La conversación sobre inteligencia artificial en América Latina ya no se trata de futurismo, sino de decisiones que afectan la operación hoy. CIOs y equipos directivos en Colombia y la región están pasando del asombro al retorno comprobable: productividad del talento, calidad de datos, cumplimiento y seguridad como condiciones para escalar. El Lenovo CIO Playbook —basado en un estudio IDC con 500 líderes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú— confirma que el 65% ya inició su adopción, pero muchas organizaciones aún tropiezan al pasar de pilotos a producción por brechas de datos, talento y gobierno. La oportunidad es clara: híbrido como estándar, edge como realidad en los puestos de trabajo, socios tecnológicos y de servicios con experiencia y una hoja de ruta que conecte casos de uso con ROI y riesgo controlado. Desde mi experiencia, la IA sí transforma cuando se implementa con ética y funcionalidad.
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La IA dejó de ser un tema de moda para convertirse en una prueba de madurez empresarial. Lo vimos en los noventa con la conectividad, en los dos mil con la web transaccional, en la última década con lo móvil y la nube; hoy, el salto es cognitivo y exige nuevas bases de disciplina para que no se nos convierta en un castillo de arena. El Lenovo CIO Playbook presentado en marzo de 2025, que sintetiza lo que escuchó IDC de 500 CIOs y decisores de TI y negocio en América Latina, pinta un mapa útil para quienes lideramos transformación en entornos reales de flujo de caja, regulación exigente y contextos socioeconómicos cambiantes. Allí hay datos que me encuentro semana a semana con clientes: Latinoamérica proyecta intención de gasto en IA levemente superior al promedio global este año, con una preferencia marcada por arquitecturas on-premise e híbridas para proteger datos sensibles y asegurar control. Que el 64% priorice híbrido no es capricho; es una lectura sensata de riesgo y resiliencia, especialmente cuando nuestras operaciones conviven con entornos de conectividad irregular, requisitos de protección de datos y auditorías de cumplimiento.
Me detengo en lo esencial: si no hay calidad de datos, gobierno y trazabilidad, la IA amplifica errores. Ese es el primer inhibidor que IDC registra y es exactamente lo que en TODO EN UNO.NET atendemos primero en cualquier hoja de ruta: inventario de fuentes, limpieza, diccionarios, linaje, controles de acceso y políticas claras para entrenamiento, pruebas y despliegue. A la par, el talento. No siempre hace falta contratar un ejército; muchas veces se trata de alinear procesos, habilitar a los equipos y apoyarse en servicios profesionales que transfieren capacidades en lugar de crear dependencia. En el estudio se reafirma que los servicios de acompañamiento serán decisivos para pasar de pilotos a producción sin quemar el presupuesto ni la confianza interna. Ese puente lo hemos construido durante tres décadas con una metodología que une negocio, cumplimiento y tecnología sin dogmas.
El tercer vector es elegir bien los casos de uso. IDC destaca que las expectativas se cumplen más cuando el foco está en funciones de negocio claras: cadenas de suministro, operaciones de TI y marketing. Coincido. En Colombia, por ejemplo, un retailer regional puede empezar por optimizar el picking y la reposición con modelos de predicción y visión por computador, mientras TI utiliza IA para detectar anomalías en experiencia de usuario y tiempos de respuesta. Marketing, por su parte, acelera la creación de piezas y segmentación con resguardos de marca y privacidad. Nada de eso requiere promesas grandilocuentes; requiere procesos, datos preparados y métricas que el gerente de operaciones y el financiero entiendan. Ahí se gana credibilidad.
También quiero subrayar algo que pasó inadvertido durante años y hoy es evidente: la IA no empieza en el data center ni en la nube, empieza en el puesto de trabajo. PCs, laptops, estaciones de ingeniería y dispositivos en campo son edge con necesidades de cómputo, seguridad y administración. Por eso vemos la combinación de workstations con aceleración local, microservicios en el borde y orquestación central que respeta jurisdicciones de datos. Es lo que Lenovo y NVIDIA remarcan: un ecosistema completo para que la innovación no se rompa en el último kilómetro. A los CIOs que nos leen en Colombia, México o Chile, el mensaje es práctico: mapee dónde vive el dato, quién lo toca, dónde se infiere y dónde se almacena la evidencia. Ese diagrama, bien hecho, ahorra meses de discusiones y protege ante auditorías.
En ambiente económico volátil, la pregunta por ROI se vuelve ineludible. Aquí propongo una fórmula simple, basada en cientos de implementaciones: empiece por lo que ya duele y ya se mide. Si su mesa de servicio sufre por picos de tickets repetitivos, use IA para clasificación, respuesta sugerida y resumen de incidentes; si su bodega pierde eficiencia, modele demanda, rutas y reabastecimiento; si su equipo comercial se ahoga en tareas manuales, automatice preparación de propuestas y análisis de clientes. El retorno llega cuando el caso de uso está amarrado a un proceso que existe, tiene dueño y cuenta con datos suficientes. No es glamour, es gobernanza.
En la región, además, navegamos marcos regulatorios que no son opcionales. Gobernanza de datos, privacidad, seguridad de la información, gestión de terceros y auditorías de trazabilidad entran al tablero desde el día uno. Quien crea que la IA es un atajo que permite saltar el cumplimiento, está comprando un riesgo sistémico. Por eso, cuando IDC señala que las inversiones priorizan data center, edge, gestión de datos y seguridad, leo madurez: entendemos que el esqueleto es la infraestructura y el sistema nervioso es el gobierno del dato. En TODO EN UNO.NET lo abordamos como un sistema vivo: políticas, procesos, herramientas y formación para que el conocimiento no se vaya con una persona y para que cada despliegue deje una organización más fuerte, no más compleja.
Hablemos de brecha de talento. Es real en toda Latinoamérica y Colombia no es la excepción. La solución no es tener al mejor científico de datos del mundo si su ERP está desordenado o si sus permisos son una selva. La solución es la secuencia correcta: ordenar la casa, elevar competencias del equipo y traer apoyo especializado donde realmente agrega valor. En múltiples proyectos hemos visto que un analista de negocio empoderado, con un arquitecto de datos externo y una célula de automatización, produce resultados sostenibles con inversiones razonables. Eso también es IA con propósito: la que respeta las velocidades de la cultura y el bolsillo de la empresa.
Otro hallazgo del Playbook que merece atención es el peligro de quedar atrapados en pilotos eternos. La fatiga del experimento mata la confianza. Para evitarla, toda prueba debe nacer con definición de escalamiento: criterio de éxito, diseño de operaciones, presupuesto de endurecimiento y responsables de pasar a producción. Si un piloto no puede convertirse en proceso repetible y gobernado, es mejor archivarlo a tiempo. En este punto, la elección del socio tecnológico y del socio de servicios es decisiva. IDC lo dice sin rodeos: el partner adecuado reduce la curva de complejidad y permite elegir el mejor modelo para cada organización. En nuestra experiencia, el mejor socio no es el que promete magia, es el que deja capacidades instaladas y un tablero de control que el cliente sabe leer.
Quiero traer a tierra la conversación con dos ejemplos latinoamericanos, simplificados y reales. Una empresa logística andina arrancó con un caos de guías y tiempos de entrega; se digitalizaron comprobantes, se normalizó la data y se aplicaron modelos de predicción de demanda y ruteo. En seis meses, ahorraron combustible y mejoraron puntualidad sin tocar tarifas. Otra organización de salud privada sufría glosas por inconsistencias; se diseñó un pipeline de validación de datos y se integró un motor de reglas con apoyo de IA para auditoría previa. El resultado: menos devoluciones, flujo de caja predecible y menos fricción con aseguradoras. En ambos casos, la IA fue protagonista, pero la estrella fue el proceso.
Para el lector colombiano que compite local y exporta servicios, el diferencial no es la tecnología aislada, sino la combinación de gobierno de datos, automatización, ciberseguridad y modelos que resuelven problemas específicos. Recuerde que la IA también eleva la vara de la protección de la información: modelos en on-prem o híbrido, cifrado, control de accesos, registro de prompts y salidas, y evaluación de sesgos. Vale más un despliegue conservador y verificable que una promesa difícil de auditar.
Ahora, ¿por dónde empezar si todo parece urgente? Con un diagnóstico funcional que mapee su cadena de valor, priorice dolores con impacto económico y revise la madurez de sus datos. Luego, una estrategia de adopción que defina arquitectura objetivo, riesgos, KPIs y un backlog acotado de casos de uso. Finalmente, un plan de implementación que combine quick wins con proyectos habilitadores. Ese recorrido, aplicado con disciplina, evita el “salto mortal” del que advierte IDC y permite que el primer año deje resultados visibles y bases sólidas para lo que viene. Es exactamente lo que venimos haciendo desde 1995: unir negocio, cumplimiento y tecnología con criterio humano.
En el plano macro, el estudio sugiere que la región quiere invertir un poco más que el promedio global y que Argentina y Chile destacan en intención de gasto. Colombia tiene una ventaja: un ecosistema de proveedores, universidades y talento emergente que, bien articulado, puede cerrar brechas más rápido. Pero no basta con buenas intenciones; hacen falta tableros de mando donde la dirección vea, cada mes, cómo la IA impacta productividad, costos, ingresos y riesgo. Cuando la alta gerencia se apropia del cuadro de mando y lo liga al presupuesto, la conversación deja de ser técnica y se vuelve estrategia.
La ética también importa. Los proyectos más exitosos que hemos acompañado ponen al usuario en el centro, explican qué hace el modelo, documentan decisiones, permiten auditoría y ofrecen salidas manuales cuando algo no cuadra. No hay transformación sostenible sin confianza. La IA puede ser un acelerador de esa confianza si se comunica bien y si cada despliegue cuida la experiencia del colaborador y del cliente final. Mi recomendación es adoptar un principio operativo simple: todo algoritmo debe rendir cuentas. Lo agradecerán su auditor interno, su comité de riesgos y, sobre todo, sus clientes.
Con todo lo anterior, el Lenovo CIO Playbook sirve de termómetro y de espejo. Termómetro, porque nos recuerda que la región se mueve y no podemos quedarnos en la orilla. Espejo, porque revela que las barreras no son solo técnicas, sino culturales y de gestión. Cuando una empresa entiende que su ventaja no está en coleccionar herramientas, sino en orquestarlas con propósito, la IA deja de ser un experimento y se convierte en ventaja competitiva. Nuestro rol como líderes es asegurar que cada paso tenga sentido, respete el marco normativo y deje a la gente mejor de lo que la encontró.
Durante más de tres décadas he visto cómo las empresas en Colombia y la región transforman incertidumbre en dirección cuando ordenan su información, forman a su gente y eligen aliados que viven el día a día del cliente. Si llegaste hasta aquí es porque intuyes que tu organización puede dar un salto sin perder su esencia. Recapitulemos el desafío: demasiadas promesas, pocos resultados, brechas de datos, talento presionado y urgencia de mostrar impacto. Entiendo esa tensión; también he estado al otro lado de la mesa alineando expectativas con el director financiero, el jurídico y el comité de riesgos. Desde TODO EN UNO.NET acompañamos con una ruta clara: primero, un análisis honesto de procesos, datos y cumplimiento; luego, una definición estratégica que aterrice arquitectura, riesgos y casos de uso con KPIs económicos; finalmente, una implementación funcional que instala capacidades, automatiza lo repetible y salvaguarda lo sensible. Aumentamos la eficiencia de tu empresa con soluciones digitales y normativas, con foco en consultorías administrativas, tecnológicas, mercadeo digital, Habeas Data, facturación electrónica, automatización, formación e IA aplicada. Nuestro compromiso no termina en el go-live: quedamos cerca, midiendo, afinando y formando para que la mejora sea sostenida y la ventaja, acumulativa. Las organizaciones que confían en nosotros no solo modernizan su operación; fortalecen su liderazgo y su reputación. Si buscas un socio que combine criterio, experiencia y humanidad para convertir IA en resultados comprobables, aquí tienes un camino seguro y medible para avanzar con tranquilidad.
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