Las ventas de computadores personales logran mantener su ritmo a nivel corporativo, pero entre los consumidores la demanda cae drásticamente, sin que sirva ningún esfuerzo por su vigencia.
Es posible que la muerte de las computadoras personales sea una exageración. Sin embargo, la industria que gira a su alrededor está en un limbo.
Como las computadoras centrales, que se dijo que estarían muertas hace décadas, pero siguen siendo un negocio significativo, lo más seguro es que la PC engañe a la muerte. Cierto, los aparatos móviles, como el iPad, seguirán corneando las ventas de las PC.
Lo más probable es que esos aparatos móviles no satisfagan a los maestros de las hojas de cálculo, a los editores de cine y otros trabajadores que dependen de múltiples pantallas, así como de la precisión de un teclado y un ratón.
No obstante, existe un fuerte punto de vista entre ejecutivos de esta industria en cuanto a que disminuirá sistemáticamente la relevancia de las PC. “Mi opinión es que las PC van en declive y serán relegadas a ser un aparato utilitario para los negocios”, comentó Hector Ruiz, exdirector ejecutivo de Advanced Micro Devices, empresa que fabrica chips para PC y otros aparatos.
El ánimo alrededor de las PC está abatido. El negocio está en recesión, y no hay mejora a la vista. En el segundo trimestre de este año, los embarques mundiales de PC cayeron 11 por ciento, en su quinto trimestre consecutivo de declives, la peor crisis desde que llegaron hace más de 30 años.
Intel, el proveedor de los chips para PC y Microsoft, que fabrica el sistema operativo Windows para ellas, han entregado resultados financieros decepcionantes. Una importante reestructuración del programa informático de Microsoft, Windows 8, no levantó las ventas, y es posible que las haya empeorado.
La otrora poderosa Dell, profundamente debilitada por la crisis de las PC, está enredada en una lucha con los accionistas por un plan para dejar de cotizar en bolsa, buscando aliviar la presión de los inversionistas. En su intento por hacer privada a la compañía, Michael S. Dell, su fundador, y la firma de inversiones Silver Lake han argumentado que la transformarían en un proveedor de servicios de programas informáticos corporativos.
Aunque la venta de PC a los negocios sigue constante, la demanda de los consumidores se ha hundido, en gran parte porque la gente gasta el dinero en iPad, lectores Kindle Fires y otras tabletas.
No obstante, se puede revisar la realidad: se espera que se embarquen más de 300 millones de PC este año en todo el mundo.
Las ventas de las tabletas aumentan en forma explosiva. Se espera que este año haya más de 200 millones de embarques de ellas, que excederán por primera vez a los de las notebooks, la categoría más grande de PC, estima la investigadora Gartner.
Una teoría es que las tabletas llevan a que los compradores de PC pospongan la adquisición de una nueva, quizá un año o dos, pero al final estarán listos para una máquina nueva. “Se hacen a un lado los ciclos de sustitución”, comentó Toni Sacconaghi, un analista en Bernstein Research.
Un punto de vista más pesimista es que nunca retornará mucha de la demanda de PC. Daniel Huttenlocher, el decano y vicerrector del nuevo campus de tecnología de la Universidad Cornell en la Ciudad de Nueva York, dijo que los consumidores empezaron a comprar PC en grandes cantidades a principios de 1990, porque no existía ningún aparato mejor para entrar en Internet.
Sin embargo, la PC, dijo, siempre ha sido más adecuada en la oficina para la producción de documentos, presentaciones y otros trabajos. Desde su punto de vista, las tabletas son mejores para el consumo de contenidos.
“Son muchísimo más los consumidores que los productores, punto; aun en un mundo con mucho contenido generado por el usuario”, notó Huttenlocher.