Querido papá:
No te imaginas las ganas que tengo de que llegue este Día del Padre y poder celebrarlo contigo con esta carta que es una carta de amor. Porque en esta carta quiero recordarte cuánto te quiero, papá, porque no quiero que lo olvides nunca. Sé que los años pasan y sé que últimamente no has estado en tu mejor momento de salud. Por eso este año quiero que el Día del Padre sea especial.
Voy a compartir esta día contigo, como cada año desde que tengo uso de razón. Es cierto que los regalos han cambiado con el tiempo. Este año, este es mi regalo especial. Una carta de recuerdos.
Para que pase lo que pase nunca te olvides de tu hijo, de aquel niño a el que llevabas al parque los domingos por la tarde, a el que enseñaste a andar en bicicleta y a el que diste seguridad para andar por la vida, a el que ayudabas a hacer algunas tareas. No quiero que te olvides de nada, papá, porque yo no lo olvidaré.
También es justo que te muestre no solo mi cariño, sino también mi agradecimiento. Sé bien que no todos los padres hacen lo que tú has hecho por mí. Tu apoyo, tu confianza, tu complicidad, pero también tus consejos y tus regañinas me convirtieron en lo que hoy soy, una persona segura con muchas ganas de ser feliz. Te debo tanto.
Gracias, papá.