Es indudable que cada día nacen cientos de empresas, pero muy pocas superan el primer año de existencia y, mucho menos, llegan a constituirse como sólidas firmas.
Analizando aspectos como su espíritu emprendedor, el segmento de negocios en
el que se desenvuelven y la forma como asumen retos, derrotas y triunfos, Ernst
& Young se dio a la tarea de analizar esas características comunes que hacen
de los CEO, directores y gerentes colombianos un grupo de emprendedores
destacados que han llevado sus negocios e industrias a los mercados competitivos
más exigentes.
Para ello, revisaron las entrevistas realizadas durante cinco años, a los
participantes del Premio Emprendedor del Año en Colombia, encontrando que, por
ejemplo, la persistencia y la innovación están presentes en sus proyectos
empresariales, como lo explica Mario Hernández, dueño de la Marroquinera S.A., y
quien dice haber emprendido varios oficios desde muy joven hasta que se quedó
con el negocio del cuero y sus productos.
Por su parte, Yonatan Bursztyn Vainberg, ingeniero industrial de padres
europeos emigrantes de la guerra, y hoy, cabeza de la compañía Nalsani S.A., más
conocida como Totto, sostiene que un componente primordial en todos sus
productos es la innovación, al punto que lanzó el programa Innovate, que
promueve la inventiva como parte de la cultura de la compañía a todo nivel.
Para otros como Michael John Lyon de Rhodes Dub, de la compañía Quala S.A.,
el deseo de ser independiente y hacer empresa ha sido el motor de su industria,
una de las más reconocidas en el campo alimenticio.
En él, la inquietud por las estrategias comerciales lo llevaron a pensar en
las fallas de los planes en las multinacionales, que, según Lyon, “predican en
lo que necesita el mercado de cada país a donde llegan, pero en realidad, les
falta llegar a las costumbres de la gente”, y con análisis como estos ha formado
una empresa colombiana de productos masivos, que ya están en cinco países
más.
Y es que la visión de estos emprendedores es clave en sus negocios y así lo
confirman el olfato de Ramiro y Pedro Sánchez, fundadores de Biocombustibles
S.A., quienes desde sus profesiones, en la Bolsa de Valores y en el sector de
los combustibles, vieron que estos, sin duda, serían una línea de productos de
impacto para cualquier negocio, por lo que decidieron iniciar una distribuidora
mayorista de combustibles, que actualmente incursiona en lubricantes y otros
negocios alternos.
Otro ejemplo de lo que son la constancia y la dedicación lo representa Jesús
Guerrero, fundador, junto con su hermana Luz Mary, de Servientrega, empresa
boyacense que acaba de cumplir 30 años de creada, que les compite a importantes
multinacionales de transporte y logística en Colombia y diferentes países del
mundo.
Esa materia de la que están hechos estos industriales y empresarios no es más
que un sentido de pertenencia, de confianza en sus colaboradores y en el
potencial del país, que ha dado a personajes como Nicolás Loaiza Galeano, CEO de
Bodytech Colombia; a José Alejandro Cortés, presidente del Grupo Bolívar, y a
Arturo Calle, CEO de la firma de moda de su propio nombre, la clave del éxito,
para expandir sus negocios y horizontes.