Los problemas de movilidad, la
búsqueda de una mejor calidad de vida y la necesidad de retener al mejor
talento humano, han hecho que este modelo sea bien visto por empresas y
empleados.
En la feroz competencia por
atraer y retener el mejor talento humano, las empresas usan todo tipo de
argumentos, que hoy en día van más allá de los ceros que se puedan agregar al
cheque mensual.
Las empresas necesitan
estrategias que no les implique altos gastos y los empleados están buscando
calidad de vida, que conlleva un balance entre el mundo laboral y el personal.
De ahí que el salario emocional
sea una tendencia que poco a poco se va introduciendo en las empresas y uno de
sus componentes, de esos en el que la empresa gana y el profesional se siente
feliz, el la posibilidad del horario flexible y el teletrabajo.
“El mundo moderno ha traído
grandes progresos, pero también cambios en la manera como vivimos.
Uno de ellos, por ejemplo, es la
movilidad: perdemos mucho tiempo en desplazamientos, en ir y volver del
trabajo, lo cual va en contravía del deseo de las personas de tener mejor
calidad de vida y ser más productivas”, comenta Juliana Tobón, directora del
área de beneficios Mercer Colombia.
De ahí que se note un aumento en
las empresas que cuentan con programas de teletrabajo, es decir, que los
empleados pueden trabajar unos días desde su casa.
Según el adelantado por Mercer,
en el 42 por ciento de las empresas consultadas tenían alguna práctica de
trabajo en casa.
Este porcentaje, en el estudio
del 2008 era de apenas 13.
Para el caso de prácticas de
horario flexible (modificar las horas de entrada y salida de la oficina de
cuerdo a las necesidades personales), en el 2008, el 18 por ciento de las
compañías consultadas lo hacían; el año pasado ya era el 45 por ciento.
Otro estudio del año pasado sobre
remuneración, esta vez de la consultora Hay Group, muestra que un 19 por ciento
de las empresas consultadas tienen líneas de acción respecto a la flexibilidad
laboral y espacial, la cual implica el teletrabajo y el horario flexible.
Aunque esta sea un tendencia,
definitivamente no es para todo tipo de empresas ni cargos, aunque tiende a
presentarse más en multinacionales.
Según el estudio de Mercer, de
los sectores del estudio, los que muestran una prevalencia en el trabajo en
casa o home office, son el químico-farmacéutico y el agroindustrial, con el 65
por ciento de las empresas de ese sector consultadas; el 50 por ciento en las
de consumo masivo y telecomunicaciones, el 33 por ciento en las de servicios y
manufactura y el 22 por ciento en el minero-energético.
“Obviamente, en sectores como el
bancario y el educativo no es fácil este modelo”, comenta Tobón.
En cuanto a cargos, de acuerdo
con ese estudio, la mitad de la empresas que implementan este tipo de
prácticas, según el estudio de Mercer, lo hacen a todo el personal y otro 50
por ciento tienen una oferta segmentada, de acuerdo con la actividad.
“En ventas por ejemplo, pueden
hacer sus reportes e informes desde la casa”, agrega.
“HAY QUE SER MUY
DISCIPLINADO PARA NO DISTRAERSE EN TEMAS DE LA CASA”.
Hace unos 10 meses, Clara Lucía
ingresó a trabajar en una multinacional de tecnología. En este tiempo, son
pocas las veces que ha ido a la oficina, aunque se la pasa en la oficina. No es
un juego de palabras.
Ella trabaja en su casa y al
edificio donde está la empresa, va de vez en cuando.
De hecho, allá no tiene asignado
ningún escritorio. “Es perfecto para mí. En lo personal, porque tengo dos hijos
pequeños, de 5 y 2 años y tengo tiempo con ellos y no en un trancón.
Y respecto al trabajo, tengo un
cargo regional que implica conectarme con personas en diferentes ciudades y
países, para lo cual en mi computador tengo los programas necesarios. Incluso
uno es para hacer reuniones virtuales”.
Esta administradora de empresas
aclara que se debe ser muy disciplinado para asumir esta forma de trabajo.
“Tienes que definirte horarios.
Trato de organizar la semana siguiente con tiempo: citas para las llamadas y
conexiones, por ejemplo. La desventaja es que es difícil desconectarse”.
CAMBIOS EN EL ENTORNO
LABORAL
Al tiempo que aumentan las
exigencias en el trabajo, los empleados buscan tener una mejor calidad de vida.
El entorno empresarial ha variado
tanto, que a los departamentos de recursos humanos y a las directivas de las
organizaciones se les han planteado grandes retos para responder a ello.
Por ejemplo, la globalización,
que muchas veces implica la convivencia en una mismo espacio de personas de
diferentes culturas y creencias.
Así mismo sucede con la
convivencia que se da ahora con profesionales de diferentes generaciones.
A todo esto hay que agregar el
deseo de las personas de lograr un balance en su vida profesional y familiar,
en momentos en que el mundo laboral se hace cada vez más competitivo y
exigente.
De esta manera es que se
introducen estas figuras como el salario emocional.
“Las empresas se han dado cuenta
que es una ventaja competitiva para atraer y retener el mejor talento humano”,
comenta Juliana Tobón, de Mercer Colombia. Y al mismo tiempo los profesionales
lo buscan, como en el caso de Clara Lucía.
“Desde que entré a la empresa
trabajo en la casa. Así me lo propusieron y acepté. En la anterior empresa, que
era de telecomunicaciones, también era así y es frecuente en estos sectores”,
comenta.
Y aunque todavía no hay
estadísticas ni lo estudios mencionados permiten establecer algún dato, la
percepción de quienes trabajan en esto es que son las mujeres, por el tema
familiar, las que más buscan el modelo.
“Ellas se organizan: mientras los
hijos estudian, ellas trabajan y están libres cuando vuelven del colegio, en
vez de estar metidas en un carro tratando de regresar a la casa para no verlos
despiertos”, comenta Tobón.
Este modelo de teletrabajo, dicen
los especialistas, aplica mejor a trabajos por proyectos, áreas de consultorías
y servicios en general, cuyos resultados sean medibles.
También, aquellos que no
requieren un alto grado de supervisión. “La mayoría de casos funcionan como
autogerenciados”, comenta Londoño.
SE REQUIERE MUCHA
CONFIANZA Y RESPONSABILIDAD PARA QUE EL MODELO FUNCIONE
Para asumir el teletrabajo, el
jefe debe tener un alto grado de confianza en el empleado, y este un alto grado
de responsabilidad y capacidad de autogestión.
"Este modelo tiene que ser
muy bien enfocado, especialmente dirigido a determinados niveles, perfiles y
tipos de trabajo. Las empresas deben establecer muy claramente los
lineamientos", explica Juliana Tobón de Mercer Colombia.
Para la compañía, esto permite
cierta economía en el uso del espacio, por ejemplo. Según Clara Lucía, cuando
ella quiere ir a trabajar en la empresa, esta cuenta con una ‘oficina móvil’.
“Ahí hay un computador, teléfono, todo lo que necesitas y la usa quien que la
necesita.
Cuando voy es porque tengo algún
tipo de reunión con personas de aquí mismo ”.
Otro tema es la logística.
Generalmente, para trabajar en la casa sólo se necesita un computador y
conexión a Internet de banda ancha. “En mi caso, la empresa me da un adicional
para gastos de luz y eso, y una tarjeta de recarga para las llamadas de larga
distancia”, cuanta Clara Lucía.
Según el estudio de Mercer, un 20 por ciento de las
organizaciones que tienen este modelo ofrecen algún tipo de subsidio al
empleado.