¿Qué es el teletrabajo? Buscando en google me sale lo siguiente:
"El teletrabajo es una forma de trabajo a distancia, en la cual el trabajador desempeña su actividad sin la necesidad de presentarse físicamente en la empresa o lugar de trabajo específico. Esta modalidad trae beneficios tanto al empleador como al trabajador, y a la sociedad a largo plazo, cuidando el medio ambiente."
En efecto, trae beneficios que detallo más abajo y seguramente me olvide de algunos...
Flexibilidad y autonomía.
Ahorro de tiempo.
Mejora la motivación y la productividad.
Mayor conciliación de la vida familiar y laboral.
Permite la integración y la universalidad.
Reducción de costes de transporte.
Acceso a más oportunidades laborales.
Aprendes nuevas fórmulas de autogestión.
Mayor nivel de concentración.
Etc.
La verdad es que cuando hablamos de teletrabajo, lo vemos tan bonito todo que queremos siempre teletrabajar, hasta que de pronto empiezas a sentir nuevas emociones...
Posible desvinculación emocional con la compañía.
Se elimina el ambiente laboral, faltando ese café con una charla que te desconecta del trabajo.
Dificultad para el trabajo en equipo.
Cambio en la cultura y organización de la empresa.
Aislamiento.
Descenso de la productividad.
Reducción del aprendizaje.
Fatiga.
"La fatiga es una queja común en todo el mundo y se asocia con una discapacidad que afecta a la calidad de vida y a altos costes en la atención a la salud. En estudios médicos se cita una prevalencia de entre el 10% y el 33% en nuestras poblacionales.
En un lenguaje familiar, la fatiga se refiere a sentir cansancio después de hacer un esfuerzo, es de múltiples causas y genera desmotivación para continuar con dicho esfuerzo, sea deportivo, intelectual o laboral.
Existen diferentes tipos de fatiga. Respecto a la parte afectada del organismo, podría ser muscular, nerviosa, psicológica, emocional, intelectual y sensorial. Por ejemplo, para este último tipo, que incluye la fatiga visual y auditiva, se presentaría en trabajos con demandas elevadas de control sensorial, ya sea de la vista o el oído -hay que considerar que el teletrabajo demanda un considerable esfuerzo visual-; la nerviosa se observaría en actividades laborales repetitivas y con un ritmo rápido de producción; la psicológica, por la presión de una alta responsabilidad, sería aplicable también en los riesgos psicosociales para el teletrabajo. "
*Carlos Eduardo Venegas Tresierra y Astrid Carolina Leyva Pozo autores del estudio sobre el teletrabajo, este párrafo es recogido de su estudio.
En estos dos últimos años de pandemia, he visto que las empresas han hecho grandes esfuerzos por lograr implementar el teletrabajo como nuevo método, si bien es cierto que la situación nos ha obligado a forzar la rueda de forma más "violenta" aunque no menos efectiva por ello.
Hay grandes cambios, tras dos años, podemos ver los efectos positivos y negativos del teletrabajo, hay personas que han perdido la relación con sus empresas y sin embargo hay otras personas que se han unido más a ellas.
¿El motivo? No es otro que la forma de gestionar al empleado en teletrabajo.
Todos los trabajadores saben que hay empleadores que han tenido que endeudarse para mantener puestos, otros sin embargo se han beneficiado por el tipo de mercado que manejan, aunque lo importante de todo, es como han tratado a sus empleados.
¿En tu empresa hay alguien que se esté preocupando por tu salud mental?
No dudo que te han adaptado el puesto de trabajo en casa, ¿pero te han preparado emocionalmente para aislarte?
No todas las personas están hechas para teletrabajar, hay quien desea trabajar fulltime desde casa, pero la realidad es que emocionalmente no todo el mundo vale para ello.
Quiero hablaros de los efectos que han causado en mí la pandemia:
A mi me encanta el café con sabor a compañeros, adoro ver como entre compañeros nos gastamos bromas, echo de menos salir del trabajo sonriendo por ver al equipo unido.
Es cierto que no necesito ver a diario esto, pero necesito sentirlo.
El aislamiento me ha causado fatiga psicológica, no tengo miedo a hablar de ello abiertamente.
Muchas veces quería apagar el teléfono porque no tenía ganas de atender llamadas, muchas veces quería quedarme viendo una película porque no quería leer emails, muchas veces prefería no estar conectada porque no me sentía motivada.
Llegué a una conclusión, he enfermado psicológicamente por el aislamiento o realmente mi profesión me ha desencantado.
Obviamente tenía que poner solución a esta situación, contacté con profesionales que me ayudaron a ver lo que sucedía, mi falta de ganas por el trabajo. Di con el problema:
Los malos hábitos en mi puesto de trabajo durante el aislamiento me llevaron a crear una fatiga psicológica, el ordenador, la monotonía y la falta de equipo, me llevaron a perder el interés por lo que es mi pasión en la vida.
No soy la única persona que ha sufrido fatiga en el trabajo, tengo amigos muy cercanos que incluso abandonaron su puesto de teletrabajo (lo que todos creíamos que era su pasión) para dedicarse a otra cosa totalmente distinta, ya que su puesto de trabajo le generaba ansiedad, mi amigo nunca quiso ir a un psicólogo hasta que le hablé de mi, hoy en día busca una empresa que le den soporte psicológico para atender su salud en el trabajo y no volver a repetir la misma situación.
En definitiva, el teletrabajo bien gestionado es un éxito, aunque como os he contado, si no se trabaja de forma correcta el aislamiento nos hará más tristes y conseguirá la desvinculación absoluta con nuestros empleadores.
Actúa, no te abandones, pide a la empresa que supervise tu puesto de trabajo físico para una correcta higiene laboral y además que trabajen contigo en la parte emocional.
Si te ha gustado, comparte y comenta. Seguro que alguien se siente identificado con estas dolencias y antes de abandonar el sueño de su vida, podrá reconducir y volver a disfrutar de un teletrabajo de 10.
