Más de 6.500 fanáticos de la tecnología, de toda Colombia y América Latina, asistieron al certamen.
Durante seis días, Medellín fue la sede este año del Campus Party Colombia.
La sexta edición de Campus Party Colombia, que se celebró por primera vez en Medellín, contó con 6.500 ‘campuseros’ que asistieron a 250 horas de contenido tecnológico dividido en 16 temáticas.
Esta es la fiesta de tecnología y creaciones multimedia más grande del mundo, que desde 1997 congrega a jóvenes de Europa y Latinoamérica con el único fin de aprender, crear e interactuar con algunos expertos de la ciencia y la tecnología.
Según los organizadores, el cambio de sede vino porque Medellín es “una ciudad en ascenso que brilla en el escenario internacional por su capacidad de innovación y desarrollo. Además merece tener los mejores eventos que se producen en el país”.
El certamen finalizó ayer, después de seis días de campeonatos, actividades, eventos, foros, talleres, espacios multidisciplinares, convivencia y momentos de ocio. Eso, sin contar con las exposiciones y lanzamientos de proyectos emprendedores e innovadores de todo el país.
Según Angélica Lichilín, gerente general de Campus Party Colombia, la idea de este año fue incentivar a los jóvenes innovadores para fomentar su creatividad empresarial y social.
Es el caso de estudiantes del Sena, quienes elaboraron materas, mesas y relojes con desechos electrónicos.
Lo más insólito es la creación de asadores portátiles con CPU de computadores.
Durante toda la semana, los gomosos de la tecnología debatieron temas que oscilaron entre tendencias para salvar el planeta, técnicas en la creación de ordenadores, prototipos de máquinas, aplicaciones y monitoreo de redes sociales.
Ahora, después de varios días de ingenio, los ‘campuseros’ preparan de nuevo sus maletas, desarman sus carpas y computadores, sus juegos de video y se despiden de Medellín, con sus mentes repletas de más conocimientos, experiencias y nuevos amigos.
Críticas al evento
Los ‘campuseros’ criticaron la tardía asignación de tiendas y carpas. La primera noche debieron dormir debajo de los escritorios.
Otro punto en contra fue la falta de ventilación, que ocasionó calor en los recintos. La zona que más decepcionó fue la de los ‘gamers’, pues cerraba todos los días a las 10:00 p. m., lo que impidió que los torneos se desarrollaran de forma espontánea. Un tema positivo fue la entrada a eventos, foros y ponencias; las más concurridas fueron la de Bruce Dickinson y la de Andrés Barreto.