El 21 de octubre de 2016, expertos de seguridad detectaron
un ataque masivo a la infraestructura del Internet.
Específicamente, fue un ataque contra la infraestructura de
DNS (Domain Name Server), que sirve como la guía telefónica de antaño, y
permite que uno pueda escribir www.google.com sin tener que saber que en
términos técnicos, la dirección lógica de Google es 216.58.192.68.
El ataque fue
posible porque millones de dispositivos como cámaras, impresoras, ruteadores, y
videograbadoras digitales (DVRs) fueron diseñados irresponsablemente con una
conexión a Internet y contraseñas por defecto que son difíciles o imposibles de
actualizar, o que, de plano, los dispositivos son imposibles de configurar.
Esto permitió que hackers pudieran desarrollar programas de malware
sofisticados que básicamente reclutan millones de dispositivos y fácilmente los
pueden forzar a ser miembros de un ejército de atacantes contra cualquier sitio
o servicio.
En este caso, los impactados
fueron Twitter, Amazon, Tumblr, Reddit, Spotify y Netflix.