De cada 10.000 pesos facturados con tarjetas débito y crédito, 15 pesos corresponden a fraudes. 61% de los hurtos son con compras virtuales.
El robo de información financiera mediante la interceptación –con
sofisticados equipos– del audio con el que se transmiten los datos a las
centrales que autorizan las transacciones, tiene en alerta tanto a la banca como
a las autoridades, más ahora que se avecina la temporada navideña.
Lo que han podido establecer organismos del Estado e Incocrédito, compañía
creada por la banca para la prevención y el control del fraude en la industria
financiera, es que los delincuentes, en complicidad con funcionarios de empresas
telefónicas o de monitoreo de alarmas ‘pinchan’ las líneas de teléfono
destinadas a los datáfonos y les ‘cuelgan’grabadoras especiales para registrar
todos los sonidos que se producen durante una transacción, sonidos que luego son
decodificados.
Guillermo Puerto Abella, gerente de Incocrédito, dijo que el personal de esas
compañías, que tiene acceso a las cajas de las líneas de teléfono, está siendo
contactado por redes delincuenciales para colocar esos equipos, incluso en las
torres de comunicación, por lo que advierte que los comercios deben estar
pendientes de dichos funcionarios cuando soliciten hacer revisiones o arreglos
en las líneas de sus establecimientos.
Cifras de la industria revelan que hoy en día, por cada 10.000 pesos
facturados con tarjetas débito y crédito, cerca de 15 pesos corresponden a
operaciones fraudulentas.
Si bien el dato es menor que el tope de 21 pesos alcanzado en 2005, continúa
estando muy por encima de los estándares europeos.
Un estudio de ACI Worlwide y el Grupo Aité, que tuvo en cuenta a 5.200
consumidores en 17 países y revelado en octubre pasado, concluyó que uno de cada
cuatro encuestados ha sido víctima de fraude con sus plásticos en los últimos
cinco años.
México y Estados Unidos tienen el mayor índice de personas víctimas de fraude
a través de tarjetas, con 44 y 42 por ciento, según el estudio, mientras que en
los Países Bajos y Suecia ese nivel es de 12 por ciento.
“Los resultados de esta encuesta muestran que el fraude de tarjetas sigue
siendo una de las mayores amenazas y preocupaciones de los consumidores,
instituciones financieras y minoristas”, comentó Mike Braatz, vicepresidente
sénior de Fraude de Pagos de ACI Worldwide.
No es para menos, dada la dimensión que adquiere el uso de estos medios de
pago. Solo en Colombia las personas utilizaron el dinero plástico para hacer
operaciones por valor de 15,2 billones de pesos en agosto pasado.
Estas incluyeron compras pagadas por datáfonos o por Internet, avances en
efectivo y retiros en cajeros automáticos.
DOMICILIOS ESTÁN CLASIFICADOS COMO DE ALTO RIESGO
Las compras a domicilio se están convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza
tanto para los usuarios de las tarjetas débito y crédito como para la propia
banca, que tiene clasificadas estas transacciones como de alto riesgo.
Aunque el sistema no cuenta con cifras que permitan dimensionar el problema,
cada día son más los reportes de fraude en este tipo de compras, para las que
muchas veces el empleado de un comercio, en complicidad con delincuentes,
utilizan el llamado ‘datáfono payaso’, un equipo de iguales características a un
aparato legal, con el que se apoderan de los datos del tarjetahabiente.
Guillermo Puerto, gerente de Incocrédito, dijo que las personas deben impedir
que un funcionario intente pasar su tarjeta por más de un datáfono al momento de
pagar, menos si lo hace sin leer el chip, pues con la lectura de la banda
magnética se apoderan de la información.
Advirtió que en Colombia el 61 por ciento de fraudes con tarjetas se hacen
con ventas no presenciales, es decir, Internet y telemercadeo, utilizando
plásticos emitidos tanto en el país como fuera de él.
Las alertas de la industria han permitido establecer que, además de los
domicilios, las compras virtuales de tiquetes aéreos, el consumo en restaurantes
y estaciones de servicio son apetecidos por los delincuentes.
Al igual que en épocas como la Navidad, los carnavales y festivales como el
Vallenato o el Reinado Nacional de la Belleza, donde la gente baja la
guardia.
OPERACIONES EN AUMENTO
Hoy, el número de transacciones con tarjetas de crédito supera los 171.000
millones, mientras que con débito el volumen llega a 640.000 millones.
Pero sin duda esas cifras pronto serán superadas debido al intenso plan de
bancarización adelantado por la industria, que prevé duplicar los 150.000
comercios con datáfonos existentes, meta fijada para los tres años
siguientes.