El liderazgo digital es un concepto que explica cómo los tomadores de decisiones y los miembros de un proyecto deben moverse en torno a la nueva realidad que imprime la transformación digital
Lluís Soldevila, consultor y experto en liderazgo digital, explica cómo los nuevos líderes deben acoplar su mindset o su mentalidad a las nuevas realidades que imprime la transformación digital.
Para ser un líder digital es importante evidenciar el pensamiento análogo, ese que viene con la forma tradicional de hacer las cosas, y cambiarlo por uno más dinámico, más ágil... más digital.
El consultor hace énfasis en que es más importante la actitud digital que las aptitudes o habilidades tecnológicas.
Estas son las 10 características de un líder digital, según Lluís Soldevila (y solo la primera tiene que ver con tecnología):
Digibetización: Es una palabra inventada por el experto y es prima de la alfabetización. Hace muchos años a nadie se le ocurría ser analfabeto, teníamos que alfabetizarnos. ¿Alguien pensaba en sobrevivir siendo analfabeto? Pues no, era obligatorio aprender a leer. Hoy en día lo necesario es la alfabetización de lo digital, independientemente de la edad que se tenga.
Visión: En un entorno cambiante, lo único que no cambia es la visión, es a lo que se ciñe la empresa, son sus cimientos. En un mundo Vuca (por sus siglas en inglés, es un término militar que nació con los atentados del 11 de septiembre y significa volátil, incierto, complejo y ambiguo) la visión es lo único que sirve de guiar.
Espíritu emprendedor: Dentro de la empresa se le llama intraemprendeduría. Este término ya no es de arriba debajo de la compañía, todos los miembros deben ser intraemprendedores y tener nuevas ideas. Es un nuevo concepto liderazgo que ya no es autocrático, sino que debe permear en toda la empresa.
Autoconocimiento: No todos pueden ser buenos en todo. Hay que conocerse para ver en dónde realmente se puede ser bueno y ahí brillar. Según Soldevila, hay gente que cuando se autoanaliza se dedica a mitigar sus puntos flacos, pero esto no funciona, ni lleva a la mejor versión de sí mismo. Esto se consigue cuando se hace un ejercicio de autoconocimiento y la persona se focaliza en sus puntos fuertes o talentos.
Agilidad: Si todo cambia rápido hay que ser ágiles. Por ejemplo, decisiones de impacto corto, inversiones pequeñas, interacción con el cliente o prototipos deben estar a la orden del día.
Presencia: Es necesario entender y tener muy claro que las redes sociales son necesarias como medio para formar y para informar.
Comunicación digital: La manera de comunicar es totalmente diferente en el mundo digital, es más rápido, es más informal.
Formación constante: En este punto, el experto acude al término norteamericano “Long Life Learning”, que implica que los líderes digitales no deben parar de aprender.
Cuidar a la gente: Hay que educar y potenciar a la gente. Trabajar con la gente. La gente es clave en los equipos, no la tecnología.
Trabajar en red: Ya no debe estar el concepto de organización vertical, sino de red. Son organizaciones pequeñas, ágiles y en forma de red. Las empresas ya no deberían tener una estructura gigante con todas las capacidades, porque lo que se busca es agilidad. “Al final, si estamos conectados, la inteligencia y el valor que aportamos no es el valor único, ni la suma de valores, sino que es exponencial”, concluye Soldevila.