Cuando trabajamos en conjunto, suceden cosas increíbles. La serie "Generadores globales de cambios" destaca los maravillosos grupos de Facebook que generan un impacto en el mundo. Esperamos que las historias de estos creadores apasionados, que desarrollaron comunidades orientadas a lograr mejoras y cambios, sean una fuente de inspiración.
Mark Horvath es la personificación de la resistencia. Después de vivir un tiempo en la calle, logró hacerse una vida que incluía una casa con tres dormitorios, un auto nuevo, una piscina en el jardín y un trabajo cómodo, como él mismo dice, en marketing. Pero entonces llegó al año 2008.
La crisis financiera lo dejó sin empleo, pero no sin ideas. Cámara en mano, salió a las calles de Los Ángeles, su ciudad natal, a hablar con personas sin techo de la zona para documentar y compartir su historia. Su misión era doble: por un lado, generar conciencia sobre la crisis nacional de falta de vivienda y las personas marginadas que la padecían; y, por otro, encontrar un propósito más profundo para su vida.
"Agarré la cámara y empecé a entrevistar a personas en situación de calle porque necesitaba encontrar un propósito. Necesitaba un motivo para levantarme por la mañana".
Las historias que nacieron de esa iniciativa dieron lugar a Invisible People, una organización nacional educativa sin fines de lucro que trabaja para que no haya personas en situación de calle. Eso, a su vez, dio lugar a un grupo de Facebook de apoyo mutuo online para personas que viven o vivieron en la calle (grupo cuyo nombre no mencionamos en este artículo para preservar su integridad y el anonimato de sus miembros). Hoy, el grupo es una parte esencial de las iniciativas de Mark para visibilizar, apoyar y brindar herramientas a las personas en situación de calle.
Los desafíos de crear un grupo antes de Facebook
Antes del grupo de Facebook, Mark había lanzado un sitio web diseñado para enseñarles a las personas en situación de calle lo elemental para usar medios sociales, por medio de videos simples y materiales para imprimir. La idea era que, si podía ayudar al que estuviera en la calle a acceder a los medios sociales, se formaría una comunidad autosustentable que podría empezar a darse apoyo mutuo de manera orgánica. Lamentablemente, no resultó.
"Supongamos que una persona sin techo de Phoenix tuviera hambre y compartiera esa situación en los medios sociales. Un proveedor de servicios de Phoenix podría responder: 'Tenemos comida, te esperamos'. Pero no funcionó, porque los servicios sociales no habían encontrado la manera de ayudar a las personas de forma virtual, y todavía no la encontraron".
Mark no había tomado en cuenta que, por lo general, nadie quiere hacer públicas las dificultades que atraviesa. Había que encontrar otro enfoque para llamar la atención sobre la crisis de un modo respetuoso, seguro y no estigmatizante.
Eso llevó a Mark a intentar crear una plataforma privada de medios sociales. En pocas palabras, imaginó algo similar a lo que hoy son los grupos de Facebook. Pero crear una red social planteaba muchos problemas, entre ellos el de darse a conocer. Mark entendió que era importante estar donde estaban las personas.
La mejor manera de unir y brindar herramientas a quienes están en situación de calle
La aparición de los grupos de Facebook le dio a Mark exactamente lo que necesitaba para hacer realidad su visión. En primer lugar, el grupo era privado. Por lo tanto, podía ser exclusivamente para quienes estuvieran o hubieran estado en situación de calle, y así ofrecer un espacio seguro para sus miembros. En segundo lugar, como tantas personas sin hogar ya estaban en Facebook, construir una comunidad allí era lo más lógico. (Mark se dio cuenta de que tener un smartphone era casi tan frecuente entre las personas en situación de calle como entre las personas con vivienda).
"El resultado superó enormemente mi visión original de la comunidad".
Cómo reunir al equipo correcto de administradores fue otra cosa en la que Mark pensó mucho. Para empezar, se aseguró de que todos estuvieran o hubieran estado en situación de calle a fin de garantizar que todos, desde los miembros del grupo hasta los moderadores y administradores, fueran pares que pudieran trabajar juntos y entender la perspectiva de los demás.
Mark también se ocupó de que el equipo de administración representara todas las zonas horarias del país para poder encontrar y responder más rápido a los miembros en crisis. Mientras que los servicios sociales tradicionales suelen atender solo de lunes a viernes y de 9:00 a 17:00, el grupo de ayuda entre pares de Mark tenía que estar a disposición de sus miembros los 365 días del año y las 24 horas del día.
Momentos fortuitos de magia
Desde entonces, el grupo creció hasta encarnar el poder de recuperación del espíritu humano, con más de 1.300 miembros que se ayudan entre sí. Todos los días se comparten adversidades y triunfos en la comunidad, y Mark contó una historia que ejemplifica el poder colectivo del grupo.
"Una mujer publicó en el grupo desde Santa Barbara. Estaba en crisis. Era su primer día en la calle; estaba en su auto, y sufría de la enfermedad de Lyme. Es importante evaluar las situaciones individualmente, porque no sabes cuán urgente es cada una. No estás ahí, es algo que ves por internet. Pero algo me decía que era una crisis real, y la mujer parecía muy asustada. Así que usé mis canales de medios sociales para pedir ayuda. "Hay alguien que necesita ayuda", y algunos detalles más. Alguien en Facebook me puso en contacto con un médico que dirige una de las instituciones de medicina callejera de Santa Barbara. Empezamos a intercambiar mensajes en Facebook, y luego me ocupé de contactar a la mujer con el médico. Resultó que el médico vivía a apenas dos cuadras de donde la mujer tenía el auto estacionado, y pudo verla enseguida. Ella estaba realmente muy mal y necesitaba asistencia de un equipo médico".
Ese es el verdadero poder de los grupos de ayuda entre pares: darles a los miembros un espacio seguro y donde nadie juzgue a nadie para que puedan expresarse y apoyarse mutuamente. En el caso de Mark, esas condiciones crearon un ambiente propicio para que los miembros transmitan mensajes de inspiración y ofrezcan ayuda concreta a quien esté atravesando un momento de crisis. Además, ayudaron a resolver uno de los aspectos más duros de la situación de calle: el aislamiento.
El próximo paso
Mark espera que otros servicios de ayuda para las personas en situación de calle creen grupos de apoyo online para sus clientes usando la "administración virtual de casos", un término que usa para referirse a la provisión de ayuda por internet. Según él, es una manera eficiente de salvar vidas y reducir costos para los proveedores de servicios.
"Necesitamos que los proveedores de servicios hagan ese cambio cultural y empiecen a usar herramientas como los grupos de Facebook para ayudar a las personas".
Más allá de eso, el objetivo del grupo es seguir dándoles a las personas en situación de calle asistencia, voz y, al igual que a Mark, un propósito.