Hoy en día, prácticamente todas las industrias se han visto beneficiadas de alguna manera gracias a la industria de los videojuegos. Esta siempre ha empujado las capacidades técnicas del hardware al máximo en conceptos de simulación, inteligencia artificial, procesamiento de imágenes, generación de imágenes 3D, entre otras. Esta necesidad -y oportunidad- de mejorar la calidad de los juegos ha impulsado la industria del hardware en todas sus áreas.
En su momento, el cine generó un empuje muy importante en la tecnología y, hoy en día, es la industria del entretenimiento de la mano de los videojuegos la que lo sigue haciendo. Es una
industria con mucha competencia, grandes inversiones y que nunca va a desaparecer.
El ejemplo más claro viene de la generación de imágenes 3D, donde se desarrollaron las tarjetas aceleradoras de gráficos (GPU) con el objetivo de poder procesar muchos vértices y píxeles en paralelo y obtener así mejor calidad visual en los juegos. Esto generó el interés en utilizar esa misma arquitectura de procesamiento paralelo para otras industrias. Esta tendencia, llamada GPGPU (General Purpose - Graphics Processing Unit) es lo que ha reemplazado a los grandes datacenters de cómputo por computadoras mucho más económicas y pequeñas que solo utilizan las placas de video (GPU) para realizar el cómputo de simulaciones científicas de avanzada.