Por
épocas se ha escuchado la frase ¨la curiosidad mató al gato¨, esto hace
referencia a un típico comportamiento del ser humano, cuando observa algo
interesante lo cual hace que de inmediato entre en un estado de fisgoneo, por
conocer, hacer uso o zacear su gusto por lo nuevo.
Tal cual pasa con nuestra vida digital, por curiosos ingresamos a ciertos
sitios web o descargamos Apps a nuestros dispositivos sin tener la mayor
precaución, y solo pulsamos el botón descargar. Pero la pregunta es ¿Sabemos
qué información estamos traspasando a nuestros equipos y que información
están adquiriendo de nosotros? Las razones son obvias. En las distintas
tiendas de aplicaciones como Google Play Store y App Store, existe una gran
cantidad de aplicaciones falsas, que pueden ocasionar problemas, como una
infección de virus, o que su información personal caiga en manos de terceras
personas.
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Estas tiendas de entretenimiento
virtual, nos brindan cientos y cientos de aplicaciones para todo gusto, entre
más navegamos más nos ¨engomamos¨, pero a la vez estamos más vulnerables
digitalmente, pues vamos y vamos descargando apps simplemente por probar,
luego las eliminamos si estas no fueron de nuestro agrado, pero en ese
pequeño lapsus de segundos nuestra vida digital fue totalmente quebrantada.
Un claro ejemplo de
nuestro masoquismo virtual es en el caso de Android, ya que este da la
libertad de instalar apps que no están en su tienda, pero en estos archivos
pueden ocultarse ciertos virus, lo cual aún coloca más en riesgo nuestra
privacidad y datos. ¿Por qué? Pues este permite que los usuarios del sistema
operativo puedan instalar apps a partir de archivos descargables.
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