Yahoo puso fin al teletrabajo. Se abre de nuevo el debate. Expertos en el tema opinan.
En piyama, con el televisor prendido, comida a la mano y recibiendo visitas a
la hora que quiera. Ese es el panorama que en el imaginario de muchos existe
sobre el teletrabajo. Bastante contrario a la realidad de quienes decidieron
dejar de un lado la oficina para trabajar desde la distancia, en su casa.
En Colombia apenas se está abriendo camino el panorama en este sentido, pero el anuncio de la consejera delegada de Yahoo, Marissa Mayer, que eliminó esta modalidad y ordenó que los empleados volvieran a la oficina, bajo la premisa de que la productividad se logra “codo a codo”, volvió a abrir el debate sobre qué tan efectivo es trabajar a distancia física.
“Algunas de las mejores decisiones e ideas provienen de las discusiones de pasillo, de conocer gente nueva y de reuniones improvisadas. La velocidad y la calidad son atributos que suelen sacrificarse cuando se trabaja a distancia”, dijo la responsable de recursos humanos de Yahoo, Jackie Reses. No piensan los mismos algunos promotores de esta nueva forma de trabajo.
Para Herlaynne Segura, periodista, investigadora y coordinadora de capacitaciones sobre teletrabajo, “también se puede trabajar ‘codo a codo’ en la virtualidad. Y esto depende de la confianza, que se ve amenazada muchas veces por el temor de los jefes de perder la jerarquía y el control sobre sus empleados”.
Pero no solo la confianza del empleador, que sin necesidad de estar ‘encima’ del empleado debe creer que este cumple con sus compromisos, se pone a prueba con el teletrabajo, también, según la experta, “construirse una identidad frente a sí mismo y frente al otro (…) por lo general el entorno tiene la idea del trabajador convencional: la persona que sale todos hacia un lugar de trabajo, por eso cuando te ve siempre en casa, quizá consideran que no estás desarrollando ninguna actividad. Eso incluye desde los vecinos hasta tu propia familia. Ahí, el teletrabajador tiene que forjarse una identidad, poner límites frente a los otros y también fortalecer como teletrabajador”.
La tarea no es fácil. Y la clave parece estar está en la confianza. En eso coincide con la experta, el Coordinador de Proyectos TIC de Colombia Digital, Oswaldo Mejía, quien además señala que “la posibilidad de implementar la figura del teletrabajo depende de cada organización, tanto de las labores o el tipo de actividad que realiza como de la voluntad y confianza de los directivos para acompañar el proceso”.
En Colombia – dice Mejía – “no hay un gran porcentaje de empresas que tengan la figura del teletrabajo, aunque desde el año pasado (2012) a partir del impulso normativo del Ministerio del Trabajo y la iniciativa de Teletrabajo del Minisiterio TIC, empresas y entidades del sector público han empezado a evaluar la posibilidad de implementar el teletrabajo algunos días de la semana para algunos cargos específicos”.
Él habla del decreto 884 del 2012 que reglamenta la modalidad del teletrabajo en el país y que se firmó cuatro años después de que fue expedida la Ley 1221 del 2008, que lo reconoció como una modalidad laboral.
Teletrabajo, ¿cómo se consigue?
Herlaynne Segura dice que “generalmente parte de la propuesta del mismo empleado ante su superior. Debe ser una propuesta sólida que contenga cumplimiento de objetivos, ventajas y estrategias para lograrlos”. Pero también puede ser una propuesta de la empresa. Muchas incorporan un ‘plan piloto’ para empleados que desarrollan funciones específicas y que estén dispuestos a trabajar en casa.
Y aunque no hay un único perfil que se ajuste a esta metodología, sí hay ciertas características que hacer del teletrabajo una opción tan seria como el trabajo presencia.
“Ser disciplinado, comprometido, comunicador y autónomo. Una persona que no requiera la supervisión para cumplir su trabajo”, dice Segura. Sin embargo, la investigadora argentina Susana Finquelievich asegura que “ajustarse a esta modalidad de trabajo es más difícil para la gente joven, que no tienen su vida afectiva resuelta, al considerar que laborar desde la casa les limita la interacción con otras personas”.
Las mujeres, entre tanto, parecen tener en esta opción la mejor alternativa para no abandonar su hogar, sin descuidar su vida profesional. “Muchas me consultan sobre cómo encontrar un teletrabajo. Aunque hay variables como el temor a perder la posibilidad de ejercer la profesión o la importancia de aportar económicamente en el hogar, pero también sé de otras mamás como yo que están muy claras en que pueden conciliar su vida laboral y familiar con el teletrabajo”, señala Segura.
‘Me alisto como si fuera a salir de casa’
“Tengo una rutina común y corriente, como cualquier trabajador”, dice Johanna, quien lleva ocho meses experimentando esa “nueva forma de trabajar”. Nunca lo había hecho. Siempre había asistido a una oficina, con un horario definido. “Solo había trabajado en casa como freelance, pero las condiciones son completamente diferentes, no hay un contrato formal y el pago es completamente diferente”, cuenta.
Aunque hay empresas que dentro de sus condiciones para implementar el teletrabajo instalan una cámara en el lugar donde el empleado desarrollará sus funciones, no siempre es así. Un chat basta para mantener la comunicación. “Por lo general estoy conectada a MSN, por ahí hablo con mi jefe por ahí cuando hay algo urgente por hacer”, cuenta la periodista, que ha logrado alternar su papel como madre y su profesión.
No niega que extraña el contacto con otras personas en un entorno laboral, pero ve más las ventajas, en calidad de vida y productividad, trabajando en casa. “A veces estar tanto tiempo en el lugar que uno determina como oficina dentro de la casa cansa un poco, pero eso no es un problema cuando veo que optimizo tiempo y siento que en la empresa se están logrando resultados más rápido”, dice.
Ella trabaja en una universidad de Bogotá. Es periodista. Y asegura que la comodidad de su entorno y la posibilidad de alternar su trabajo con sus asuntos personales, hacen del teletrabajo una buena oportunidad para hacer más eficiente su labor. “Puedo estar haciendo algo del hogar y basta con pararme, prender un computador y entrar en situación. Eso, sin contar que cuento con todos los beneficios y prestaciones de ley y además que tengo el tiempo para estar y compartir con mi hija y mi esposo”, puntualiza.
31. 533 teletrabajadores en el país
Eduardo Bejarano, director de Derechos fundamentales del Ministerio del Trabajo, asegura que el teletrabajo tiene un buen camino en Colombia. 9% de la población trabaja bajo esa modalidad según cifras del Centro Nacional de Consultoría, tras un estudio contratado por el Ministerio TIC y la Corporación Colombia Digital. Ese porcentaje significa que hay cerca de 31.533 teletrabajadores en el país.
4292 empresas han implementado el teletrabajo. Y la mayoría de los teletrabajadores se concentra en Bogotá con 3.131 personas vinculadas bajo este método. Le sigue Medellín con 436, Cali con 485 y Barranquilla con 239. En la capital del país, el pico y placa
En el caso particular de Bogotá y otras ciudades que tienen la medida de pico y placa, la modalidad del teletrabajo podría resultar óptima para evitar ausentismo.
Las áreas, según la misma encuesta, que cuentan con más facilidad para implementar el teletrabajo, es la comercial y ventas, con un 51%, le sigue producción, administrativa y financiera con un 23% respectivamente. El estudio resalta que el 29% de las empresas colombianas, consideran implementar el teletrabajo en los próximos 5 años.
Sin embargo y aunque el panorama es positivo, Bejarano asegura que el gran reto está en el sector público. “Ahí las dinámicas son diferentes, el asunto presencial es importante y los jefes creen que sus empleados solo funcionan si están viéndolos y cumpliendo un determinado número de horas frente a la computadora. Cambiar esa cultura es el desafío que está por delante”.
En Colombia apenas se está abriendo camino el panorama en este sentido, pero el anuncio de la consejera delegada de Yahoo, Marissa Mayer, que eliminó esta modalidad y ordenó que los empleados volvieran a la oficina, bajo la premisa de que la productividad se logra “codo a codo”, volvió a abrir el debate sobre qué tan efectivo es trabajar a distancia física.
“Algunas de las mejores decisiones e ideas provienen de las discusiones de pasillo, de conocer gente nueva y de reuniones improvisadas. La velocidad y la calidad son atributos que suelen sacrificarse cuando se trabaja a distancia”, dijo la responsable de recursos humanos de Yahoo, Jackie Reses. No piensan los mismos algunos promotores de esta nueva forma de trabajo.
Para Herlaynne Segura, periodista, investigadora y coordinadora de capacitaciones sobre teletrabajo, “también se puede trabajar ‘codo a codo’ en la virtualidad. Y esto depende de la confianza, que se ve amenazada muchas veces por el temor de los jefes de perder la jerarquía y el control sobre sus empleados”.
Pero no solo la confianza del empleador, que sin necesidad de estar ‘encima’ del empleado debe creer que este cumple con sus compromisos, se pone a prueba con el teletrabajo, también, según la experta, “construirse una identidad frente a sí mismo y frente al otro (…) por lo general el entorno tiene la idea del trabajador convencional: la persona que sale todos hacia un lugar de trabajo, por eso cuando te ve siempre en casa, quizá consideran que no estás desarrollando ninguna actividad. Eso incluye desde los vecinos hasta tu propia familia. Ahí, el teletrabajador tiene que forjarse una identidad, poner límites frente a los otros y también fortalecer como teletrabajador”.
La tarea no es fácil. Y la clave parece estar está en la confianza. En eso coincide con la experta, el Coordinador de Proyectos TIC de Colombia Digital, Oswaldo Mejía, quien además señala que “la posibilidad de implementar la figura del teletrabajo depende de cada organización, tanto de las labores o el tipo de actividad que realiza como de la voluntad y confianza de los directivos para acompañar el proceso”.
En Colombia – dice Mejía – “no hay un gran porcentaje de empresas que tengan la figura del teletrabajo, aunque desde el año pasado (2012) a partir del impulso normativo del Ministerio del Trabajo y la iniciativa de Teletrabajo del Minisiterio TIC, empresas y entidades del sector público han empezado a evaluar la posibilidad de implementar el teletrabajo algunos días de la semana para algunos cargos específicos”.
Él habla del decreto 884 del 2012 que reglamenta la modalidad del teletrabajo en el país y que se firmó cuatro años después de que fue expedida la Ley 1221 del 2008, que lo reconoció como una modalidad laboral.
Teletrabajo, ¿cómo se consigue?
Herlaynne Segura dice que “generalmente parte de la propuesta del mismo empleado ante su superior. Debe ser una propuesta sólida que contenga cumplimiento de objetivos, ventajas y estrategias para lograrlos”. Pero también puede ser una propuesta de la empresa. Muchas incorporan un ‘plan piloto’ para empleados que desarrollan funciones específicas y que estén dispuestos a trabajar en casa.
Y aunque no hay un único perfil que se ajuste a esta metodología, sí hay ciertas características que hacer del teletrabajo una opción tan seria como el trabajo presencia.
“Ser disciplinado, comprometido, comunicador y autónomo. Una persona que no requiera la supervisión para cumplir su trabajo”, dice Segura. Sin embargo, la investigadora argentina Susana Finquelievich asegura que “ajustarse a esta modalidad de trabajo es más difícil para la gente joven, que no tienen su vida afectiva resuelta, al considerar que laborar desde la casa les limita la interacción con otras personas”.
Las mujeres, entre tanto, parecen tener en esta opción la mejor alternativa para no abandonar su hogar, sin descuidar su vida profesional. “Muchas me consultan sobre cómo encontrar un teletrabajo. Aunque hay variables como el temor a perder la posibilidad de ejercer la profesión o la importancia de aportar económicamente en el hogar, pero también sé de otras mamás como yo que están muy claras en que pueden conciliar su vida laboral y familiar con el teletrabajo”, señala Segura.
‘Me alisto como si fuera a salir de casa’
“Tengo una rutina común y corriente, como cualquier trabajador”, dice Johanna, quien lleva ocho meses experimentando esa “nueva forma de trabajar”. Nunca lo había hecho. Siempre había asistido a una oficina, con un horario definido. “Solo había trabajado en casa como freelance, pero las condiciones son completamente diferentes, no hay un contrato formal y el pago es completamente diferente”, cuenta.
Aunque hay empresas que dentro de sus condiciones para implementar el teletrabajo instalan una cámara en el lugar donde el empleado desarrollará sus funciones, no siempre es así. Un chat basta para mantener la comunicación. “Por lo general estoy conectada a MSN, por ahí hablo con mi jefe por ahí cuando hay algo urgente por hacer”, cuenta la periodista, que ha logrado alternar su papel como madre y su profesión.
No niega que extraña el contacto con otras personas en un entorno laboral, pero ve más las ventajas, en calidad de vida y productividad, trabajando en casa. “A veces estar tanto tiempo en el lugar que uno determina como oficina dentro de la casa cansa un poco, pero eso no es un problema cuando veo que optimizo tiempo y siento que en la empresa se están logrando resultados más rápido”, dice.
Ella trabaja en una universidad de Bogotá. Es periodista. Y asegura que la comodidad de su entorno y la posibilidad de alternar su trabajo con sus asuntos personales, hacen del teletrabajo una buena oportunidad para hacer más eficiente su labor. “Puedo estar haciendo algo del hogar y basta con pararme, prender un computador y entrar en situación. Eso, sin contar que cuento con todos los beneficios y prestaciones de ley y además que tengo el tiempo para estar y compartir con mi hija y mi esposo”, puntualiza.
31. 533 teletrabajadores en el país
Eduardo Bejarano, director de Derechos fundamentales del Ministerio del Trabajo, asegura que el teletrabajo tiene un buen camino en Colombia. 9% de la población trabaja bajo esa modalidad según cifras del Centro Nacional de Consultoría, tras un estudio contratado por el Ministerio TIC y la Corporación Colombia Digital. Ese porcentaje significa que hay cerca de 31.533 teletrabajadores en el país.
4292 empresas han implementado el teletrabajo. Y la mayoría de los teletrabajadores se concentra en Bogotá con 3.131 personas vinculadas bajo este método. Le sigue Medellín con 436, Cali con 485 y Barranquilla con 239. En la capital del país, el pico y placa
En el caso particular de Bogotá y otras ciudades que tienen la medida de pico y placa, la modalidad del teletrabajo podría resultar óptima para evitar ausentismo.
Las áreas, según la misma encuesta, que cuentan con más facilidad para implementar el teletrabajo, es la comercial y ventas, con un 51%, le sigue producción, administrativa y financiera con un 23% respectivamente. El estudio resalta que el 29% de las empresas colombianas, consideran implementar el teletrabajo en los próximos 5 años.
Sin embargo y aunque el panorama es positivo, Bejarano asegura que el gran reto está en el sector público. “Ahí las dinámicas son diferentes, el asunto presencial es importante y los jefes creen que sus empleados solo funcionan si están viéndolos y cumpliendo un determinado número de horas frente a la computadora. Cambiar esa cultura es el desafío que está por delante”.