Hoy en día la ciberseguridad se asocia a la vulnerabilidad y protección de los medios y aparatos electrónicos que usamos diariamente. Sin embargo, los primeros ciberataques, en el término más amplio de la palabra, se presentaron poco después del descubrimiento de la electricidad y la invención de medios de comunicación como el telégrafo. En 1903, Nevil Maskelyne logró interceptar las primeras transmisiones de los telégrafos inalámbricos. Dando un salto de muchas décadas hacia delante, nos encontramos con John Draper, conocido popularmente como Captain Crunch. A mediados de la década de los 70, él descubrió que usando la frecuencia de un silbato que salía en cajas de cereales, podía engañar el sistema de la central telefónica y realizar llamadas gratis.
Como podemos ver, los ataques a sistemas electrónicos y digitales existen desde que el ser humano aprendió a controlar la electricidad. A medida que avanza el tiempo y los avances tecnológicos mejoran de manera exponencial, van saliendo cada vez más tipos de ciberataques. Para colocar esto en perspectiva, el primer malware o virus de computador se creó a principios de los años 70 y se llamaba Creeper. En teoría era un virus un poco inofensivo, ya que llegaba a través de ARPANET, la precursora de Internet, y se ejecutaba de manera automática mostrando el mensaje: “I’m the Creeper, catch me if you can!”, o en español, “soy Creeper, ¡atrápame si puedes!”
¿Qué es la ciberseguridad?
La ciberseguridad es la práctica de defender las computadoras, los servidores, los dispositivos móviles, los sistemas electrónicos, las redes y los datos de ataques maliciosos. Los ciberataques son cada vez más sofisticados y eficientes lo que pone en peligro no solo la información y datos de los usuarios, sino también de las compañías.
En un informe de RiskBased Security, se reveló que unos 7900 millones de registros fueron expuestos por filtraciones de datos solo en los primeros nueve meses del 2019. Esta cifra es más del doble, 112 % de la cantidad de registros expuestos en el mismo período durante el 2018.
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En 2021, la gran mayoría de los objetos con los que interactuamos diariamente están conectados a la red o a un sistema electrónico. Por eso, la Corporación Internacional de Datos predice que el gasto mundial en soluciones de ciberseguridad alcanzará la impresionante cifra de 133.700 millones de dólares para el año 2022. Se estima que esta cifra solo seguirá creciendo de la misma manera que los ciberataques se complejizan.
La importancia de la ciberseguridad
Hoy en día la ciberseguridad se puede comparar hasta cierto punto con la seguridad de un banco. Las medidas son efectivas si la compañía está dispuesta a invertir el capital necesario para evitar estos ataques. Solo para mostrar la gravedad que tienen los ciberataques en los sistemas globales, te mostramos este caso:
En diciembre del 2019, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos imputó al líder de un grupo de cibercriminales organizados por su participación en un ataque global del malware Dridex que es un troyano financiero que posee diferentes funcionalidades. Desde el 2014, afecta a las víctimas e infecta a las computadoras a través de correos electrónicos de phishing o malware existente. Es capaz de robar contraseñas, datos bancarios y datos personales que pueden utilizarse en transacciones fraudulentas, y ha causado pérdidas financieras masivas que suman cientos de millones de dólares.
Teniendo en cuenta que estos delitos no están ligados a espacios físicos o jurisdicciones debido a la misma naturaleza de Internet, en 2001 se creó el convenio de Budapest, en el cual 56 países se reunieron para crear una política penal para proteger a la sociedad frente a la ciberdelincuencia y la importancia de fortalecer la cooperación internacional.
La ciberseguridad es esencial para proteger a todos los eslabones de la cadena. Desde el usuario final, hasta las compañías que proveen los servicios. Hoy en día, los esfuerzos para prevenir ciberataques se concentran en proteger a los individuos de la misma manera que a la compañía, ya que, en el mundo digital, ambos están entrelazados por direcciones IP y servidores compartidos.
Invertir en ciberseguridad es invertir en los activos de tu empresa. Elementos como datos, credenciales y contraseñas, son cosas que los ciber terroristas buscan robar para luego extorsionar a las personas y hoy en día, esos activos son casi tan valiosos como los mismos ingresos generados.