Hoy más que nunca, cuando lideras una empresa en Colombia o Latinoamérica, no basta con que “todo funcione”. Debes saber que en cada clic, en cada acceso remoto, en cada sistema de facturación electrónica o de gestión en la nube, hay una puerta de entrada potencial que los ciberdelincuentes jamás dejan sin inspeccionar. Y ocurre lo que muchos no ven venir: un ataque silencioso, una brecha de datos o una interrupción en la continuidad del negocio que puede poner en riesgo años de trabajo. Lo más crítico no es sólo la tecnología en sí misma, sino la funcionalidad —que tus procesos sigan operando, que la confianza no se rompa, que la normativa se respete—. En este blog te acompaño para reconocer el contexto urgente de las ciberamenazas en 2025, cómo se manifiestan en Colombia y el mundo, y qué soluciones efectivas pueden salvar tu operación, tu reputación y tu futuro empresarial.
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Desde mis más de treinta años apoyando empresas en procesos de transformación, he visto cómo la protección tecnológica era considerada a veces como una capa más —una especie de “añadido” al final del presupuesto— y no como un pilar estratégico. Hoy ese paradigma ha quedado obsoleto. Las amenazas no solo están al acecho, sino que operan con herramientas basadas en inteligencia artificial, robo de credenciales, explotación automatizada de vulnerabilidades y dependencia de proveedores externos. Según el informe de Fortinet, la industria enfrenta un “episodio perfecto” de riesgo: reconocimiento acelerado, explotación masiva y robo de credenciales crecientes.
En Colombia, solo en el primer semestre de 2025, se superaron los 7 100 millones de intentos de ciberataques detectados. Ese volumen habla de un radar que no se apaga.
Este escenario presenta un doble desafío: por un lado, reconocer que el riesgo ya no es “si” será atacado, sino “cuándo” y de qué tipo. Por otro lado, aceptar que la defensa tradicional —firewalls, antivirus, perímetro fijo— ya no es suficiente. En la región latinoamericana, por ejemplo, se estima que el costo promedio de una brecha de datos supera US $1,1 millones. Y en el mundo, se proyecta que el costo total anual de los ciberataques alcanzará los US $10,5 billones para el final de 2025.
En este contexto, muchas empresas enfrentan no solo pérdidas de datos o interrupciones, sino impactos reputacionales, sanciones regulatorias, y riesgos financieros que pueden poner en jaque su continuidad.
Diagnóstico: para una empresa que, como la tuya, está apostando a la modernización, la automatización, la inteligencia de negocios, la ciberseguridad ya no es un “tema de TI” sino un componente de gobernanza, continuidad y competitividad. Y no hablamos sólo de grandes corporaciones: los informes muestran que el 72 % de las pequeñas y medianas empresas han sufrido algún incidente en el último año. Esto me confirma lo que he visto trabajando codo a codo con directores, gerentes y equipos de TI: la brecha más grande hoy es de conciencia y capacidad, no sólo de tecnología.
Ahora bien, ¿cuáles son los principales vectores de ataque que debes tener en cuenta? Primero, el robo de credenciales y el uso de protocolos inseguros: el informe de Fortinet revela un aumento del 42 % anual en robo de credenciales, y que el 88 % de los movimientos laterales en redes comprometidas emplean Remote Desktop Protocol (RDP). Segundo, el ransomware continúa siendo la gran amenaza silenciosa: en América Latina, múltiples organizaciones ya han sido blanco de variantes que bloquean datos, exigen rescates y afectan la continuidad operativa real. Tercero, las empresas están expuestas a través de terceros: proveedores, socios, entornos en la nube, sistemas heredados y conexiones externas crean una superficie de ataque cada vez mayor. Un estudio sobre el sector financiero latinoamericano detectó que la segmentación de red deficiente, controles internos débiles y dependencias de sistemas antiguos son vulnerabilidades críticas. Cuarto, la escasa visibilidad de muchas empresas: según el informe de ESET, sólo el 27 % de las organizaciones en Latinoamérica afirma contar con herramientas para confirmar que no han sido atacadas. Esto es grave: sin conciencia de que un incidente ocurrió, no hay lección ni mejora.
Ante este panorama, la consecuencia directa para tu empresa es que no basta con “tener antivirus” o “backup”. Se trata de adoptar una mentalidad de resiliencia digital, donde la prevención, detección, respuesta y recuperación estén integradas, y donde la tecnología facilite la funcionalidad de tus procesos clave —facturación electrónica, gestión de datos personales, inteligencia de negocios, cumplimiento normativo— sin dejar de fluir. En el mundo regulatorio, aunque en Colombia la norma que rige la protección de datos personales es la Ley 1581 de 2012 y sus decretos, en el ámbito internacional ya están vigentes marcos que exigen resiliencia operativa digital, como el Reglamento (UE) 2022/2554 (DORA) para entidades financieras. Esto significa que, además de evitar ataques, tu empresa debe poder garantizar que los procesos críticos operen incluso cuando ocurre un incidente.
Vamos ahora a orientar las soluciones efectivas que debes incorporar, adaptadas al año 2025 y a la visión estratégica del periodo 2026-2030, que en TODO EN UNO.NET denominamos “Consultoría Funcional Inteligente™”. Primero, definiré el enfoque y luego detallaré los elementos prácticos que pueden marcar diferencia para una empresa que aspira a liderar en su mercado.
Enfoque: La defensa no puede seguir siendo solo reactiva. Es imprescindible pasar a una estrategia proactiva y funcional, es decir, que la seguridad digital esté al servicio de la funcionalidad real del negocio y no un gasto aislado. Eso incluye gobernanza, cultura digital, inteligencia de amenazas, automatización de respuesta, segmentación de procesos críticos, continuidad operativa, y cumplimiento como parte del valor-activo.
Ahora los elementos prácticos claves:
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Diagnóstico y mapa de riesgos real. Requiere identificar los activos críticos de tu negocio —datos de clientes, información financiera, procesos de facturación electrónica, servicios en la nube, cadena de suministro— y determinar qué impacto tendría un incidente sobre ellos. En mi experiencia liderando proyectos desde 1988, el mapa de riesgos se vuelve la brújula de la transformación digital funcional.
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Arquitectura de seguridad cero-confianza (Zero Trust). Ya no es opcional. Significa que no se confía automáticamente en nada ni nadie, interno o externo. Se exige verificación, segmentación, autentificación continua, privilegios mínimos, control de accesos privilegiados, y visibilidad. Esto limita el alcance de un incidente y protege lo esencial.
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Automatización y uso de inteligencia artificial para detección y respuesta. Como muestran los informes, los ataques se están automatizando. Por tanto, la defensa también debe apoyarse en la automatización y en la IA para identificar patrones, anomalías, accesos sospechosos y aplicar respuestas rápidas.
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Gestión de proveedores y terceros. En múltiples incidentes, no fue el sistema interno el problema principal, sino el proveedor. Uno de los cinco mayores ataques de 2025 lo ejemplifica: el mayorista de alimentos United Natural Foods Inc. (UNFI) fue comprometido en su cadena de suministro. Por tanto, tu estrategia debe incorporar controles de terceros y continuidad de cadena.
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Plan de continuidad operativa y recuperación ante incidentes. Tener backup no basta; se requiere que los procesos clave puedan seguir funcionando, que el personal sepa qué hacer, que se puedan restaurar servicios, que la reputación sea protegida. Esto es funcionalidad pura.
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Cultura organizacional y capacitación. La tecnología sin sensibilización es vulnerabilidad. He visto múltiples veces cómo el error humano abre la puerta al ciberdelito. Hablar de concientización, simulacros de phishing, entrenamiento del personal en roles y responsabilidades, es parte vital del ecosistema de transformación.
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Cumplimiento normativo y auditoría. En Colombia y en el mundo, la normativa evoluciona. Cumplir sólo por cumplir no basta: debe integrarse a la estrategia de negocio. Esto incluye la protección de datos personales, las cláusulas contractuales con terceros, la obligación de notificar incidentes si aplica y la gestión de sanciones.
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Medición, mejora continua y visibilidad. Finalmente, la funcionalidad reside en que tengas indicadores que muestran dónde estás, hacia dónde vas y cuán rápido mejoras. En mi trayectoria veo que las empresas que miden los eventos, los tiempos de respuesta, los impactos, crecen en madurez y pierden el miedo a transformar.
Este enlace te permite agendar una conversación con nosotros, explorar cómo ponemos en marcha ese enfoque funcional en tu empresa, con la autoridad acumulada de más de tres décadas en transformación empresarial.
Es vital que veas la ciberseguridad no como un costo adicional, sino como un habilitador de crecimiento, de confianza de tus clientes, de ventaja competitiva. Porque cuando tus sistemas, procesos y personas operan con seguridad, puedes dedicarte a lo que importa: generar valor, innovar, escalar. Durante estos últimos años he acompañado compañías en Colombia, México, Perú y otros países de la región a que este enfoque se convierta en realidad, y hoy la tecnología deja de estar al fondo del plano y pasa a ser motor de la estrategia funcional.
Al integrar la detección automática, la inteligencia de amenazas, la gobernanza y la protección de los activos críticos, tu empresa podrá responder a incidentes con rapidez, contener daños, recuperarse y seguir adelante. Pero más aún: podrá anticipar, adaptarse y transformar. En esta era 2026-2030 en la que estamos ya colocándonos, la ciberresiliencia es un elemento clave de la competitividad empresarial. Y la funcionalidad que conseguimos cuando la tecnología apoya el negocio nos permite mirar hacia el futuro sin miedo.
Una parte esencial de esta transformación es que no estás solo. A través de TODO EN UNO.NET acompañamos cada fase: asesoría estratégica, implementación tecnológica, formación de equipos, automatización, cumplimiento normativo, monitoreo continuo, formación de cultura digital y seguimiento. La diferencia que hemos visto en más de 30 000 publicaciones y miles de proyectos no es la tecnología en sí misma, sino la forma en que se integra al negocio para generar resultados tangibles. Como empresario, como profesional con múltiples títulos, sé cuán importante es que tu operación sea segura, eficiente y preparada para lo inesperado.
Durante más de tres décadas he visto que el cambio verdadero no se produce porque añadimos tecnología, sino porque conectamos la tecnología con la funcionalidad real del negocio, y porque construimos una cultura empresarial consciente y preparada. En TODO EN UNO.NET acompañamos ese camino desde el análisis inicial, pasa por la estrategia, la implementación y la transformación viva. Aumentamos la eficiencia de tu empresa con soluciones digitales y normativas, y garantizamos que ese acompañamiento no termine con el proyecto, sino que se mantenga vivo, evolucione y consolide tu liderazgo.
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