Jefes de órganos de control coinciden en estas herramientas para luchar contra el crimen.
En Concordia participan líderes regionales y evalúan los desafíos del continente.
El descubrimiento de la Fiscalía de una estación de servicio que en Riosucio (Chocó) vende 1,2 millones de galones de gasolina al año, tanto como la más grande de Bogotá, solo fue posible gracias a la tecnología.
Pero para el contralor general, Felipe Córdoba, controlar los más de 5 millones de contratos del sector público también solo es posible con alta tecnología.
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, y el contralor Felipe Córdoba coincidieron en esa línea ayer durante un panel anticorrupción en la cumbre convocada por Concordia, en Bogotá.
Según Martínez, hay razones para determinar que la estación de gasolina de Riosucio, Chocó, y otras 32 surten de ese combustible subsidiado por el Estado al narcotráfico.
Y también gracias a la tecnología, la Fiscalía dio con el paradero de 18.000 colombianos que tenían orden de captura y están libres.
El contralor Córdoba, por su parte, afirmó que gracias a las herramientas tecnológicas se han logrado frenar contratos que se firmaban con “muertos” y “droguerías que hacen obras públicas”.
Para él, Colombia “tiene que entender” que “sin tecnología y sin ciudadanía no hay resultados contra la corrupción”.
Córdoba deploró también que los órganos de control tengan unos presupuestos casi de “miserableza”, lo que hace que “mientras las autoridades van tras el delito a ritmo de bicicleta, los criminales lo hacen a la velocidad de Lamborghini”.
Ambos, el Fiscal y el Contralor coincidieron en que la tecnología está conduciendo a una mejor eficacia en la lucha contra la corrupción.