Desactivar algunas funciones de la plataforma puede generar conflictos en las relaciones laborales, señalan expertos.
Aunque las plataformas digitales como WhatsApp han traído consigo algunas funciones que ayudan a mejorar la comunicación entre las personas, algunas de estas resultan molestas y muchos de los usuarios están optando por desactivarlas con el objetivo de alcanzar algo de tranquilidad.
En la actualidad es muy común escuchar amigos o familiares que silencian las notificaciones de algunos chats por la cantidad de mensajes o que simplemente quitan la función de los 'chulitos azules', que informan a los usuarios si su mensaje fue leído o no.
Sin embargo, y aunque no parezca, este tipo de acciones suelen traer algunas consecuencias debido a los significados que pueden generar en los usuarios. Por ejemplo, para algunas personas el hecho de desactivar la función del 'chulito azul' significa desinterés, poca importancia a la persona o mala educación.
De igual manera, según César González, sociólogo y docente de la maestría en estudios sociales del consumo de la Universidad Central, a eso se le suma el rastreo de la última hora en la que la persona se conectó, la cual genera la incertidumbre del por qué no pudo responder a determinada hora si estuvo conectado.
“Esta paranoia y obsesión por la comunicación instantánea, donde la espera está siempre bajo sospecha, puede tener algo de explicación en las relaciones amorosas, que sabemos no son un terreno fértil para la paciencia. Pero cuando esto se lleva al ámbito laboral, la cosa es otra”, explicó González.
Según el docente en muchos casos dejar en visto, contestar con demasiados emojis, no usar bien la ortografía, poner estados en WhatsApp que no vayan con la moral del jefe, pueden convertirse en un serio problema para los colaboradores, ya que los pone en la tensión entre la vida laboral, que tiene un tiempo y la vida privada que debe tener otro.
Pero, ¿qué tan mal se ve hacer estas modificaciones en el ámbito laboral? La discusión está dividida entre quienes consideran que la plataforma puede configurarse de la manera que considere pertinente el usuario, siempre y cuando el teléfono sea personal y no corporativo, y los que creen que efectivamente eliminar estas funciones puede tomarse como una falta de respeto.
Para Lilian Farfán, jefe de selección y contratación de Adecco Colombia, aunque este es un tema subjetivo, depende de si el teléfono donde se está utilizando la plataforma es personal o corporativo.
“Si es un celular personal, la persona está en la libertad de activar o desactivar las funciones que considere. Pero, si es un teléfono corporativo debe tener en cuenta que es una herramienta del equipo y que debe estar configurada según los parámetros de uso que se establezcan”, afirmó Farfán.
Junto con esto, recalcó que el uso de estas plataformas en el área laboral debe estar enmarcado en el respeto, ya que es una herramienta considerada como personal.
Contrario a esto, Fabio Zapata, director ejecutivo para el Cono Sur de Page Consulting IT, destaca que el restringir estas funcionalidades genera un malestar y no debería hacerse. “Definitivamente eliminar funciones como el 'chulito azul' genera malestar porque todo el mundo sabe lo que significa – que la persona lo está evitando – y puede verse bastante agresivo. Entonces, personalmente, no me parece una buena decisión eliminar esa funcionalidad, es mejor ser claro y responder”, señaló.
De igual manera, para Juan David Tous, gerente de marketing de ManpowerGroup, en el ámbito laboral es ideal que todas las funciones de estas plataformas estén activadas con el fin de facilitar y mantener una comunicación fluida con los compañeros de trabajo.
“Existe una relación laboral y en esta debe regir el respeto y el compromiso para ayudar al equipo a sacar adelante las iniciativas, por eso es necesario que estas plataformas, aunque sean informales, permitan tener una comunicación fluida y esto incluye tener activadas las funciones necesarias”, destacó Tous.
El experto también recalcó que las relaciones laborales a través de estas plataformas deben mantener un mismo tono y formalidad, ya que se constituyen comunicaciones oficiales.
ES NECESARIO REGLAMENTAR
De acuerdo con Zapata, las organizaciones aunque usan diariamente estas herramientas, no suelen definir las políticas del uso de estas plataformas lo cual genera un impacto negativo en las relaciones laborales e interpretaciones como las dadas anteriormente.
“Lo que pasa muchísimo con WhatsApp es que no se definen políticas claras del uso de la herramienta en el entorno corporativo y eso tiene un impacto enorme en las relaciones ya que, por ejemplo, si no se definen los horarios en los que se puede escribir, las personas en medio de su espera de tener una respuesta inmediata al enviar un mensaje, pueden tomar a mal la actitud del empleado, aun desconociendo si la persona está ocupada, en una reunión o en su espacio libre”, explicó Zapata.
Ante esto, el experto señaló que es necesario poner una serie de reglas, de mutuo acuerdo, sobre el manejo de esta plataforma como medio de comunicación entre el equipo de trabajo. En ellas se deben tener en cuenta aspectos como si es necesario utilizar esta plataforma o si existe otra opción más adecuada, los horarios, el tono y los tiempos de respuesta.
“En ese tipo de situaciones reinará tener una buena comunicación con el empleado y acordar si se deben comunicar por ese medio y pautar entre todos la configuración que sea más adecuada para su comunicación”, afirmó Zapata.