A veces las estrategias sencillas son las más efectivas, especialmente en tiempos difíciles.
En tiempos donde se juntan situaciones económicas difíciles (que ameritan austeridad financiera) y un mercado laboral altamente competitivo, la pérdida del talento es, quizás, uno de los precios más altos a pagar. Sin embargo, no es necesario llegar a ese punto, ya que en recursos humanos hay estrategias que han demostrado ser efectivas y no requieren que se invierta ni un solo peso, solo que toda la empresa se involucre.
Scheherazade Perkins, de la consultora estadounidense Profiles International, dice que hay alternativas para fidelizar y motivar a los trabajadores sin que el bolsillo sufra. Por ejemplo, plantear metas y delegar responsabilidades en diferentes niveles de la nómina mantendrá a las personas con los ojos puestos en el objetivo, y el posterior reconocimiento público del logro reforzará el sentido de pertenencia que el empleado tiene con la compañía. Además, recomienda evitar situaciones como la sensación de inestabilidad laboral (que hará salir corriendo a los empleados en busca de un nuevo y más seguro empleador), el exceso de supervisión (que se convierte en algo regular en situaciones de alta presión, pero puede aburrirlos) y las malas relaciones con los altos mandos. “El dinero es una forma sencilla de motivar a su personal, pero raras veces alcanza los resultados deseados. Algo tan pequeño como decir “gracias por su trabajo” y “bien hecho” puede tener un impacto significativo en quienes trabajan en una organización”, subrayó la experta.