“¿Para qué me metí en ésto?“
Mi amigo estaba completamente desbordado y agobiado por su negocio.
Su familia estaba en crisis, él dedicaba demasiadas horas a su negocio, y aún no conseguía clientes.
Su pareja ya no podía soportarlo más, demasiadas horas en soledad y sin ver los frutos de aquello por lo que le prometieron más libertad.
La obsesión por cumplir los objetivos no le permitía ver que su vida (y sus ilusiones) se estaban desmoronando.
Siempre creía que no estaba haciendo lo suficiente.
Intenté ayudarlo, pero fue en vano.
Su estrés lo superó, y ya no escuchaba a nadie. Ni siquiera se escuchaba él mismo…
Después de que su pareja lo abandonara, volvió a su antiguo trabajo, creyendo que emprender es para unos pocos y que él no era lo suficientemente bueno.
Nunca más lo volvió a intentar.
3 Herramientas clave para reducir el estrés al emprender
Cuando estamos demasiado enfocados en los objetivos, y no tomamos perspectiva, comenzamos a dejar de vivir el presente.
Eso mismo le pasó a mi amigo. Dejó que su negocio y, sobre todo, sus expectativas lo absorbieran.
Pero no tiene que pasarte lo mismo.
Cuando sabemos que estamos haciendo lo que hay que hacer, entendemos que el emprender es un proceso, y que no vamos a ver los resultados de la noche a la mañana, pero no por eso debemos pensar que nunca van a llegar.
Los caminos desconocidos son los que parecen más largos, sin embargo es donde más aprendemos de nosotros mismos.
Si sientes que no estás haciendo lo suficiente por tu negocio y no sabes qué acciones tomar, este episodio es para ti.