Estamos en un mundo muy competitivo, en el que las empresas necesitan ser cada vez más productivas. Por eso es necesario reducir o eliminar riesgos de indisponibilidad así como impactos financieros negativos asociados, que puedan impactar en la productividad del equipo de trabajo y del negocio de una compañía.
Cuando las empresas sufren pérdidas de 1 millón a miles de millones cada vez que ocurren eventos de pérdida de datos, los equipos ejecutivos prestan atención. Si multiplica esta cifra por la alta probabilidad de que estos eventos ocurren cinco o más veces por mes, o 60 veces por año, no es sorprendente que las inversiones en protección de datos estén aumentando.
El impacto económico de la pérdida de datos en la productividad y de las crecientes amenazas globales tiene un costo alto. Los responsables de TI buscan la agilidad de las soluciones de nube e híbridas actuales para mitigar este riesgo. Pero al margen de encontrar nuevas soluciones o intentar readaptar las existentes, el personal directivo busca ir más allá del backup; desafiar a sus equipos a buscar nuevos métodos que puedan, quizá, permitirles directamente evitar un desastre.
¿Cómo preparar a su empresa para el próximo desastre de datos? Le comparto un paso para lograrlo
1. Cree su propio perfil de riesgo: es recomendable calcular el costo real de la interrupción, definiendo valores de la manera más precisa posible.