Uno de los grandes problemas que enfrentan las tiendas de ropa online es la reticencia que aún parece ser generalizada en buena parte de los clientes, quienes aún sienten la necesidad de observarse al espejo con la prenda puesta antes de pagarla.
Sentirse a gusto con el vestido, calzarse los tenis y “caminarlos”, asegurarnos de las texturas y de los colores y tomar una decisión cuando nos sentimos completamente cómodos, hace parte de nuestra cultura.
Pero la realidad aumentada está haciendo maravillas en este campo y hoy tenemos a la mano varias opciones que nos permiten acercarnos a esa experiencia de probarnos la ropa, pero de manera virtual. Aquí una selección de las mejores.
Mi modelo en 3D
Acustom Apparel (tienda)
Con esta nueva tecnología, la tienda neoyorkina Acustom Apparel (especializada en vestidos para hombres) convierte a cada comprador en su propio diseñador.
Se trata de un escaneo completo del cuerpo del cliente para construir un modelo 3D, gracias a la captura de dos millones de punto de datos, en un proceso que tarda tan sólo 15 minutos.
Luego -y desde la comodidad de la casa- se elige elegir la tela, el color y la forma de los cuellos, puños y solapas, para hacerse con el traje deseado.
Es casi un juego
Stylewhile (app)
Stylewhile es un modelo de aplicación básico que permite seleccionar un avatar, colocarle el rostro del usuario y seleccionar las tallas de cuerpo correspondientes. Acto seguido, el cliente escoge las prendas de su preferencia y las va probando en su “miniyo”.
El sistema no es del todo exacto pero le permite al cliente hacerse a una idea muy cercana de cómo se vería vestido y escoger las prendas que desea comprar. Además, termina siendo muy divertido al parecerse un poco a un juego.
La personalización al extremo
Fits.me (plataforma digital)
Fits.me es una plataforma digital mucho más compleja, que fue desarrollada tras seis años de trabajo continuo y el análisis de millones de cuerpos y rostros, según declara la empresa en su propio portal web.
La aplicación ofrece muchas opciones de personalización como la altura y las tallas del pecho, la cintura, las caderas y los brazos. Así, cada usuaria configura su propia morfología y el resultado, gracias a la realidad aumentada, termina siendo bastante satisfactorio.
Además, cuenta con la alternativa de incluir preferencias sobre un ajuste apretado u holgado, entre otras bondades.
¿Exite el sostén perfecto?
Thirdlove (tienda)
“Sí”, parece ser la respuesta de ThirdLove, marca especializada en ropa interior, que ataca con su tecnología uno de los mayores problemas de las mujeres: encontrar el brasier con el ajuste perfecto.
Universalmente existen estándares para los sujetadores, pero muchas mujeres no encajan en dichas mediciones. Por ello ThirdLove descartó esta variable para ir directamente a la personalización, que ocurre en tres sencillos pasos:
1) Se descarga la aplicación.
2) La mujer se toma dos fotos (una de frente y otra de perfil), vistiendo una camisilla ajustada de tirantes y con la ayuda de un espejo.
3) La aplicación procesa los datos para ofrecer la prenda ideal.
Lo mejor: las fotos no se suben a la nube, no se descargan, ni se guardan en la memoria. ¡Simplemente desaparecen!
La comunidad de los “probadores”
Fitbay (comunidad)
Este recurso digital funciona a modo de comunidad, en el que al usuario se le asigna un “doble” con un cuerpo de características muy similares al suyo.
La plataforma, en vez de tomar las medidas, sugiere el “doble” de acuerdo con el peso, la altura y la forma del cuerpo, datos proporcionados por el hombre o la mujer.
Luego es fácil interactuar con las fotos del “doble”, conocer las tendencias, observar lo que mejor se le ajusta, compartir imágenes con los trajes propios y recibir comentarios de los distintos usuarios.
El espejo mágico
“Magic mirror” (tecnología)
Esta tecnología, que ya la han dado a conocer prestigiosas tiendas de ropa, como Bloomingdale’s (EE.UU.) y Miss Selfridge (Reino Unido), empieza a causar furor.
Se trata de un espejo-pantalla en el que el cliente, sin cambiarse de ropa, va seleccionando distintos modelos de prendas y vestidos “virtuales” con los que se realiza un montaje y con los que se ve reflejado.
Las imágenes se transmiten a una página web, que puede ver cualquier familiar para ayudarle a tomar la decisión.