no sólo en apagar incendios.
Seguridad, resiliencia y continuidad. En un contexto donde los centros de datos pasan a ser infraestructuras críticas, los incidentes no solo afectan el área de TI: pueden colapsar operaciones comerciales, impactar reputación, o incurrir en sanciones regulatorias. Incorporar resiliencia (geográfica, modular, replicación), continuidad operativa, backups automatizados, planes de recuperación y cumplimiento normativo es parte de la mejora estratégica.
Para ilustrar con un caso breve: una empresa en São Paulo decidió construir un nuevo centro de datos para soportar cargas de IA, operación 24×7, alta densidad de potencia y refrigeración líquida. Desde el diagnóstico identificamos que su diseño actual estaba dimensionado para 5 kW por rack, cuando las cargas de IA requerirían 20-30 kW por rack en el corto plazo. Además carecían de monitoreo de agua, no tenían plan de contingencia ante corte eléctrico mayor a 4 horas, y el software de gestión no permitía escalar. Con una hoja de ruta de 18 meses, migramos hacia un diseño modular, conectividad redundante, sistema de enfriamiento inmersión líquida, paneles solares y una plataforma de operaciones con telemetría. El resultado: 25 % menos consumo energético real, capacidad de escalar un 40 % en densidad, y cumplimiento con regulaciones ambientales locales. Este tipo de transformación muestra cómo la mejora estratégica del centro de datos impacta el negocio, no solo la TI.
En el contexto colombiano y latinoamericano es útil plantearse: ¿Estamos diseñando nuestra infraestructura para la próxima ola de IA, edge, macrodatos y cumplimiento normativo? ¿O estamos tratando de “mantener lo actual” sin ver hacia adelante? La transformación funcional inteligente exige que el centro de datos sea además un activo que habilita la estrategia de negocio, reduce costos operativos, gestiona riesgos y permite crecer con agilidad.
En nuestra consultoría para este modelo 2026-2030 de Consultoría Funcional Inteligente™, desde TODO EN UNO.NET centramos la asesoría en tres pilares cuando acompañamos a empresas que quieren mejorar sus centros de datos: visión estratégica alineada al negocio, transformación operativa (infraestructura + automatización + talento) y cumplimiento dinámico (normativo, ambiental, de seguridad). El resultado es que la infraestructura ya no es un coste fijo que crece sin control, sino un habilitador de competitividad.
📅 Agenda:
Sé que usted, al liderar o formar parte de la gestión tecnológica de su empresa, siente la tensión de no quedarse atrás mientras el mundo digital avanza a velocidad vertiginosa. He vivido esa urgencia, he acompañado organizaciones que temían que sus infraestructuras quedaran obsoletas y he visto el impacto real de decisiones tardías o mal alineadas. Desde TODO EN UNO.NET acompañamos su empresa con una propuesta clara: análisis inicial profundo para detectar brechas en su centro de datos, definición estratégica para alinear infraestructura, operación y talento con los objetivos de negocio, e implementación práctica que asegura eficiencia, escalabilidad, cumplimiento y valor sostenible. Aumentamos la eficiencia de su empresa con soluciones digitales y normativas que van más allá del hardware: habilitan crecimiento, reducen riesgos y liberan su equipo para generar negocio. Y lo hacemos con acompañamiento continuo: no entregamos “un proyecto y hasta luego”, sino que caminamos con usted en la evolución, actualizando, ajustando y asegurando que su infraestructura se mantenga en vanguardia y al servicio del negocio. Si está listo para convertir su centro de datos en un activo estratégico confiable, innovador y seguro, estamos aquí para apoyarle con toda nuestra experiencia, humanidad y compromiso. ¿Listo para transformar tu empresa con tecnología funcional?
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