Parece un contrasentido, pero es así. Reconozco que a mí me ha llevado mi tiempo darme cuenta y rectificar.
Frenar el ritmo cuando conseguirmos clientes significa:
- Hacer menos promoción (o abandonarla)
- Reducir las acciones de venta (o dejar de hacerlas)
- Confiarte en que ya está todo hecho y los clientes van a llegar solos
¿Por qué nos pasa eso? Porque equiparamos el buscar trabajo con buscar clientes. Me explico. Cuando pierdes el trabajo por cuenta ajena y quieres buscar otro, te pones manos a la obra y no paras de enviar tu curriculum y responder a ofertas en anuncios. Una vez que lo encuentras y te contratan, te relajas y esa labor de prospección la paras en seco porque sabes que tienes asegurados los ingresos todos los meses mientras ese contrato dure.
Es cierto que buscar trabajo y buscar clientes cada vez tienen más similitudes pero hay una diferencia:
EL TRABAJO PARAS DE BUSCARLO CUANDO LO TIENES.