La comercialización de contenidos se encuentra en el centro de la escena y es cada vez más importante para las marcas. Sin embargo, debes estar bien atento y con ganas de trabajar para producir un contenido de calidad que realmente marque la diferencia y te traiga resultados.
En el último tiempo, los portales de venta online han crecido en popularidad. Los usuarios cada vez les tienen mayor confianza, y adquirir productos online ya parece ser parte de la vida cotidiana de una buena parte de la población mundial. Es justamente por esto que el contenido pasa a ser fundamental.
Hay algunas marcas que han sabido aprovechar esta situación y han exprimido al máximo los beneficios que brinda un contenido original, creativo y entretenido. Sin embargo, hay otras empresas que se dedican al comercio electrónico que parecen no haber entendido de qué se trata.
Claramente no es lo mismo dedicar una buena parte de tu tiempo y dinero en generar contenido de alta calidad que sólo mostrar productos en un sitio web con unas pequeñas imágenes descriptivas.
Hoy en día es fundamental contar una historia atractiva, brindar información útil y relevante, que se note que existe una voz detrás de la marca que busca algo más que solo vender.
Tipos de contenido
Existen diferentes tipos de contenido dependiendo de la etapa en que se encuentre el cliente
En primer lugar, tenemos el contenido de exploración. Es un tipo de contenido que se reconoce en la etapa donde el usuario puede adquirir interés en un producto. Es la transición al interés concreto.
En segundo lugar, existe un contenido de consideración. Es la etapa donde se requiere el registro, o la suscripción, o el proceso para finalizar una compra. El usuario en este momento ya está decidido a adquirir el producto o servicio y sólo resta el trámite de finalizar el proceso.
El tercer tipo de contenido es quizás el más importante, porque puede acaso facilitar el acceso a los dos anteriores. Se trata del contenido de decisión. Aquí entra en juego el factor vinculado a generar confianza, es la construcción de una audiencia. Es importante que sea un contenido creativo, que cuente una historia agradable. De esta manera, el usuario accederá con mayor confianza y rapidez a la transacción.
Es fundamental aprovechar el espacio que se tiene para incluir contenido, no agregar sólo unas planillas para completar sino generar realmente un vínculo con el consumidor. Se necesita de participación social, ida y vuelta de comentarios. Es todo lo que ayudará para que tu emprendimiento pueda crecer.
Además de la creatividad es importante el contenido que se publica sea informativo y valioso para el lector. Por ejemplo, un manual de instrucciones, una guía de compra. No es cuestión de incorporar contenido por incorporar. En este aspecto, quedará en evidencia el compromiso de la marca con los usuarios.
¿Cómo y cuándo publicar?
Es necesario analizar cada cuánto debes publicar, en qué redes sociales promocionar y qué días hacerlo. Es un trabajo que requiere profesionalidad, un análisis profundo y, fundamentalmente, una constancia en la calidad del contenido producido.
El siguiente es un modelo básico para calcular las horas que debes invertir en la elaboración, implementación y revisión de tu estrategia de marketing de contenidos y plan de social media. Se trata de un esquema elaborado por Kevan Leen en Buffer Social.
El contenido creativo se encuentra en su momento de mayor importancia, y presenta diversas ventajas sobre otras formas de hacer marketing. No debes decepcionarte si publicas mucho contenido en un principio y parece no funcionar, es cuestión de revisar tu estrategia, animarte a cambiar y no perder la fe en el contenido que ofreces.
Marketing de contenidos: ¿crisis u oportunidad?
Así como vemos una marcada tendencia en muchas marcas que sugieren falta de atención y de profesionalización a la hora de trabajar con los contenidos, también es evidente que es un terreno donde puedes sacar la ventaja deseada. Para esto, debes tomar la crisis del resto como una oportunidad. Debes estar a la orden del día y trabajar en todos los factores donde otros no trabajan: profesionalización en la creación de contenido de calidad, revisión del proceso, difusión adecuada del contenido.