Se consultó con las autoridades económicas qué repercusiones puede tener una moneda revaluada y si la situación pinta tan mal como parece.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) siempre recomienda evitar la intervención cuando una moneda se aprecia más de la cuenta, y tomarlo mejor como una oportunidad para impulsar el sector manufacturero y su capacidad productiva para aumentar su exportación.
Para el secretario adjunto de la Ocde, Pier Carlo Padoan, las intervenciones del Banco Central son legítimas pero no solucionan los problemas de largo plazo.
Al respecto, el Banco de la República considera que la intervención es una oportunidad para incrementar las reservas internacionales, lo cual fortalece la economía. Hoy Colombia está acumulando reservas a un ritmo sin precedentes.
El gerente del Emisor, José Darío Uribe, señaló que “creemos que el peso debería estar más devaluado frente al dólar. El hecho de que la producción minero energética va a crecer menos este año, que los años anteriores pues debería estar reflejándose en una tasa de cambio más revaluada”.
Uribe considera que los grandes beneficiados con la tasa de cambio revaluada son los consumidores en general, sobre todo de electrodomésticos, carros o motos. Además, quien tenga deuda externa consigue los dólares más baratos para pagarla.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, opina por su parte que no le gusta el control de capitales, una de las medidas que podrían aplicarse para ‘frenar’ la llegada de dólares y contener la revaluación.
“Estoy convencido de que la economía colombiana va en una dirección de devaluación, hacia los $1.900 o $1.950, por la forma como están evolucionando los diferentes sectores y como se está comportando el mercado de carbón a nivel mundial”, dijo.
En ese sentido, coincide con el gerente del Banco de la República en el sentido de que una caída importante en el precio de los commodities y una consecuente moderación del crecimiento del sector minero energético, contribuirá con una tasa de cambio más competitiva.
Para el secretario adjunto de la Ocde, Pier Carlo Padoan, las intervenciones del Banco Central son legítimas pero no solucionan los problemas de largo plazo.
Al respecto, el Banco de la República considera que la intervención es una oportunidad para incrementar las reservas internacionales, lo cual fortalece la economía. Hoy Colombia está acumulando reservas a un ritmo sin precedentes.
El gerente del Emisor, José Darío Uribe, señaló que “creemos que el peso debería estar más devaluado frente al dólar. El hecho de que la producción minero energética va a crecer menos este año, que los años anteriores pues debería estar reflejándose en una tasa de cambio más revaluada”.
Uribe considera que los grandes beneficiados con la tasa de cambio revaluada son los consumidores en general, sobre todo de electrodomésticos, carros o motos. Además, quien tenga deuda externa consigue los dólares más baratos para pagarla.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, opina por su parte que no le gusta el control de capitales, una de las medidas que podrían aplicarse para ‘frenar’ la llegada de dólares y contener la revaluación.
“Estoy convencido de que la economía colombiana va en una dirección de devaluación, hacia los $1.900 o $1.950, por la forma como están evolucionando los diferentes sectores y como se está comportando el mercado de carbón a nivel mundial”, dijo.
En ese sentido, coincide con el gerente del Banco de la República en el sentido de que una caída importante en el precio de los commodities y una consecuente moderación del crecimiento del sector minero energético, contribuirá con una tasa de cambio más competitiva.