La norteamericana Angela Ahrendts, futura vicepresidenta de Tiendas de la compañía tecnológica, dirigía la marca de moda británica Burberry desde el 2006, con un salario anual de 17 millones de libras (cerca de 38 millones de dólares).
El salario de la empresaria estadounidense era superior al de cualquier directivo de las empresas del ‘footsie’ (forma popular de referirse al FTSE-100, índice de principales valores de la Bolsa de Londres según la publicación de 'Financial Times').
El fichaje de Ahrendts por Apple, anunciado el martes y que se presume también millonario, dejará solo a dos consejeras delegadas al frente de las grandes compañías del FTSE-100: Alison Cooper, en la tabaquera Imperial Tobacco, y Carolyn McCall, en la aerolínea EasyJet.
La norteamericana, de 53 años, se incorporará en abril del 2014 a Apple, donde supervisará la dirección estratégica, expansión y operación de las tiendas, tanto físicas como electrónicas, de la marca presidida por Tim Cook.
De su actual trabajo al frente de Burberry destaca su conversión en una marca de lujo global, que la firma le atribuye, y su expansión en los mercados emergentes, especialmente en China, donde la marca cuenta con 69 tiendas que le reportaron un 14% de sus ingresos en el 2012. Christopher Bailey, director creativo de Burberry, será el encargado de sustituir a Ahrendts a partir de la primavera de 2014 y compaginará su cargo actual con el de consejero delegado de la firma, según anunció la compañía.
"Aunque estoy triste porque no contaré más con el liderazgo inspirador de Angela, con la que ha sido una alegría trabajar, me siento más que seguro, porque ha dejado como legado un equipo de trabajo tremendamente fuerte en todas nuestras áreas", señaló Bailey, de 41 años. El diseñador, que trabaja en la firma desde el 2001, es conocido por su estrategia para las redes sociales, pues fue el primero en conseguir que una casa de moda retransmitiera sus desfiles en directo a través de internet.
La marcha de Angela Ahrendts, que será la única mujer de la directiva de Apple junto a ocho hombres, rebaja aún más la proporción de mujeres al frente de las principales empresas británicas. A las excepciones de Imperial Tobacco y de EasyJet se unirá posiblemente la compañía de correos británica Royal Mail, liderada por Moya Greene, que podría entrar en el "footsie" de la Bolsa de Londres en diciembre. La filial británica del Banco Santander, Santander UK, está también dirigida por una mujer, la española Ana Patricia Botín, pero aún no cotiza en la bolsa londinense.
Según un reciente estudio, el porcentaje de ejecutivas en las principales empresas británicas aumentó en lo que va de año hasta el 19% del total, un incremento considerable respecto al 12,5% de mujeres que había hace tres años. Esta escasa proporción de mujeres en cargos directivos preocupa al Gobierno británico, que ha exigido que un 25% de los directores de las cien principales empresas que cotizan en el parqué londinense sean mujeres para el2015.
Para alcanzar este objetivo, las empresas del FTSE-100 tendrían que nombrar a otras 66 mujeres directoras. La marcha de la empresaria más poderosa del Reino Unido se anunció el martes al tiempo que Burberry comunicó que sus ventas minoristas registraron un crecimiento del 17% de abril a septiembre de este año, primera mitad del ejercicio fiscal. La marca de los característicos cuadros fue sin embargo la que más perdió el martes en la Bolsa de Valores de Londres, con una caída en el valor de sus acciones del 7,6%, influida por la salida de la ejecutiva norteamericana, según los analistas.