De resultar culpable de los cargos la multa de Google podría llegar a ser hasta de 6.000 millones de euros.
La Comisión Europea ha enviado un pliego de cargos a Google porque cree que está abusando de su abrumador dominio en el mercado de búsquedas en internet.
En concreto, la acusación de la Comisión Europea gira en torno a que Google estaría manipulando los resultados de las búsquedas hecha a través de su plataforma para desviar el tráfico artificialmente.
¿Qué gana Google desviando el tráfico? Argumenta la entidad europea que dicho desvío de usuarios se está realizando hacia páginas que promocionan su propio servicio y sus productos. Se estaría haciendo principalmente hacia Google Shopping.
Google Shopping es un servicio Google, que combina la potencia del buscador más famoso del mundo con la posibilidad de comparar productos online.
Esta aplicación, que se encuentra bajo la caja de texto de búsqueda de Google es cada vez más integrada con los resultados de las búsquedas habituales. En teoría lo que pretende es simplificar el proceso de búsqueda de un producto de forma que el usuario pueda comparar las mejores ofertas de un producto.
Entre las opciones que ofrece Google Shopping se encuentra la posibilidad de buscar y filtrar productos por precio, por artículos con gastos de envío gratuitos, por establecimientos. En la actualidad Google maneja el 90% del mercado de búsquedas por internet.
Si Google no logra probar que no ha manipulado las búsquedas de sus usuarios se verá enfrentado a una multimillonaria multa que le sería impuesta por la Comisión Europea, la cual ha manifestado tener pruebas suficientes sobre el abuso de posición dominante cometido por el gigante de búsquedas.
De salir derrotada del pleito en Europa, Google tendría que pagar una multa, que en el peor de los casos, equivaldría al 10% de sus ingresos, esto sería alrededor de 6.000 millones de euros. No obstante lo más probable es que la penalidad que se le imponga no alcance dicho rubro, pues lo que se espera es un acuerdo entre las partes.
En el pasado Microsoft se vio envuelto en un enredo similar. En Bruselas se le impuso una multa de 2.000 millones de euros, claro está, que esto fue tras un largo pleito en el que la compañía estadounidense buscó a toda cosa demostrar su inocencia frente a las acusaciones.