En Colombia, 4 de cada 10 usuarios de Internet, los cuales suman 8 millones, son víctimas de delitos informáticos que van desde la simple violación de sus cuentas o correos hasta robos.
Así lo establece un estudio de Certicámara y la multinacional Symantec, que, respecto al impacto global del delito, agrega que a nivel mundial se presentan cerca de un millón de víctimas diarias y en Colombia 16.438 (6 millones al año).
“Las víctimas siguen aumentando porque los usuarios de Internet no conocen los certificados con los que debe contar un sitio web seguro al que le puedan entregar información confiable y de uso personal, como claves, contraseñas y números de identificación”, dijo Dean Coclin, gerente de Negocios de la multinacional Symantec.
David Kummers, experto en redes de Certicámara, afirma que se calcula que el daño del cibercrimen en el último año alcanzó en Colombia 464 millones de dólares, unos 917.000 millones de pesos. Dicha cifra incluye no solo la pérdida física del activo, sino la inversión que tuvieron que hacer las empresas para reparar el daño. El incremento anual del costo de los ciberataques en el país, además, es cercano a 36 por ciento.
La clonación de tarjetas es el delito electrónico más común cometido por delincuentes informáticos.
Latin American Network Information Center (Lanic), organización encargada del registro de direcciones web para Latinoamérica y el Caribe, dice que en el 2013 el fraude electrónico físico en la región llegó a 430 millones de dólares, cuatro veces más que en el 2012.
Por su parte, Ricardo Villadiego, presidente de Easy Solutions –empresa establecida en EE. UU., controlada por un grupo colombiano y dedicada a la prevención del fraude electrónico–, asegura que hoy en día la industria del fraude electrónico mueve 4.000 millones de dólares a nivel mundial, y se espera que llegue a 8.000 millones de dólares en el 2018.
“Colombia es uno de los países que más rápidamente han adoptado regulaciones para evitar el problema del cibercrimen”, indicó el directivo.
Sin embargo, considera que aun así es difícil que una regulación se mueva a la misma velocidad que los ataques. En opinión del experto, los sistemas bancarios son muy atractivos para los cibercriminales porque es donde existe una unión más directa entre el delito y el beneficio.