Se estima que crecerá de 15 mil millones de dispositivos conectados en 2015 a 200 mil millones para el 2019.
De acuerdo al reporte de seguridad 2106 de McAfee Labs de Intel Security, los dispositivos que prometen estar siempre conectados representan un acceso fácil para los ciberdelincuentes a los datos de identidad almacenados, en gran medida porque quienes diseñan y fabrican estos equipos tienen presupuestos muy ajustados que no les permiten velar por la seguridad.
Por ello, para antes de adquirir un dispositivo de IoT la firma recomendó buscar referencias acerca de la seguridad con las que cuenta el dispositivo y aprovecharlas, así como mantener actualizado el software del mismo, pues las mejoras pueden añadir funcionalidades o cubrir brechas de seguridad.
Asimismo es importante no optar por la opción más barata ya que es posible que incluya funcionalidades recortadas o porque en su diseño no se consideraron algunos elementos de seguridad.
Por último, se debe revisar constantemente la información que comparte el dispositivo y si se observa algún patrón fuera de lo común, revisar que la seguridad del mismo no haya sido vulnerada.