¡Quisiera Señor en esta Navidad, armar un árbol dentro de mi
corazón, y en él colgar, en lugar de regalos, los nombres de todos mis amigos!.
Quisiera Señor en esta Navidad, armar un árbol de raíces muy
profundas, para que sus nombres jamás sean arrancados de mi corazón.
Un árbol de ramas muy extensas para que los nuevos nombres, venidos de
todas partes, vengan a unirse con los ya existentes. Un árbol de
sombra muy agradable, para que nuestra amistad sea un momento de reposo, en el
medio de las luchas de la vida. Un árbol que al florecer el próximo año, traiga
Paz, Amor y Amistad, y en la Navidad Señor, nos podamos encontrar para
compartir uvas de Esperanza, poniendo un poco de felicidad en aquellos que todo
lo han perdido.