Un reportaje del ‘New York Times’ revela que hay personas que llevan cinco
años trabajando cuatro horas diarias, aunque quisieran hacerlo más horas.
Asimismo, el artículo destaca que esas personas que llevan años trabajando
medio tiempo desearían trabajar jornadas completas y que se quejan de que con el
empleo de medio tiempo se acercan peligrosamente a líneas de pobreza.
Una de las mujeres entrevistada por el diario de Nueva York dice que gana
poco más de 10 dólares por hora y que su salario anual es de unos 16.000
dólares: “Con eso nadie vive”, dice la mujer, quien según el texto es
soltera.
El artículo de ‘The New York Times’ toma como ejemplo la cadena de
supermercados Fresh & Easy, que abrió hace cinco años, tiene 150 puntos de
venta tan solo en el estado de California y se precia de ser una compañía
‘socialmente responsable’.
Esta compañía vende productos alimenticios sin colores artificiales o grasas
trans, de los cuales dos terceras partes se producen localmente. Su principal
centro de distribución es un edificio que costó 13 millones de dólares.
Una de las características de esta tienda es que emplea solo personas de
medio tiempo, excepto por algunos gerentes, y fuera de eso ‘se da el lujo’ de
cambiarles los horarios a sus trabajadores; por tal razón es que muchos no se
pueden comprometer a trabajar en otros sitios.
Dice el artículo que típicamente esta y otras empresas llaman a sus empleados
el día anterior a anunciarles sobre los cambios de horario: “Uno no puede decir
que no, a riesgo de que lo dejen de llamar para trabajar por no haber estado
disponible”, le dijo al ‘New York Times’ un empleado.
El diario neoyorquino cita cifras de la oficina de estadísticas laborales
(Bureau of Labor Statistics) y revela que el sector de las ventas al por menor y
al por mayor genera unos 18,6 millones de empleos, pero que ha recortado un
millón de puestos de trabajo de tiempo completo desde el 2006, a la vez que ha
agregado al mercado unos 500.000 puestos de tiempo parcial.
Según el rotativo de Nueva York, la situación está obligando a muchos
empleados de medio tiempo a volverse cazadores de cupones de descuento en los
periódicos y a acudir a sistemas de salud subsidiados o gratuitos.
Y a aquellos a quienes les cambian el horario con regularidad se les genera
problemas adicionales, por ejemplo, relacionados con el cuidado de sus hijos o
con atender entrevistas para hallar otro empleo, lo que a su vez se convierte en
un círculo vicioso.
Según la oficina de estadísticas de empleo, en dos de las industrias líderes,
la de ventas minoristas y la hotelera, el número de empleados que preferiría
trabajar de tiempo completo saltó a 3,1 millones de personas desde el 2006, es
decir, dos veces y media más que hace seis años.
Tan solo en el sector minorista, casi un 30 por ciento de los empleados de
medio tiempo quisieran trabajar ocho horas o más, un 10,6 por ciento más que en
el 2006.