Mientras que Tigo y Movistar reclaman regulación estricta, Claro pide que se compita abiertamente.
Teniendo en cuenta que el mercado de los datos móviles está creciendo de manera acelerada, este se convierte en una gran oportunidad para que los operadores tradicionales se redefinan y sigan ganando cuota en el mercado.
De acuerdo con el último boletín de las TIC (realizado por el Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones), el servicio de internet móvil por suscripción (contratación de un plan fijo) al término del segundo trimestre del 2016 alcanzó un total de 8’634.018 suscriptores, lo que representa una variación absoluta de 592.704 suscriptores y una variación porcentual de 7,4 por ciento en comparación con el primer trimestre del 2016.
Esta penetración está generando un conflicto entre los principales operadores del país, pues Tigo-Une y Movistar señalan que existe dominancia en el mercado de internet móvil por parte de Claro y reclaman regulaciones estrictas para lograr mayor participación.
De hecho, aseguran que existe gran nerviosismo en el sector porque el 31 de diciembre del 2016 se acaba la implementación de la medida de cargos asimétricos (el dinero que se pagan entre operadores para terminar la llamada en otra red).
En respuesta a una entrevista hecha por este diario a Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia, dueña de Claro, Alfonso Gómez, presidente de Movistar Colombia, dice que la dominancia de voz se trasladó a los datos móviles y que la concentración es tan alta que afecta el bolsillo de los colombianos.
“El nivel de concentración en Colombia es parecido al mexicano. En México, la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) dijo que esta ha llegado a valer entre 1 y 2 puntos del producto interno bruto. En Colombia, Fedesarrollo afirma que la concentración cuesta aproximadamente un punto del PIB”, comenta.
Explica también que “la posición de concentración será tan grande que la compañía dominante pone las condiciones”. Y agrega que un mercado sano es “aquel en donde ningún operador pueda poner todas las condiciones”.
En una misma posición se encuentra Mauricio Ramos, presidente de la multinacional Millicom (en Colombia, la empresa tiene presencia como Tigo-Une), quien, en entrevista con EL TIEMPO, dijo que la salud competitiva del sector de las telecomunicaciones en Colombia no pasa por un momento saludable.
“La discusión respecto a si este es un mercado con alta o baja concentración ya ha sido saldada. Hace unas semanas la CRC estableció, mediante un estudio, que hay alta concentración tanto en voz como en datos. Esa tendencia es del orden del 50 por ciento en número de suscriptores en cabeza del operador dominante (Claro); en términos de ingresos, es de alrededor del 60 por ciento; y en cuanto al tráfico alcanza casi el 70 por ciento”, añade Ramos.
Además, señala que hay gran preocupación porque “la institucionalidad pro competencia, que es esencial para el desarrollo de un país, y en particular en donde hay un operador tan preponderante, esa institucionalidad en el sector es muy débil y no tiene control ex ante, es decir, hay ciertas prácticas que no están prohibidas”.
El ejecutivo asegura que la única regulación que existe en el país es un control ex post, cuando ya la práctica ha sido implementada en el mercado y se controla después con procesos judiciales muy largos y que “nunca llegan a término en momentos adecuados”.
Por su parte, Juan Carlos Archila sostuvo que no existe concentración, teniendo en cuenta que el mercado de datos móviles es muy incipiente.
“Nosotros proponemos: compitamos abiertamente en el mercado, hagamos las inversiones y dinamicemos el mercado para que se continúe desarrollando de tal forma que Colombia continúe teniendo redes de primera clase”.
Se espera que el próximo año la Comisión de Regulación de Comunicaciones tenga listo el documento de regulación del mercado de datos móviles en el país.