Que el cliente siempre tiene la razón es cuestionable, pero al final del día, ¿para quién trabajamos? ¿Qué hacemos dentro de una compañía sino intentar solucionar de la mejor manera posible las necesidades de los consumidores a fin de que nos elijan y nos vuelvan a elegir?
Cualquier empresa es ante todo un proyecto de servicio al cliente, y por ello toda la organización debe alinearse a las necesidades de sus consumidores. En este sentido, el mercadeo cumple un rol fundamental. No solamente como estrategia de una empresa para mejorar sus ventas, sino como una herramienta para sacar adelante cualquier iniciativa o proyecto que se desarrolle al interior de una organización.
Que “el marketing es demasiado importante como para dejarlo solo en manos del departamento de marketing” ya lo ha dicho David Packard hace décadas. Pero ¿por qué?
1. Conocemos mejor al público objetivo: entender quién es, qué quiere, qué hace a diario, cuáles son sus intereses, nos hace acercarnos mejor y relacionarnos de una manera más empática. Ese es el principio básico para poder satisfacer su demanda.
2. Sabemos lo que hacemos: nuestro servicio puede atender varias necesidades, pero habrá una que será especial: nuestro atributo diferencial. Para posicionar una marca lo más importante es conocer aquello que nos diferencia de la competencia, lo que nos hace únicos en el mercado. Muchas veces ese concepto se plasma solamente en las acciones del departamento de marketing pero es necesario que todos los miembros de una organización lo asimilen, pues es lo que primero espera el cliente de nosotros.
3. Estamos listos para la retroalimentación: Todo plan de marketing debe contemplar el análisis de resultados. Saber reconocer el feedback de los clientes nos permite aprovechar oportunidades de mejoras, alzar la mano a tiempo puede hacer la diferencia y lograr que la marca aproveche una oportunidad que, de otro modo, hubiera sido ignorada.
Entender el entorno, aprender a diseñar un plan de mercadeo, pensar de manera estratégica y actuar alineadamente con la estrategia de la compañía constituye un diferencial con el que cualquier profesional puede mejorar su desempeño.
Dar lo mejor de sí no depende solamente de la profesión, ni del cumplimiento de las metas específicas de un área, sino de aprender a trabajar de manera conjunta por los objetivos de la compañía, aprender a operar como un integrante que aporta un real diferencial a los macroobjetivos de una organización. Aproveche esta oportunidad y sea artífice de su futuro.