Fueron varias las novedades que se vieron en el reciente Congreso Mundial de Móviles (CMM) en Barcelona (España). Varios lanzamientos se robaron la atención del público, entre ellos la apuesta para la higiene dental de Oral B con su cepillo Genius, que conectado a su smartphone, controla el recorrido, la duración y la intensidad del cepillado, mientas a la par enseña cómo mejorar la limpieza bucal. En el grupo de los más llamativos también estuvo Ôia, una plataforma que se conecta al celular sobre la que se posa un vaso o botella para controlar la cantidad de agua que se bebe durante el día y para recordar, a través de luces, cómo conseguir una hidratación óptima.
Y ese espíritu de controlar cualquier variable de nuestro entorno –el llamado internet de las cosas– alcanzó su cénit con Oombrella, un paraguas que incluye una aplicación móvil que avisa al usuario cuándo va a llover o cuándo se ha quedado olvidado en algún lugar.
Entre las curiosidades estuvo el stand de la marca Hisense, donde dejaban lanzar el smarthphone King Kong II al suelo desde alturas considerables para demostrar que es prácticamente indestructible. En esa línea de resistencia a los accidentes e ideado para trabajos como la construcción, se enmarcó el móvil Cat S60, que aguanta caídas de casi dos metros y es sumergible en el agua hasta una profundidad de cinco metros. Este dispositivo tiene otra peculiaridad: una cámara térmica. Flir System es la responsable de su sensor y ha creado asimismo una cámara que puede adosarse a cualquier teléfono inteligente para captar el mapa de temperatura del entorno. ¿Y su uso? Con ella se puede ver en la oscuridad, detectar los puntos calientes de la red eléctrica o si hay animales cerca.