El ritmo con el cual avanza la humanidad en este siglo es vertiginoso, se calcula que cada 18 meses la tecnología duplica su poder, alcance y capacidad en promedio, según cifras compartidas por Singularity University.
A este paso se estima que el 40% de las firmas que hoy hacen parte del Fortune 500, la lista anual de las más importantes compañías de Estados Unidos, ya no lo sean en los próximos años.
Así lo explicó durante su presentación en el Congreso SAP Financial Services Summit que se realiza en la ciudad de Cartagena, el experto de Singularity University, Michael Leadbetter.
El representante de esta organización, que desde el Centro de Investigación Ames de la Nasa (California) se dedicada a la formación e incubación de negocios, dejó claro que sobrevivir en este escenario de innovación no será fácil.
Afirmó que las empresas tienen que seguir ciertas fases para poder mantenerse vigentes en el tiempo. El primer paso, según dijo, evidentemente es aceptar la digitalización e interpretar las oportunidades a tiempo.
En este sentido, Leadbetter afirmó que no hay que caer en el “engaño” de la cultura empresarial del pasado, ya que hay que aprender a reinventarse para no repetir las historias de fracaso de firmas como Blockbuster o Kodak.
Esta no es una tarea fácil, en medio del tsunami de información que hace difícil la interpretación del futuro de los negocios.
Agregó que para sobrevivir a la Cuarta Revolución Industrial hay que ‘desmaterializar los negocios’, pues considera que ya no es necesario estar anclados al mundo físico si existe uno digital.
Otro de los ‘tips’ de supervivencia es democratizar los servicios, al reducir los precios y brindar más acceso a los servicios tal y como la hacen Facebook y Google con sus proyectos de llevar internet a las zonas más apartadas de forma innovadora.
Dado que el congreso está centralizado en la banca, el experto invitó al sistema financiero a despertar del letargo, dado que hay un sinnúmero de ‘startups’ o empresas jóvenes que hoy pueden hacer lo mismo, mejor y más fácil.
Un ejemplo muy apropiado de esta revolución Fintech es Kabbage, un startup de los Estados Unidos que tarda exactamente siete minutos en aprobar un microcrédito.
Es decir, 5.000 veces más rápido respecto de los 20 días que le toma a una entidad financiera clásica, de acuerdo a un estudio de McKinsey.
Además, un estudio de ID realizado a instituciones bancarias y financieras a nivel mundial reveló que el 28% de ellas ve en las empresas de tecnología a su futura competencia.
Los bancos no se quieren quedar atrás en esta discusión global.
En una encuesta reciente, realizada por The Economist Intelligence Unit, se entrevistaron a 103 altos ejecutivos en banca y servicios financieros.
De ella se encontró que la mayoría (69%) calificaba a las iniciativas digitales como altas o relativamente altas en comparación con otras prioridades estratégicas.
El mensaje es claro, los bancos deben adaptar un espíritu de ‘startup’ a su cultura de negocios. Hoy ya existen varios intentos para cambiar el paradigma y salir del cubo.
Por ejemplo, la aseguradora Axa ha invertido US$1.000 millones en mejoramientos tecnológicos y además ha optimizado sus operaciones para hacerles más fácil la vida a los consumidores.
De otro lado, Commerzbak ha automatizado el 80% de sus funciones. También ha dado a conocer una propuesta polémica y direccionada con la robotización: reducir 10.000 trabajos para 2020.
MasterCard ha empezado a aplicar varias soluciones de inteligencia artificial para reclutar personal en internet. En total, se han utilizado 240.000 aplicaciones de software para 1.400 roles.
Y finalmente en el congreso se nombró el caso de éxito de The Royal Bank of Scotland (RBS) que ha optimizado su servicio al cliente con inteligencia artificial, capaz de reconocer las emociones humanas.