En el momento en que más dependemos de plataformas digitales, una interrupción colosal puede generar efectos devastadores, no solo técnicos sino operativos, reputacionales y humanos. En octubre de 2025 una falla en Amazon Web Services (AWS) paralizó miles de aplicaciones en Brasil y América Latina, obligando a profesionales como tú —que lideran empresas, áreas de TI o procesos de transformación digital— a preguntarse si su infraestructura está verdaderamente preparada para resistir este tipo de eventos. Imaginar que todo funciona bien es cómodo, pero enfrentarlo es otra cosa. ¿Tu arquitectura en la nube contempla el riesgo real de una sola región, un solo proveedor o un solo plano de fallo? En este artículo comparto, desde mi experiencia de más de treinta años liderando procesos de transformación empresarial en TODO EN UNO.NET S.A.S., las lecciones esenciales y los caminos a seguir para construir una arquitectura digital verdaderamente resiliente en Brasil y Latinoamérica.
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Para una empresa colombiana o latinoamericana que opera o aspira a operar con escala digital, este tipo de incidente no es un incidente aislado: es un espejo que nos muestra debilidades fundamentales si no hemos construido desde la base una arquitectura resiliente, orientada hacia la funcionalidad, no solo la tecnología por la tecnología.
Mi recorrido profesional me ha permitido acompañar la evolución de múltiples organizaciones que creían estar “seguros en la nube” y descubrieron, cuando llegó la crisis, que dependían de un solo proveedor, de un solo centro de datos, o de una capa infraestructural poco probada en contingencia. En Brasil se evidenció que muchas fintechs que habían implementado modelos de “API-as-producto” y portabilidad entre proveedores lograron recuperarse en minutos, mientras otras quedaron paralizadas por horas. Esa diferencia de minutos frente a horas no se produce por suerte: se produce por decisión estratégica, diseño arquitectónico, preparación y liderazgo de consciencia tecnológica.
Primero, el diagnóstico: ¿Cuál es el dolor real de tu organización ante una falla de este tipo? Puede que seas una empresa mediana en Colombia, dedicada a servicios digitales, comercio electrónico o incluso a soporte operacional de terceros, que ha migrado a la nube con entusiasmo, pero quizás con poco énfasis en la contingencia. Puede que tengas datos críticos, procesos de negocio esenciales y dependencia de un proveedor que, en la teoría, “no me va a fallar”. Y sin embargo el riesgo está. Cuando la vulnerabilidad golpea, no se trata solo de restaurar un servidor o recuperar un backup: se trata de salvaguardar la continuidad del negocio, la confianza de tus clientes, la reputación corporativa, los procesos humanos que dependen del sistema.
En el contexto brasileño, donde el mercado de software está estimado en miles de millones de reales, con regulaciones de Open Finance, con accesos móviles que representan cifras superiores al 70 % o incluso más, la arquitectura digital debe elevarse al nivel de función crítica del negocio.
Desde Colombia, podemos tomar la lección: nada de esto queda “lejano” o “no para nosotros”. La digitalización acelera, la dependencia de servicios externos crece, la competencia se vuelve global, y con ello el impacto de una caída se multiplica.
Ahora bien, ¿cuáles son las consecuencias concretas que se derivan de no actuar frente a esta realidad? Desde mi experiencia en TODO EN UNO.NET, he visto cómo las empresas que carecían de capa de contingencia adecuada enfrentaron: interrupciones prolongadas, pérdida de confianza del cliente, costos de recuperación significativamente más altos, y en algunos casos, desencadenaron multas o sanciones cuando la operación fue considerada crítica o regulada. Además, la arquitectura que no contempla redundancia, monitoreo profundo, pruebas de estrés y failover automático se convierte en un obstáculo para la innovación y la transformación digital: cada vez que surge una expansión, una integración o un nuevo canal, aparece una esquina oculta que “nunca habíamos probado”. Y en ese momento, la falla encuentra el camino.
Desde la parte de solución funcional, quiero compartir contigo cómo podemos abordar este reto de forma integral y estratégica —no como un parche, sino como una evolución madura hacia la visión 2026-2030 que promovemos en TODO EN UNO.NET, basada en el principio de la tecnología por funcionalidad, no por moda.
Primero, replanteamos la dependencia de proveedor único o región única. Elegir un solo proveedor de nube global, sin alternativas, sin portabilidad, es un riesgo elevado. En Brasil, este apagón mostró que una configuración estándar en AWS, enfocada en una región principal, sin conmutación automática hacia otra región o proveedor, se expuso vulnerabilidades críticas.
La alternativa pasa por arquitecturas multicloud o al menos multi-región dentro del proveedor, con servicios replicados, mecanismos de conmutación y rutas de recuperación automáticas.
Segundo, la capa de DNS y resolución de nombres se convirtió en el eslabón débil que desencadenó la caída. En muchas arquitecturas no se había probado seriamente la resolución de nombres en una emergencia. En el caso de Brasil, una falla de DNS en AWS dejó inaccesible incluso el acceso a los datos que ya estaban replicados.
Por tanto, en tu empresa, es prioritario que incluyas en tu plan de continuidad la revisión de DNS, proveedores alternativos, rutas de redundancia y pruebas de fallo de DNS. Esto es tan crítico como los backups, porque si los usuarios no encuentran la ruta hacia los servicios, los datos replicados no sirven.
Tercero, debemos diseñar para degradación funcional y no solo para “estado ideal”. Es decir: una arquitectura resiliente no se esfuerza solo por mantener el 100 % de la funcionalidad frente a la caída, sino que identifica las funciones críticas que deben permanecer (autenticación, pagos, acceso de emergencia, comunicación), y define qué funciones pueden degradarse temporalmente (reportes no críticos, dashboards no urgentes, servicios de valor añadido) para mantener la operación esencial. En Brasil, las fintechs que diseñaron sus API como productos, portátiles entre nubes y con estrategias de degradación, recuperaron mejor.
En tu caso, es importante que definas qué representa el “mínimo viable operativo” en tu negocio, asegures que esa capa esté redundada, y alineada con los stakeholders (clientes, reguladores, internos).
Cuarto, las pruebas y simulaciones deben dejar de ser opcionales. La resiliencia no se demuestra cuando todo va bien, se demuestra cuando todo va mal. En TODO EN UNO.NET hemos acompañado organizaciones que implementan “game days” de fallo, simulaciones de desconexión de proveedor, fallo de DNS, fallo de base de datos, para validar tiempos de recuperación, roles de decisión, procesos de escalamiento. Las guías recientes recomiendan pruebas de caos mensuales.
Esto tiene un impacto directo en la cultura digital, en la responsabilidad compartida (un valor nuestro) y en la preparación de los equipos humanos. Porque la tecnología sola no basta: el humano que decide, activa, monitoriza y recupera es clave.
Quinto, la observabilidad y el monitoreo profundo deben alcanzar al negocio, no solo a infraestructuras. Si solo medimos latencias y CPUs, no estamos preparados. Debemos medir las experiencias del usuario, los accesos, los errores, los tiempos de degradación, la frescura de datos, la degradación funcional. En el incidente de AWS, muchas empresas tardaron en reaccionar porque no habían definido SLOs adaptados al negocio, ni alertas corporativas para experiencias degradadas.
Entonces, incluye en tus arquitecturas los SLOs, error budgets, trazado distribuido, alertas multicanal de negocio, no solo de infraestructura.
Sexto, la seguridad y cumplimiento siguen siendo pilares en todo este proceso. No se trata de diseñar resiliencia ignorando que los ataques pueden aprovechar estos momentos de crisis. La caída de AWS no fue un ciberataque, pero en la fase de recuperación los procesos acelerados pueden introducir vulnerabilidades, como señalan los especialistas para Latinoamérica.
Desde TODO EN UNO.NET asesoramos en automatización de recovery, controles de configuración, auditorías de cambios y runsheets de seguridad para contingencias. En tu empresa, asegúrate de que los procesos de failover incluyan validación de seguridad, no solo alternancia de servidores.
En definitiva, este incidente nos lleva a reflexionar: la transformación digital no se trata de sumar “nubes”, “microservicios” o “autoscaling” sin sentido, sino de preguntarnos cuál es la funcionalidad que nuestro negocio debe mantener frente a lo inesperado, y cómo vamos a construir esa arquitectura para que esa funcionalidad sea visible, redundada, recuperable. En la visión 2026-2030 de TODO EN UNO.NET, la infraestructura digital debe alinearse con la cultura organizacional, con los procesos humanos, con el cumplimiento normativo, y con la capacidad de innovación. La tecnología deja de ser un fin, y se convierte en un medio para que tu empresa funcione, evolucione y lidere.
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Cuando acompaño a los equipos en auditorías, arquitecturas y procesos críticos, suelo repetir: “El riesgo no es que la nube se caiga; el riesgo es que tú no tengas un plan cuando eso suceda”. Porque la verdadera resiliencia radica en la decisión consciente, en el diseño premeditado y en el acompañamiento continuo. Y esa es la propuesta de TODO EN UNO.NET: no solo ayudarte a desplegar tecnología, sino ayudarte a que esa tecnología funcione de manera sustentable, segura y alineada con tu propósito empresarial.
Sé que probablemente estás leyendo esto pensando en el riesgo que ya visualizaste, quizá nervioso ante la idea de “y si eso me pasa a mí”. He visto esa inquietud en directores de TI, en gerentes de operaciones, en emprendedores que creyeron que “la nube lo soluciona todo” y descubrieron que no basta. En TODO EN UNO.NET acompañamos ese proceso: analizamos tu situación actual, identificamos los puntos críticos —tecnológicos, humanos y normativos—, definimos una estrategia clara de arquitectura, contingencia, automatización y cumplimiento (consultorías administrativas, tecnológicas, mercadeo digital, Habeas Data, facturación electrónica, automatización, inteligencia artificial y formación). Aumentamos la eficiencia de tu empresa con soluciones digitales y normativas. Pero aquí no termina: te acompañamos más allá de la implementación, porque creemos en la evolución continua, en que tu empresa no solo se transforme, sino que se consolide como líder en su sector. Mi experiencia de más de tres décadas trabajando con organizaciones de múltiples tamaños me dice que no basta con reaccionar: hay que anticipar. Y ese es el camino que emprenderemos juntos. ¿Listo para transformar tu empresa con tecnología funcional?
