Qué hacer para superar la frustración [#249]
Una de las herramientas en la que más énfasis hacemos en Superhábitos es en el hábito de proponerse objetivos semanales (y, por supuesto, hacer una revisión para ver si se cumplieron o no).
Cientos de emprendedores ya han incorporado los objetivos semanales a su rutina, pero muchos se enfrentan a un problema recurrente: la frustración que surge cuando no han podido cumplir.
Esto genera reacciones como:
“Surgieron imprevistos, tuve problemas de salud y no pude cumplir, ahora me siento terrible…”
“Estoy AGOTADO, intenté cumplir con los objetivos por todos los medios, pero no pude…”
“Tengo miedo de establecer objetivos porque cuando no los cumplo me siento mal”.
Todas estas reacciones son completamente normales.
De hecho, incluso es normal sentir que, por no poder cumplir objetivos semanales, seremos un fracaso en todo lo demás (¡incluso con el emprendimiento!)
Esto se debe a que estamos perdiendo de vista un factor fundamental: el objetivo no es el objetivo.
El verdadero rol de los objetivos
Los emprendedores nos ponemos objetivos para que ellos nos guíen hacia una meta (nuestra visión personal), teniendo en cuenta que no somos inmunes a los contratiempos y que los imprevistos que surgen en la semana son comunes en todas las personas.
Los objetivos son una herramienta más de un sistema de organización mucho más grande y complejo. Complementan la misión y la visión personal y, contrario a ser una estructura rígida, si están bien definidos, en realidad nos dan flexibilidad.