Con 'El juego de la historia', la humanista
colombiana entra al mundo de las aplicaciones.
La historiadora bogotana Diana Uribe dio el salto al mundo de los teléfonos
inteligentes y las tabletas con 'El juego de la historia', una aplicación móvil
que desarrolló con el apoyo del estudio de diseño Huevofrito.
"La idea es que la historia también vaya a la par con los cambios tecnológicos, que se pueda encontrar en otros formatos, que también esté en el mundo digital, como está en el mundo radial y en el impreso. Desde hace rato tenía la idea de construir algo digital", explica Uribe.
La aplicación, que por ahora sale para los dispositivos iPhone y iPad (el próximo año estará disponible para Android), consta de 160 preguntas de múltiple respuesta, que agrupan temas de la historia universal, historia del siglo XX, Grecia, Roma, inventos, descubrimientos y frases de famosos. "Tú entras y tienes 20 segundos para escoger la respuesta correcta, que luego yo la amplío con mi voz, en un audio previamente grabado. Esta es una oportunidad para aprender porque los niveles van avanzando", explica la historiadora, al agregar que el juego se podrá conseguir en dos versiones: inglés y español.
Uribe destaca que tanto este nuevo juego -que sale a un precio de 1,99 dólares, en la AppStore de Apple- como el resto de sus proyectos literarios, se han sustentado siempre en llevar un mensaje de tolerancia, con frases de sus personajes históricos preferidos, como John Lennon, Nelson Mandela y Martin Luther King, entre otros.
Al respecto, Uribe comenta que precisamente uno de sus futuros proyectos es la creación de un centro de documentación y de una fonoteca, en su centro cultural La Casa de la Historia -en el barrio bogotano de La Soledad-, que busca mostrar la experiencia de todos los procesos de paz del mundo, de cara al nuevo proceso de paz colombiano (véase Mirada al proceso de paz). Para ello, viene trabajando con un grupo interdisciplinario de colaboradores, con los que ya ha dictado varios seminarios.
"La idea es que la historia también vaya a la par con los cambios tecnológicos, que se pueda encontrar en otros formatos, que también esté en el mundo digital, como está en el mundo radial y en el impreso. Desde hace rato tenía la idea de construir algo digital", explica Uribe.
La aplicación, que por ahora sale para los dispositivos iPhone y iPad (el próximo año estará disponible para Android), consta de 160 preguntas de múltiple respuesta, que agrupan temas de la historia universal, historia del siglo XX, Grecia, Roma, inventos, descubrimientos y frases de famosos. "Tú entras y tienes 20 segundos para escoger la respuesta correcta, que luego yo la amplío con mi voz, en un audio previamente grabado. Esta es una oportunidad para aprender porque los niveles van avanzando", explica la historiadora, al agregar que el juego se podrá conseguir en dos versiones: inglés y español.
Uribe destaca que tanto este nuevo juego -que sale a un precio de 1,99 dólares, en la AppStore de Apple- como el resto de sus proyectos literarios, se han sustentado siempre en llevar un mensaje de tolerancia, con frases de sus personajes históricos preferidos, como John Lennon, Nelson Mandela y Martin Luther King, entre otros.
Al respecto, Uribe comenta que precisamente uno de sus futuros proyectos es la creación de un centro de documentación y de una fonoteca, en su centro cultural La Casa de la Historia -en el barrio bogotano de La Soledad-, que busca mostrar la experiencia de todos los procesos de paz del mundo, de cara al nuevo proceso de paz colombiano (véase Mirada al proceso de paz). Para ello, viene trabajando con un grupo interdisciplinario de colaboradores, con los que ya ha dictado varios seminarios.
Mirada al proceso de
paz
"Los procesos de paz transforman a los pueblos o, si no, no se hubiera
acabado nada, ni las Cruzadas ni la Segunda Guerra Mundial, y estaríamos todavía
derrotando a los mongoles", dice Uribe.
"Una cosa sí quiero decir: la paz es un hecho de las sociedades y todo los
pueblos pueden desarrollar un proceso de paz. No hay ningún pueblo que esté
imposibilitado ni química ni genéticamente ni por el destino para desarrollar un
proceso de paz que haga viable una convivencia de naciones", concluye.