Aunque el sistema financiero colombiano en la actualidad presenta cifras cada vez más rentables, el margen de intermediación de las entidades bancarias sigue siendo uno de los más altos en la región, lo que finalmente repercute en un pago mayor para los consumidores.
De hecho para créditos de consumo, las tasas están casi sobre la tasa de usura, por lo que, según Pérez podemos considerar que seguimos teniendo problemas en eficiencia de la intermediación financiera.
Castellanos dice que “contrario a lo que muchos imaginan, el margen de Colombia no es tan alto. Estamos por debajo del promedio latinoamericano, que es del 7,4%. Sin embargo, hay países que tienen el margen más bajos incluso del 3% y otros que también son más bajos, pero se da en mercados que son muy reprimidos como Venezuela o Argentina. La razón por la que Chile pueda mantener ese nivel tan bajo es porque han logrado un nivel de eficiencia es muy alto”.
El precio para el consumidor
Sin duda, esta diferencia al final quien más sale perjudicado es el consumidor al tener que pagar más por los créditos, aunque habría un segmento especialmente afectado. Para Alfredo Barragán, especialista en banca de la Universidad de los Andes, “seguramente en los que más repercute estas tasas es en los colombianos que son considerados de alto riesgo, es decir, los que actualmente se están bancarizando y por lo tanto, no tienen experiencia en el sector”.
Mientras tanto, el sector bancario es, según Pérez, el que más beneficio puede encontrar. “La rentabilidad de los bancos colombianos es buenísima y mucha de la IED que nos ha llegado a ese sector, es porque los márgenes de intermediación permiten rentabilidades mejores que en la mayoría de los países, y con el buen momento de la cartera, es un negocio redondo”.
Un aspecto importante a destacar es que los ingresos de las entidades bancarias se obtienen principalmente por su función de intermediación, en concreto el 57,74%, lo cual reafirma la idea de que ese nivel del margen beneficia sus operaciones.
En este sentido, de acuerdo con Luis Francisco Cubillos, director del programa de administración de la Universidad del Rosario, “la evidencia que los márgenes de intermediación del sector financiero colombiano, son uno de los más altos con respecto a otros países del continente, convierte a nuestro país en un mercado muy atractivo para el negocio bancario en esta parte del mundo y es un valor agregado para bancos internacionales, quienes pueden encontrar en nuestro país una oportunidad de mejorar sus utilidades, las cuales se han visto afectadas en otras partes del mundo”.
Por supuesto que ese beneficio se podría considerar una de las razones de que la tasa se mantenga elevada, pero no es la única. Tal como explicó el decano de la Universidad Externado de Colombia, “el sector financiero es bastante concentrado, hay grupos muy grandes que lideran el mercado y los chiquitos, manejan las mismas tasas que los otros”.
Por otro lado, Cubillos cree que el alza en tasas que repercute en el margen se debe a “varios factores como el riesgo explícito e implícito presente en el negocio bancario, y que podría asociarse a los costos asociados en las operaciones, la cartera que no puede ser recuperada en los créditos colocados, los costos de los encajes bancarios, el costo de oportunidad de los recursos colocados y en el futuro castigados o provisionados”.
De esta manera, mientras los bancos siguen ganando por sus tasas, los consumidores tendrán que seguir pagando caro, pues hasta que no haya una mayor eficiencia no se bajará este margen.
Alto margen, necesario para sobrevivir
Según un informe de la Ocde, se insinuaba que las altas tasas en países emergentes se explican por una menor ineficiencia y por la necesidad de ese margen para la supervivencia. Esto, para Daniel Castellanos, vicepresidente de Asobancaria, es verdad. “Es claro que para que un sistema financiero pueda sostener bajos márgenes de intermediación, tiene que ser muy eficiente. Si existen ineficiencias o mucha regulación, eso tiende a influir en la intermediación. En Colombia hay mucho terreno para mejorar y en los últimos años se han visto unos avances considerables. Colombia es un países financieramente muy reprimido, con solo una pequeña parte que recibe créditos, por lo que las posibilidades de desarrollo son muy grandes”, concluyó.