Estas plataformas digitales son benéficas si se utilizan correctamente: esparcimiento, consecución de trabajo o conexiones comerciales.
Cada día, y así lo sostienen los cazatalentos y seleccionadores de ejecutivos
de alto nivel, las redes sociales crecen como referente de actualidad,
innovación y correlación, que ahora utilizadas para impactar grupos de interés
con temas corporativos, comerciales o académicos, por ello, desconocer su valor
esta fuera de toda discusión.
Sin embargo, esa misma característica de actualidad, hace que lo que allí
aparezca tenga un matiz de visibilidad y conceptualización que se presta para
crear estereotipo, y calificar, de alguna forma, conductas del plano personal,
llevadas a otros escenarios como los laborales.
EL PLANTEAMIENTO
Esta semana, la agencia internacional de prensa Reuters, dio a conocer una
encuesta de Edinburgh Business School que mostró que los usuarios de Facebook
están preocupados porque sus ‘pecados’, publicados en la red, puedan llegar a
más de la mitad de los empleadores, quienes también admiten haber usado las
redes sociales para eliminar candidatos a empleos.
El informe halló que en promedio, la gente tiene amigos de Facebook en siete
círculos sociales diferentes, que más de cuatro quintos de los usuarios suman a
sus parientes en esta red, y que un número similar adhieren a sus hermanos.
Menos del 70 por ciento se conecta a amigos de amigos, mientras que más del
60 por ciento agregó a sus colegas, a pesar de la ansiedad que esto pueda causar
frente a lo que puedan pensar al ver o interpretar el contenido de fotos y
publicaciones en sus perfiles.
Para Rafael Ortega, socio y principal de la ‘Práctica de Liderazgo y
Consultoría del Talento’, de Korn Ferry International, lo primero que hay que
aclarar es que las redes sociales tienen principios y objetivos diferentes, no
todas son del perfil de Facebook, “que está muy posicionado como una red
informal, donde se despliegan aspectos de la vida personal y de las
amistades.
Lo que pasa es que sí se ha llegado a ciertos extremos en las fotos que se
publican, que pueden ser algo subidas de tono y, si se miran desde un punto de
vista profesional, pueden ser inadecuadas.
Esto sí se está viendo actualmente, generando un impacto sobre la vida
profesional, con los jefes, colegas y clientes”.
Hay que tener en cuenta que aquí influye el tema cultural, y lo que para una
sociedad puede catalogarse como escandaloso, puede no serlo para otra.
UN SITIO PARA CONSEGUIR EMPLEO Y MEDIR CAPACIDADES
Sin lugar a dudas, y como lo identifica Rafael Ortega, socio de Korn Ferry,
existe una red propia para la consecución de empleo o para relacionarse con
profesionales de la misma línea.
Se trata de LinkedIn, donde las personas se preocupan por tener un perfil
actualizado y, allí, algunos cazatalentos, tratan de localizar profesionales.
Pero es también un espacio para mantenerse en contacto con personas con las que
se ha trabajado y no ‘perderles la pista’. Y, en este caso, no existe la
posibilidad de una exposición negativa.
EL ACTUAR DEBE SER EQUILIBRADO
Ser muy activo en redes sociales no significa pérdida de tiempo, ni es un
aspecto que limite capacidades.
Es una difícil discusión pensar que una persona pueda ser una en el aspecto
laboral y otra muy diferente en el personal, pero lo que sí es verdad es que la
una debe ser, en lo social, complemento de la otra, sin caer en exageraciones,
queriendo ocultar por completo esa vida fuera del trabajo.
Así lo plantea Duarte Ramos, gerente General Hays.
“Existen reclutadores en Colombia que le dan mucho interés a la vida
personal, que buscan aspectos que van más allá de la persona como sus familias,
su estrato social y hábitos hasta triviales, y esto puede ser algo importante
para que la compañía tome la decisión o no de emplearlo”, indica Ramos.
Por otro lado, dicen los expertos, el acceso que hay a la información, tanto
pública como privada, sí expone a los altos directivos a crear conceptos
equivocados frente a la filosofía de sus empresas.
“Por ejemplo, si la compañía Virgin Group, que tiene una imagen de deporte,
de vida extrema en medio de la innovación y la tecnología, selecciona un CEO,
que es fotografiado alcoholizado y en compañía de un grupo de mujeres en la
calle, deja de ser un excelente CEO, sin que se mida por sus capacidades
profesionales. Esta actuación despertará tanto interés que puede llegar a
afectar el good will de la empresa”, dijo Ramos.
“Cuando se tiene un cargo directivo importante, sí es una práctica usual
revisar su actuar en las redes sociales, no buscando hechos negativos de su
personalidad, sino para conocer más de sus actividades, gustos, para mirar sus
intereses y cómo interactúa con los demás”, sostiene Luis Fernando Correa C.,
gerente de Tecnología e Innovación de Universia.
“El que una persona sea muy activa en redes como Twitter, permite conocer su
interés por la actualidad y describe ciertas competencias frente al tema
digital, lo que puede ser una ventaja al momento en que se deba elegir un
candidato, siempre y cuando el cargo lo amerite”.