En el Mobile World Congress, la semana próxima se discutirá sobre la inversión de US$ 1,7 billones en tecnología inalámbrica de cuarta generación, pero también cobrará protagonismo la prospectiva sobre la quinta generación de móviles, más dirigida a comunicar aparatos que a humanos.
Siendo que los ejecutivos de las empresas de telefonía más grandes del mundo se reúnen en Barcelona la próxima semana, gran parte de su atención se centrará en los 1,7 billones de dólares que están gastando a medida que se actualizan a la tecnología inalámbrica de cuarta generación.
Sin embargo, los delegados en el Mobile World Congress también discutirán qué pasará después de que ese periodo de inversión termine en el 2020, ya que la atención se desplaza a la quinta generación de móviles: un desarrollo dirigido menos hacia los humanos y más hacia las máquinas.
Desde la red de sensores inteligentes que ayudará a las ciudades inteligentes a dirigir los sistemas de tráfico y la recogida de residuos, hasta los robots médicos capaces de realizar cirugías remotas, los científicos y las compañías como Orange SA, Ericsson AB y Huawei Technologies Co. ya están reinvirtiendo recursos en investigar cómo se utilizará la tecnología 5G.
Mientras que los estándares de la tecnología no se han determinado –su aparición no se prevé por lo menos sino hasta el 2020–, la industria está imaginando velocidades mucho mayores, menor uso de energía, una mayor fiabilidad y un cambio fundamental en la forma en que usamos la Web.
Web táctil
“Los objetos conectados transformarán la naturaleza del tráfico móvil”, dijo Nicolas Demassieux, vicepresidente sénior de Orange Labs Research. “Vamos a tener que desarrollar una tecnología capaz de soportar tanto a los usuarios de banda ancha pesada como a la ‘internet de las cosas’”.
La característica más revolucionaria de 5G pueden ser sus velocidades cercanas a la conexión instantánea.
Estas señales dan un tiempo de respuesta de un milisegundo o menos, mucho más allá de la reacción más rápida necesaria en un videojuego.
La tecnología también podría ser confiable en un grado impensable para los usuarios de teléfonos móviles de hoy, con los investigadores examinando si el 99,999 por ciento de disponibilidad del servicio es factible.
La velocidad y fiabilidad serán cruciales para cosas como los coches sin conductor u otras máquinas que deben responder instantáneamente a los cambios en la información. También será esencial para que los sueños sobre los sistemas robóticos remotos se hagan realidad.
“Queremos invocar un cambio de paradigma desde una red de entrega de información hacia una red de entrega de habilidades”, dijo Mischa Dohler, responsable del departamento de comunicaciones inalámbricas en el Kings College de Londres.
“Usted entrega de una manera pseudoelectrónica sus habilidades; yo enseñándole a un niño en Ghana a tocar el piano; los médicos realizando cirugías en Sierra Leona”.
Dohler se refiere con estas palabras a la internet táctil, una conexión tan sensible que un experto podría transmitirles el contacto humano y los movimientos a las máquinas.
EL INTERNET DE LAS COSAS
Tal vez más acuciante que la internet táctil es el diseño de 5G para manejar el crecimiento de la internet de las cosas, incluyendo los sensores inteligentes que monitorean por ejemplo el consumo de electricidad y el contenido del refrigerador. Para cuando 5G se implemente, habrá 50.000 millones de dispositivos conectados a la web, según Cisco Systems Inc. Eso es 7 por cada persona. La ubicuidad de estos dispositivos hará que las operadoras necesiten una forma mucho más barata de proporcionar cobertura, de ahí su esperanza en que 5G podría reducir el uso de energía de la red en un 90 por ciento.